martes, 18 de marzo de 2014

EL ARMAMENTO DE LA GUARDIA COLONIAL Y TERRITORIAL DE LA GUINEA ESPAÑOLA.



Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en el nº 248 correspondiente al mes de diciembre de 2002, de la Revista "ARMAS", págs. 60-66. 
Los originales están ilustrados por tres fotografías en color y ocho en blanco y negro.

Introducción.

La presencia española en Guinea Ecuatorial sigue siendo hoy día una gran desconocida para muchos aún a pesar de su cercanía en el tiempo. Por ello vamos a recuperar un poco la "memoria histórica" hasta abordar el armamento utilizado en el siglo XX por nuestras tropas coloniales y territoriales allí destacadas.

Sus orígenes patrios surgieron el 24 de marzo de 1778, cuando la reina María I de Portugal y el rey Carlos III de España firmaron el Tratado de El Pardo, permutando la soberanía de las islas africanas portuguesas de Fernando Poo y Annobón por las posesiones americanas españolas de Sacramento y Santa Catalina.

Inicialmente nuestras posesiones consistieron en las islas de Annobón, Corisco, Elobey Grande, Elobey Chico y Fernando Poo. Posteriormente y tras un largo y enojoso litigio con Francia que finalizó con la firma del Tratado de París de 27 de junio de 1900, se nos reconoció la soberanía de 26.000 km2 entre los ríos Campo y Muni.


La Guardia Colonial.


Establecida en 1904 la entidad "Territorios Españoles del Golfo de Guinea" bajo la autoridad de su gobernador general, se creó mediante la Ley de Presupuestos de ese mismo año la Policía Indígena, cuyo mando e intrucción se encomendó a miembros de la Guardia Civil. Apenas tres años después se dispuso por el Ministerio de la Guerra su reorganización que pasó a denominarse "Guardia Civil de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea" con una plantilla presupuestaria de 112 hombres.

Sus misiones fueron muy similares a las que desarrollaba el benemérito Instituto en España, estableciendo inicialmente destacamentos en las poblaciones de Santa Isabel y San Carlos sitas en la isla de Fernando Poo así como en las de Elobey Grande y Annobón.

El desarrollo de la estructura colonial motivó como consecuencia de la Ley de Presupuestos de 1908 la sustitución de la guarnición de Infantería de Marina -presente desde 1869- por un nuevo cuerpo que asumiera las misiones aduaneras, militares y policiales. Su denominación fue la de "Guardia Colonial de los Territorios Españoles del Golfo de Guinea".


Inicialmente se organizó con una plantilla de 430 hombres, entre europeos y africanos, lo cual implicó un aumento de 48 más respecto al total de los que sustituía: 227 de Infantería de Marina, 112 de la Guardia Civil indígena y 39 del Resguardo de Aduanas. La primera plantilla se fijó en 1 capitán, 3 primeros tenientes, 7 segundos tenientes, 14 sargentos, 42 cabos y 1 corneta europeo habilitado de cabo -todos ellos de la Guardia Civil- 1 músico mayor, también de origen europeo así como 12 cornetas, 6 guardias de 1ª, 320 guardias de 2ª, 6 músicos de 1ª, 12 músicos de 2ª y 6 educandos de música, siendo todos ellos indígenas.


El armamento.


En junio de 1908 se entregaron el vestuario, armamento y munición a todos los integrantes del nuevo cuerpo colonial, siendo inicialmente el correaje propiedad de la Guardia Civil.

El armamento para los oficiales consistió inicialmente en la espada de ceñir modelo 1844 para Oficial de la Guardia Civil y posteriormente la espada-sable modelo Puerto-Seguro para Oficial de Infantería declarada reglamentaria por R.O. de 7 de septiembre de 1909 -si bien esta última tardó en empezar a utilizarse- así como el revólver marca Orbea, de 11 mm. de calibre, tipo Smith-Wesson nº 7, recomendado por R.O. de 6 de octubre de 1884.

