Artículo escrito por Jesús Núñez el 23 de abril de 2008 como apoyo de fuentes para el capítulo nº 148 de "Jerez en Guerra", de Manuel Ramírez López, publicado en "Jerez Información" el 24 de mayo de 2008.
El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.
El 18 de
julio de 1936 existía en la provincia de Cádiz una única Comandancia de la
Guardia Civil, que junto a la vecina de Málaga, estaba encuadrada en una unidad
de superior entidad que era el 16º Tercio. Éste era mandado por el coronel Fulgencio
Gómez Carrión y se encontraba ubicado en la capital malagueña. Dicho Tercio
dependía a su vez, junto el 8º de Granada, el 17º de Sevilla y el 18º de Córdoba,
de la 2ª Zona, cuya jefatura ejercida por el general de brigada Fernando Núñez
Llanos, radicaba en la capital cordobesa.
La jefatura
y plana mayor de la Comandancia de Cádiz se encontraba ubicada en la capital, encontrándose
a su frente el teniente coronel Vicente González García, quien en su empleo de
capitán había estado destinado en Jerez de la Frontera mandando el escuadrón de
caballería de la Guardia Civil.
Dicha
Comandancia estaba organizada territorialmente en 5 compañías, 20 líneas y 48 puestos,
desplegados por toda la provincia. La 1ª Compañía tenía su cabecera en San
Fernando, la 2ª en Algeciras, la 3ª en Villamartín, la 4ª en Jerez de la
Frontera, y la 5ª en Cádiz.
La Compañía de la Guardia Civil de Jerez estaba a su vez integrada por
cuatro Líneas (unidades de entidad sección llamadas así porque originariamente
estaban establecidas a lo largo de una línea de comunicación), cuyas cabeceras
estaban ubicadas en Jerez (San Miguel y Santiago), Sanlúcar de Barrameda y
Arcos de la Frontera.
La Línea del Distrito de San Miguel estaba compuesta a su vez por los Puestos
de Empedrada y de Silos, mientras que la del Distrito de Santiago lo estaba por
los Puestos del Calvario y de Plaza de España. La Línea de Sanlúcar de
Barrameda tenía los Puestos de Sanlúcar de Barrameda y Trebujena, mientras que
la de Arcos de la Frontera tenía los de Arcos de la Frontera, Espera y Algar.
Significar que aunque por aquel entonces la población de San José del
Valle pertenecía municipalmente a Jerez, el puesto de la Guardia Civil no
dependía de la 4ª Compañía, sino de la 1ª de San Fernando, estando encuadrada
en la Línea de Alcalá de los Gazules.
La plantilla de la Compañía de Jerez, que se
había constituido sobre la base del antiguo escuadrón de caballería de la
Comandancia, estaba compuesta en
total por 158 hombres: 1 capitán, 2 tenientes, 2 alféreces, 5 brigadas de
caballería, 7 sargentos (2 de infantería y 5 de caballería), 5 cabos (3 de
infantería y 2 de caballería), 1 corneta de infantería, 5 trompetas de
caballería, 10 guardias 1º (4 de infantería y 6 de caballería) y 120 guardias
2º (39 de infantería y 81 de caballería).
De todos
ellos, setenta y cinco estaban destinados en los cuatro acuartelamientos que
tenía la Guardia Civil en la ciudad de Jerez, siendo la población que más
efectivos tenía de toda la provincia, incluida la capital. Tres de ellos eran
oficiales, tratándose concretamente del capitán Federico
Montero Lozano, jefe de la 4ª
Compañía, del teniente Alfonso Pérez Arrazola, jefe de la Línea de San Miguel y del
alférez José Robles
Alés, jefe de la Línea de
Santiago.
La Línea de San Miguel tenía a su vez 1 brigada, 2 sargentos, 1 cabo,
1 trompeta, 2 guardias 1º y 25 guardias 2º de caballería, mientras que la de Santiago estaba
integrada por 1 sargento, 1 cabo, 2 guardias 1º y 18 guardias 2º de infantería
así como por 2 brigadas, 2 sargentos, 1 cabo, 2 trompetas, 2 guardias 1º y 25
guardias 2º de caballería.
El capitán Montero
Lozano, hijo del contralmirante Manuel Montero Rapallo, había nacido en San
Fernando el 16 de diciembre de 1893. Ingresó como cadete de Infantería en la Academia de Toledo en 1912 y como
teniente en la Guardia Civil en 1920. El 18 de julio de 1936 llevaba ya siete
años en el empleo de capitán y estaba destinado al frente de la Compañía de
Jerez desde el mes de agosto del año anterior, procedente de la Comandancia de
Cáceres. Durante su periodo de servicio en el Ejército había sido uno de los
oficiales que fueron comisionados en la Infantería de Marina ante la falta de
cuadros de mando en la misma, participando con sus fuerzas expedicionarias en
las campañas de Marruecos.
Al
iniciarse la sublevación militar en Cádiz sobre las tres de la tarde del 18 de
julio y tener conocimiento el gobernador civil, Mariano Zapico Menéndez-Valdés,
que el Regimiento de Artillería de Costa nº 1 y el Regimiento de Infantería nº
33 habían sacado a sus tropas a la calle, ordenó telegrafiar a los puestos de
la Guardia Civil de la provincia para que se entregaran a los alcaldes las
armas requisadas que había en las casas-cuarteles.
Así, el capitán Montero recibió aquella tarde
los siguientes telegramas: “Gobernador a
Capitán Guardia Civil Jerez Fra.: Sin excusa de ninguna clase entregue
inmediatamente armas sobrantes dotación fuerza y municiones requisadas o no a
ese alcalde”. Dicho oficial recibió también otro telegrama, dimanante del
ayuntamiento de Villamartín: “Alcalde
Villamartín a Capitán Guardia Civil Jerez Frontera. Por indicación Gobernador
Civil y ante imposibilidad dicha autoridad comunicar telégrafo ruégole ordene
urgencia comandante este Puesto entregue esta Alcaldía armas tiene en depósito
precisas para defensa República”.
Sin embargo ninguno de esos dos telegramas fue
cumplimentado. El capitán Montero, no sin dudas iniciales, ya que no recibió
orden previa alguna de su teniente coronel jefe de la Comandancia, se puso a
las órdenes del comandante militar de la plaza, el comandante de Caballería Salvador
Arizón Mejías, cuando éste dictó el bando de guerra que a su vez le ordenó el
general de brigada José López-Pinto Berizo, gobernador militar de la provincia.
Tal y como
consta en su hoja de servicios del capitán Montero: “El 18
de Julio y al iniciarse el Glorioso Movimiento Nacional se adhirió él desde el
primer momento procediendo con la fuerza destacada en su cabecera a sofocar con
la mayor rapidez todos los intentos subversivos al movimiento”.
MALAGA Y SU HOLOCAUSTO...................MAS DE 70 GUARDIAS CIVILES FUERON FUSILADOS EN LAS TAPIAS DEL CEMENTERIO SAN RAFAEL DE MALAGA. DONDE SE ENCUENTRAN LOS HONORES PERDIDOS DE ESTOS AGENTES................SUS NIETOS ESPERAN .................F.TORRES
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