Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 19 de febrero de 2024, pág. 15.
El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.
En la resolución del 3 de noviembre de 1938, en plena guerra civil, el comandante de Carabineros Joaquín Moreno Lara, futuro primer teniente coronel jefe de la futura y nueva 134ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras) tras la absorción, fue destinado a la provincia de Huelva. Ésta estaba encuadrada entonces en la 12ª Comandancia de Carabineros (Sevilla) y quien hasta entonces había sido su jefe, Manuel del Valle Aparicio, pasó a mandar la 6ª Zona de Carabineros, con cabecera en la capital hispalense, tras su ascenso al empleo de coronel. Ésta, a su vez, comprendía territorialmente la 11ª Comandancia (Cádiz) y la mentada comandancia hispalense a la cual se le había añadido también la provincia onubense.
Pero éstos, no fueron los únicos destinos de interés relacionados con los Carabineros y la provincia de Cádiz que se produjeron en dicha resolución. Federico Rodríguez Baster, recién ascendido a teniente coronel y que llevaba mandando como comandante la 11ª Comandancia de Cádiz desde el inicio de la guerra civil, tras la detención del teniente coronel Leoncio Jaso Paz, que fue fusilado poco después por su lealtad republicana, volvió a ser destinado como jefe de la misma.
A su vez, el comandante Miguel Garrido Vecin fue destinado de la 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras) a la provincia de Castellón, perteneciente a la 3ª Comandancia de Huesca, mientras que el nuevo comandante José Cumbre Tecle, recién ascendido en el Campo de Gibraltar donde estaba destinado como capitán, continuaría prestando sus servicios en la comandancia algecireña. Por otra parte, en la 11ª Comandancia de Cádiz, había ascendido también a comandante el capitán Manuel Sanmartín Rives, siendo destinado igualmente a la misma.
Además de los jefes citados fueron destinados en esa misma orden del Ministerio de Defensa Nacional, perteneciente al bando sublevado, o llamado nacional, y publicada en el BOE núm. 128, fechado dos días más tarde, dos capitanes de Carabineros a la provincia gaditana, mientras se daba salida a un tercero. Se trataban de los capitanes Andrés Álvarez Froix, procedente de la 17ª Comandancia, en la provincia de Pontevedra, y José Fernández Reino, de la 3ª Comandancia, provincia de Lérida, que fueron destinados a la 10ª Comandancia (Algeciras). En cambio, el capitán Santiago Estébanez Piñero, que pertenecía a la 11ª Comandancia (Cádiz), marchó destinado a la 16ª Comandancia, provincia de Zamora.
Tras finalizar la guerra civil destaca la orden ministerial del Ejército, de 22 de julio de 1939, firmada por el general subsecretario Luis Valdés Cavanilles, que supuso, entre otros, diferentes destinos a la provincia de Cádiz o hacia fuera de ella. Así, el teniente coronel Rodríguez Baster dejó el mando de la 11ª Comandancia (Cádiz) para ser destinado a la 1ª Comandancia (Barcelona). Lo mismo le ocurrió a los dos comandantes de la 10ª Comandancia (Algeciras), Emilio de los Ríos Astigarraga, que pasó destinado a la citada comandancia barcelonesa y José Cumbre Tecle, que lo fue a la 2ª Comandancia (Gerona), fracción de Figueras. A su vez, el comandante Fernando Sostoa Erostarbe, que estaba destinado en la 11ª Comandancia (Cádiz) fue destinado a la 7ª Comandancia (Murcia), mientras que el recién ascendido comandante Norberto Pérez Baturone, que estaba destinado como capitán en la citada 11ª Comandancia (Cádiz), se quedó en la misma. Finalmente, el capitán Juan Velázquez Ortega, destinado hasta entonces en la 10ª Comandancia (Algeciras), pasó a la provincia de Huelva, dependiente de la 12ª Comandancia (Sevilla), mientras que el capitán Gabino del Diego Delgado, de la 11ª Comandancia (Cádiz), fue destinado a la comandancia campogibraltareña. A su vez, por último, el capitán Isidoro Herrera Fernández, igualmente ascendido como el anterior, fue destinado de la 11ª Comandancia a la 6ª Comandancia (Alicante), mientras que el teniente José Ventura Pérez lo fue de la 10ª Comandancia (Algeciras) a la 7ª Comandancia (Murcia).