Las clases de tropa europeas fueron dotadas de la carabina Máuser, modelo 1895, calibre 7 mm., adoptada por R.O.C. de 7 de mayo de 1896. Aunque la Guardia Colonial era una unidad de infantería, dadas los singulares circunstancias de la zona en donde sus miembros debían moverse en zonas selváticas se consideró inadecuado por su mayor peso y dimensiones, el fusil Máuser modelo 1893, dotándoseles por lo tanto de la carabina empleada por la caballería.

El correaje, de cuero color avellana, estaba compuesto de cartuchera, tirantes, dos bolsas de municiones, cinturón y tahalí para el machete. Se trataba del mismo que se utilizaba en España por la Guardia Civil, salvo que el del Instituto no tenía chapa metálica.

La tropa indígena fue dotada inicialmente del fusil monotiro Remington, modelo 1871-89, calibre 11 mm., adoptado por R.O.C. de 13 de abril de 1889 y su correspondiente bayoneta. Si bien dichos fusiles fueron declarados caducos por R.O.C. de 26 de marzo de 1909, se mantuvieron en servicio aunque su mal estado de conservación dada la húmeda climatología de la zona y su propia obseletez terminaron por motivar que a partir de 1911 empezaran a ser reemplazados por las carabinas Máuser del modelo 1895 que ya tenían sus instructores europeos.

Tanto las armas como las municiones estaban casi siempre guardadas bajo llave en los destacamentos, siendo las clases europeas las responsables de su custodia. Sólo se les entregaban para los actos de servicio e instrucción, recogiéndoselas al terminarlos. El correaje era del mismo tipo que el usado por sus instructores.

Por otra parte para atender adecuadamente al mantenimiento y recomposición del armamento se dispuso en la Ley de Presupuestos de 1911 la creación de una plaza de maestro armero. La sustitución del armamento monotiro Remington por el de repetición Máuser fue muy oportuna y eficaz tal y como se pudo comprobar en diversos combates que se libraron en el territorio continental contra algunas belicosas tribus pamúes. La inferioridad numérica de los guardias coloniales pudo compensarse gracias al nuevo armamento adjudicado.

Por R.O.C. de 14 de noviembre de 1916 se declaró reglamentario para los cuerpos que venían usando la carabina Máuser modelo 1895 -y en sustitución de la misma- el mosquetón modelo 1916, también de 7 mm., con el que se debía usar el machete-bayoneta modelo 1913 que la Guardia Colonial lo mantuvo en servicio hasta la década de los 50.

Con el nuevo reglamento de uniformidad para la Guardia Colonial aprobado por O.C. de 17 de enero de 1935 el correaje del uniforme de campo pasó a ser el de color avellana reglamentario del Ejército, debiendo los oficiales llevar en formación pistola en funda de dicho color.

Ya para entonces el arma corta reglamentaria para todos los europeos era la pistola marca Astra, modelo 1921, de 9 mm. largo, adoptada por R.O.C. de 26 de septiembre de 1921, no existiendo constancia de que en Guinea llegaran a emplearse los modelos reglamentarios Campo-Giro anteriores. 

La pistola Star de 9 mm. largo adoptada en la Guardia Civil para sus clases y tropa por R.O.C. de 5 de octubre de 1922 no fue entonces utilizada ya que los guardias civiles al pasar a la Guardia Colonial, debían entregarla en su Comandancia de origen antes de marchar a Guinea.

En el uniforme de diario, el correaje consistía en un cinturón de charol negro abrochado en el frente con una chapa de metal dorado con el emblema de la Guardia Colonial. Los jefes y oficiales debían portar la espada-sable mientras que los instructores llevaban pistola y funda de charol negro, complementándose el cinturón con un tirante en bandolera sobre el hombro derecho del mismo material y color.

Para la tropa indígena tanto en el uniforme de campo como de diario, el correaje era de material negro abrochado con una chapa dorada redonda , llevando el emblema de la Guardia Colonial en relieve, sin opción a portar pistola.


Reorganizaciones y despliegues.


