Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en el Diario "Melilla Hoy" del día 24 de agosto de 1990, pág. 11.
El original consta de una fotografía en blanco y negro.
Dentro unos días saldrán para el Golfo Pérsico la Fragata "Santa María", las Corbetas "Cazadora" y "Descubierta" así como el Transporte "Aragón", que por cierto recaló recientemente en Melilla. Estas unidades de nuestra Armada se sumarán a otras que Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia, Bélgica, Holanda y Grecia, tienen destacadas en la zona. La misión de todas ellas es hacer eficaces y efectivas las medidas de embargo adoptadas por la ONU contra lrak.
Los efectos del anuncio de nuestra participación en el Golfo no se han hecho esperar. Mientras unos protestan porque para esa decisión no se ha contado con la aprobación del Parlamento o decían que aquello no era problema nuestro, otros se han apresurado a través de los medios de comunicación, especialmente radiofónicos, a realizar programas, entrevistas y encuestas sobre lo que opinan los españoles de este tema: ¿Deben ir nuestros marinos?.
En estos programas se ha podido escuchar desde la patética voz de una madre que teme por su hijo embarcado, hasta el experto marinero recientemente licenciado de¡ servicio militar que se atreve a dar lecciones de estrategia naval y empleo táctico de armas tan sofisticadas como los misiles.
Entiendo perfectamente la preocupación que puede suponer para muchos españoles que sus familiares y demás allegados tengan que navegar a esas aguas tan "calientes". Como familiar, amigo y compañero del Colegio de Huérfanos de la Armada de varios de los marinos que están embarcados en dichos buques se lo que se siente.
También entiendo perfectamente a los del otro grupo porque son los de siempre y como nunca cambiarán ya no me sorprenden. Sin embargo como español me siento orgulloso de que nuestros barcos de guerra navegen a esas aguas junto al resto de los países europeos.
Hay gente que parece querer olvidar o no saber que actualmente hay más de un centenar de españoles en calidad de rehenes en Kuwait e lrak bajó el capricho de un loco dictador.
Tal vez algunos preferirían que los problemas del Golfo, de profunda repercusión política o económica para todos los países sin excepción, y la suerte de nuestros compatriotas privados de libertad en esos parajes, deberían ser resueltas por los americanos con su Séptimo de Caballería.
Personalmente, pienso que hubiese sido muy triste que nuestra Patria se hubiese quedado al margen y hubiera adoptado la táctica del avestruz. Mientras algunos se dedican a protestar y minar la moral de nuestros marinos y sus familiares, un servidor los animará para que cumplan con su Deber y rezará a la Virgen del Carmen para que no deje de protegerles.
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