Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en el "DIARIO DE CADIZ" del 13 de octubre de 1998, pág. 7.
El original tiene una fotografía en blanco y negro.
Cada 12 de octubre las Casas-Cuarteles del benemérito lnstituto de la Guardia CiviL se engalan para celebrar el día de su Excelsa Patrona: la Santísima Virgen del Pilar.
Para encontrar el origen mariano de ello hay que remontarse hasta el 19 de agosto de 1864, cuando MIGUEL MORENO, el primer capellán castrense del Colegio de Guardias Jóvenes "Duque de Ahumada", sito en Valdemoro (Madrid), colocó en una pequeña capilla una imagen de la Virgen del Pilar de Zaragoza.
Casi un año después, el 24 de septiembre, era declarada de una forma un tanto espontánea, Patrona del Colegio. Las promociones que durante las siguientes décadas, fueron saliendo del mismo y diseminándose por todos los Puestos del territorio nacional y de Utramar irían difundiendo su fe en dicha advocación.
El 7 de enero de 1913, haciéndose eco de esa tradición mariana, el Teniente General ANGEL AZNAR BUTIGIEG, Director General de la Guardia Civil, elevaba un escrito al Ministro de la Guerra AGUSTIN LUQUE Y COCA, solicitando que la Virgen del Pilar fuera declarada Patrona del Cuerpo.
El Rey ALFONSO XIII tras el informe favorable del Provicario General Castrense, accedería a ello mediante Real Orden Circular del día 8 de febrero de 1913.
Diez días después, el Director General de la Guardia Civil, dictaría al respecto una Orden que sería publicada en el Boletín Oficial del Cuerpo y que finalizaba diciendo: "Este año, al solemnizar el día de la Patrona, celebraremos en la Guardia Civil la primera fiesta de compañerismo. Cuando os congreguéis para ello en cada Puesto, dedicad una oración a nuestros compañeros que sacrificaron la vida en el cumplinúento del deber y al inolvidable Duque de Ahumada, organizador del Cuerpo; y ante de separamos, ternúnad nuestra fiesta diciendo; !Viva España!, Viva el Rey!".
Desde entonces el 12 de octubre, se convertiría en el día más especial de todo el año para los Guardias Civiles y sus familias. Durante esa jornada, se olvidarían las duras y sacrificadas horas de servicio en el que el calor, el frío, la lluvia, el viento o la nieve, nunca fueron obstáculo para el cumplimiento de un deber.
Han pasado ya 85 años y los hombres y las mujeres de la Benemérita siguen invocando su protección a la Virgen del Pilar con igual fervor. Cambian los tiempos y las personas, pero se sigue manteniendo la fe y la tradición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.