Con el transcurso del tiempo la Guardia Colonial, a quien el rey Alfonso XIII concedió el uso de bandera por R.O. de 9 de mayo de 1913, fue experimentando sucesivas reorganizaciones y despliegues, al objeto de ir controlando la mayor parte de territorio posible. Así por ejemplo en 1927 existían 5 compañías territoriales y 1 móvil.

Su plantilla también fue aumentando y así por ejemplo en 1930 era de 1 teniente coronel o comandante, 1 capitán, 13 tenientes y alféreces, 7 sargentos, 56 guardias civiles, 1 maestro armero, 1 paisano director de música -todos ellos europeos- así como 655 indígenas (20 músicos, 6 educandos, 4 sargentos, 1 maestro de banda, 24 cabos, 18 cornetas, 12 guardias 1º y 570 guardias 2º).


Transcurridos los años, por decreto de la Presidencia de Gobierno de 2 de julio de 1946, se aprobó un nuevo reglamento que sustituyó el de 1908. El cuadro de mandos pasó a componerse con los del Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire y Guardia Civil, que voluntariamente lo solicitasen.


La Guardia Territorial.


En la década de los 50 se inició el proceso de descolonización en Africa. España, tras conceder en 1956 la independencia al Protectorado de Marruecos, procedió a reconvertir sus colonias del Golfo de Guinea, Ifni y Sahara en unas provincias más del territorio nacional.

Se adoptó el nombre de "Guardia Territorial de la provincia de Guinea", sin que ello implicase variación alguna en su organización. Posteriormente la Ley de 30 de julio de 1959 constituyó el territorio de Guinea en dos provincias: Fernando Poo (islas de Fernando Poo y Annobón) y Río Muni (Río Muni y las islas de Corisco, Elobey Grande y Elobey Chico), motivando que pasara a denominarse "Guardia Territorial de la Región Ecuatorial". Para curiosidad del lector decir que en el año 1960 había en total 7.086 europeos y 238.903 indígenas.

Los nuevos tiempos también llegaron a la Guardia Territorial, que por primera vez empezó a contar con oficiales indígenas. Se trataron de 12 alféreces, 10 de ellos formados en la Academia General Militar de Zaragoza y los otros 2 en la Academia Especial Militar de Villaverde, siendo uno de los primeros el actual jefe del estado de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang N’Guema.

En 1966 la Guardia Territorial contaba con su jefatura y plana mayor en Santa Isabel así como con cinco compañías territoriales: La 1ª con cabecera en Santa Isabel y secciones en Santa Isabel (Puestos en Santa Isabel, Basakato del Este, Basupú del Este, Zaragoza, Rebola, Santiago Baney y Basakato de la Sagrada Familia) y en San Carlos (Puestos en San Carlos, Basakato del Oeste, Claret de Patete, Concepción, Musola y Moka). La 2ª con cabecera en Bata y secciones en Bata (Puestos en Bata y Río Campo), Benito (Puesto en Benito) y Kogo (Puesto en Kogo -Puerto Iradier-). La 3ª con cabecera en Ebebiyín y secciones en Ebebiyín (Puestos en Ebebiyín, Biyabiyan y Alén), Mongomo de Guadalupe (Puestos en Mongomo de Guadalupe) y N’Sork (Puestos en N’Sork y Akonibe). La 4ª con cabecera en Evinayón y secciones en Evinayón (Puesto en Evinayón), Sevilla de Niefang (Puesto en Sevilla de Niefang) y Akurenan (Puesto de Akurenan). Y la 5ª con cabecera en Mikomeseng y secciones en Mikomeseng (Puestos en Mikomeseng, Embé, Afanenguí, Beayop y N’Sang) y Valladolid de los Bimbiles -Añisok- (Puesto en Valladolid de los Bimbiles).


El armamento.


Este no experimentó variación alguna respecto al que venía empleando la Guardia Colonial. Los mandos europeos tenían ya para entonces como reglamentaria la pistola Star, modelo Super, de 9 mm. largo, adoptada por O. de 24 de julio de 1946 en el Ejército y por O. de 25 de octubre de mismo año en la Armada. 