Volviendo al comandante Moreno Lara, éste continuó desempeñando sus cometidos en la provincia de Huelva durante el resto de la contienda, continuando con posterioridad en la misma, hasta su ascenso al empleo de teniente coronel. Éste se produjo el 31 de diciembre de 1939 por orden del ministro del Ejército, el bilaureado general de división José Enrique Varela Iglesias, publicándose el 6 de enero del año siguiente en el diario oficial de dicho ministerio.
En esa misma orden ministerial, destinados en la provincia gaditana, también fueron ascendidos al empleo superior, en propuesta extraordinaria y por antigüedad, el hasta entonces capitán de la 10ª Comandancia (Algeciras), Ignacio Molina Pérez, así como el teniente perteneciente a la misma, Emilio Fernández Simón, y los tenientes de la 11ª Comandancia (Cádiz), José Fernández López y Adolfo Santiago Toriza.
Junto a dicha orden ministerial fue publicada en el boletín oficial otra de misma fecha, referida al ascenso en propuesta igualmente extraordinaria y por antigüedad al empleo superior, de los suboficiales de Carabineros, entre los que estaban destinados en la provincia de Cádiz los siguientes: brigadas Eduardo Frutos García y Miguel Monje Berrocal, en la 10ª Comandancia (Algeciras), así como los de igual empleo Hilario González Gómez, José Calvo Faix y Felipe Ramón Hernández, pertenecientes a la 11ª Comandancia (Cádiz); sargentos Juan Atienza Antón, Alberto de Cabo Vera, Gabriel Viñas Cañizares, Manuel Zapaza Lopera, José Casas Mota, Antonio Ciudad Prada y Juan Saavedra Gómez, pertenecientes a la 10ª Comandancia (Algeciras), así como los de mismo empleo Ángel Bonilla Haro, Serafín Noreña Barbero, Emilio Silva Plaza y José López Casanova, pertenecientes a la 11ª Comandancia (Cádiz).
Continuando con el nuevo teniente coronel Moreno Lara, fue nombrado jefe de la 10ª Comandancia (Algeciras) por orden del Ministerio del Ejército de 27 de enero de 1940, causando seguidamente baja en la 12ª Comandancia (Sevilla) y en su destino de Huelva. En esa misma orden ministerial fue destinado también, para el mando de la 11ª Comandancia (Cádiz), el teniente coronel Miguel García Rodríguez, recién ascendido y procedente de la 17ª Comandancia (Coruña).
Respecto al teniente coronel Moreno Lara causó alta el 1º de febrero siguiente en la comandancia algecireña y se incorporó a la misma el día 9 de dicho mes. Poco tiempo tuvo realmente para mandar tan complicada unidad en su Cuerpo de origen, ya que cuando se hizo cargo del mando de dicha Comandancia, las decisiones de lo que próximamente iba a suceder, estaban ya tomadas en beneficio del Cuerpo de la Guardia Civil. Éste, no sólo se trataría de la principal fuerza de seguridad del Estado, pues ya lo era desde su creación en 1844, sino que también pasaría a integrar el servicio de resguardo fiscal del Estado y la lucha contra el contrabando.
Publicada la ley de 15 de marzo siguiente, el objetivo principal era que personal de Carabineros pasara a integrarse en el de la Guardia Civil, comenzando a asumir las funciones y misiones de aquél.
Tras ello, que supuso el inicio del proceso, se publicó en el BOE de 6 de junio siguiente, la ley sobre concesión de créditos para el Ministerio de la Gobernación durante el ejercicio económico de 1940. Conforme a su desarrollo, la 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras), tomó la denominación de la 66ª Comandancia Administrativa de la Guardia Civil.
(Continuará)
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