Sin embargo lo habitual era que utilizaran armas de propiedad particular, normalmente de 9 mm. corto, de menores dimensiones y peso, marcas Astra, Llama o Star.

El mosquetón Máuser modelo 1916 de 7 mm. había sido ya sustituida unos años antes por el mosquetón modelo 1943, calibre 7'92 mm., fabricado en La Coruña e inspirado en el mosquetón checoslovaco VZ-24 usado por el bando republicano durante nuestra Guerra Civil. Como machete-bayoneta se les dotó del modelo 1941. 

Ambas armas continuaron en servicio hasta el último de los días de existencia de la Guardia Territorial continuando durante mucho tiempo en la nueva Guardia Nacional tras la independencia de Guinea Ecuatorial.

Si bien no se les dotó de fusiles ametralladores ni de subfusiles si se adjudicaron posteriormente granadas de mano reglamentarias, fabricadas por Plásticas Oramil de San Sebastián, modelos P.O. I (ofensiva) y P.O. II (defensiva).

En la "Cartilla del Guardia Territorial", además de numerosas disposiciones relativas a su jurisdicción, uniformidad y régimen interior, se detallaba minuciosamente el funcionamiento, despiece y mantenimiento de su mosquetón máuser, descripción de las granadas de mano.


Las Compañías Móviles de la Guardia Civil.


A finales de los años 50 del siglo XX el imparable proceso descolonizador africano -no exento de violentos sucesos en otras zonas- provocó la necesidad de volver a contar con una compañía móvil que vigilase las fronteras con Camerún y Gabón. Sus principales misiones serían inicialmente las de impedir la entrada de elementos subversivos que provocaran violentos desórdenes públicos, así como contribuir a garantizar la integridad territorial y el orden interior.

La realidad es que en caso de conflicto interno armado no existía, dados los antecedentes sufridos en Ifni, una gran confianza en la lealtad de las tropas indígenas de la Guardia Territorial. La nueva unidad debía estar compuesta por profesionales de origen europeo y cuyo grado de adiestramiento y dotación de armamento fuese muy superior al de la propia Guardia Territorial.

El más idóneo para tal misión era la Guardia Civil y en 1959 se aprobó por la Presidencia del Gobierno, la creación de la nueva unidad compuesta inicialmente por 197 hombres. A mediados de marzo de 1960, la Compañía Móvil estaba ya instalada al completo de sus efectivos y medios. Progresivamente fueron creando destacamentos móviles en Mikomeseng, Sevilla de Niefang, Río Benito, Kogo, Akurenan, Mongomo de Guadalupe, Ebebiyín, Nsork y Evinayón.

El magnífico resultado que dio motivó que se dispusiera la creación de una segunda compañía, cuya residencia se fijó en la capital de Santa Isabel. A partir de mayo de 1961 adoptaron la denominación de "Compañías Móviles de Instructores de la Guardia Territorial de la Región Ecuatorial".

Los efectivos fueron sufriendo constantes variaciones en función más de los presupuestos económicos asignados que de las necesidades reales. En 1968 la plantilla presupuestaria era de 569 hombres (1 comandante, 2 capitanes, 14 tenientes, 42 suboficiales, 77 cabos, 57 guardias conductores, 18 guardias radiotelegrafistas, 11 sanitarios, 337 guardias y 10 especialistas pertenecientes a otros ejércitos) pero la realidad era que debido a las vacantes y el disfrute de las licencias coloniales, disminuía sensiblemente dicha cifra.


El armamento.


En esta cuestión hay que resaltar que primó la idea de que fuera más moderno, de mejor calidad y de mayor potencia de fuego que el que disponían las bandas insurgentes de regiones vecinas y las tropas indígenas de la Guardia Territorial.

Los oficiales portaban pistola, normalmente de propiedad particular y en su mayoría de la marcas Astra, Star o Llama en 9 mm. corto. Asimismo tenían su sable Puerto-Seguro modelo 1943 que sólo se utilizaba con ocasión de formaciones y desfiles en actos y efemérides de carácter oficial.

El resto estaba dotado de la pistola Star, modelo 1940, de 9 mm. largo –posteriormente denominada modelo A- y del subfusil Star, modelo Z-45, también de 9 mm. largo. Hay que significar que hasta aquel momento sólo disponían del mismo en la Guardia Civil, las fuerzas que prestaban servicio en la Casa Militar del Jefe del Estado.

También dispusieron de varios fusiles de asalto CETME, calibre 7'62 mm., a las Fuerzas Armadas, adoptado el 20 de septiembre de 1957 -que tras introducirse diversas modificaciones se denominó al año siguiente "Modelo 58", también conocido como modelo B. Asimismo disponían de granadas de mano -ofensivas y defensivas- modelos P.O.-I y P.O.-II.

Respecto al armamento colectivo, lo cual reforzaba esa mayor potencia y capacidad de fuego, disponían de ametralladoras ligeras ALFA modelo 1955, calibre 7'92 mm., lanzagranadas Instalaza, modelo 58, calibre 88,9 mm. así como algunos morteros medios, Esperanza y Cía., de 81 mm., que habían sido adoptados por O. de 25 de febrero de 1958.


La independencia de Guinea Ecuatorial.

Consecuente con el proceso descolonizador potenciado por la ONU, el gobierno español inició bajo la responsabilidad del gobernador general, contralmirante Francisco Núñez Rodríguez, el camino hacia la plena soberanía de Guinea Ecuatorial. En noviembre de 1963, las Cortes Españolas aprobaron unas bases de régimen autónomo que tras ser aprobadas en plebiscito entraron en vigor el 1 de enero de 1964.

El 22 de septiembre de 1968 se realizaron, bajo la supervisión de la O.N.U., las primeras elecciones. Como ninguno de los tres candidatos obtuvo la mayoría necesaria se procedió a una segunda vuelta el día 29, resultando esta vez elegido Francisco Macías N' Guema Biyono.

Cinco días antes se procedió a una reorganización de las fuerzas españolas allí establecidas que facilitase la transmisión de poderes al nuevo gobierno, creándose el "Mando de las Fuerzas Armadas Españolas en la Guinea Ecuatorial", constituidas por las dos compañías móviles de la Guardia Civil, que dejaron de estar agregadas a la Guardia Territorial, y las unidades de la Armada y del Ejército del Aire destacadas en aquel territorio.

La Guardia Territorial continuó hasta la transmisión de poderes, bajo la dependencia del comisario general,transformándose tras la ceremonia de independencia celebrada el 12 de octubre de 1968 -Día de la Hispanidad- en la nueva Guardia Nacional.

Sin embargo la situación interna de la nueva república empezó tras las primeras semanas de soberanía a complicarse, abriéndose un confuso periodo de crisis e inestabilidad. 

La tensión fue agravándose hasta el punto que después de serios incidentes se procedió a la evacuación de todas las fuerzas españolas y población europea que lo deseara, organizándose con el apoyo de la Armada la operación "Ecuador" que finalizó el 5 de abril con rumbo a las islas Canarias a donde llegaron dos semanas después.

El 22 de abril partieron con destino final a Cádiz, llegando en la mañana del 26 en cuya Comandancia los guardias civiles procedieron a depositar sus subfusiles Z-45 y el armamento pesado.

Por decreto de la Presidencia de Gobierno de 6 de junio de 1969 se derogaba el de 24 de septiembre del año anterior, suprimiéndose el Mando de las Fuerzas Armadas en la Guinea Ecuatorial. La historia militar española en el Golfo de Guinea, por el momento, se había acabado.


Nota: Para saber más se recomienda la lectura de la monografía "La Guardia Territorial de la Guinea Española", del mismo autor y editada en el año 2000 por Almena Ediciones.


1 comentario:

  1. Me gustaría preguntarte sobre el equipaje de un cabo o sargento delegado durante la República. Vaya, si llevaban maleta o petate y de qué se componía ese equipaje.

    Gracias

    Saludos

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