viernes, 25 de abril de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLXVII). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (51).

 

Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 17 de marzo de 2025, pág. 15.


El original está ilustrado con dos fotografías en blanco y negro.


 

La 1ª Compañía de la 337ª Comandancia (Algeciras) tenía la cabecera de su plana mayor que mandaba en 1965 el capitán José Ferrer Gil, en la barriada sanroqueña de Guadiaro, donde como ya se ha reseñado en el artículo anterior, residía también el puesto territorial de dicha pedanía sanroqueña. 

La primera línea (sección) de dicha compañía, que incluía el mentado puesto de Guadiaro, tenía establecida su cabecera en la barriada sanroqueña de Torreguadiaro, asentada en la misma casa-cuartel donde también estaba su puesto, igualmente ubicada en el término municipal de San Roque. 

A ello hay que añadir, formando parte de la citada línea de Torreguadiaro, los puestos de Casafuerte, sito también en el mentado municipio sanroqueño, y el de San Martín del Tesorillo, que por aquel entonces estaba asentado en la pedanía que le daba nombre, perteneciente al término municipal de Jimena de la Frontera. 

Antes de la integración del personal, acuartelamientos y material del Cuerpo de Carabineros en el de la Guardia Civil, llevado a cabo por la ley de 15 de marzo de 1940 y posteriores disposiciones, hay que significar que el mentado puesto de Torreguadiro, aunque gaditano y campogibraltareño, no estaba encuadrado en la 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras). Pertenecía entonces a la 9ª Comandancia de Carabineros (Málaga) y estaba encuadrado en la fracción de la antigua Comandancia de Carabineros de Estepona. El límite de separación de ambas comandancias estaba establecido entonces por el río Guadiaro.

Ya entonces, también Torreguadiaro, además de tener un puesto, era cabecera de la sección de Carabineros y era por lo tanto residencia del oficial que se encontraba al frente de la misma. En cambio, no había establecido entonces ningún puesto de la Guardia Civil en dicha barriada ni casa-cuartel de la Benemérita por lo tanto. Su demarcación, como puesto de primera línea de costa que era entonces, tenía 2’520 kilómetros de extensión longuitudinal a vigilar al objeto de evitar cualquier entrada ilícita de personas o mercancias. No hay que olvidar que la cercanía de la colonia británica de Gibraltar exigía una vigilancia constante para evitar el contrabando desde pequeñas embarcaciones que pudieran arribar a la costa.

Hoy día puede parecer escasa distancia a vigilar pero no hay que olvidar que por aquel entonces el servicio de Carabineros se prestaba en todo momento a pie y el despliegue en zona de costa solía hacerse a derecha e izquierda del acuartelamiento. 

Se trataba de un servicio prestado en la misma playa, que se montaba armado con pistola marca Astra modelo 400 de 9 mm. largo y carabina mauser modelo 1916 de 7 mm. Hay que recordar además que entonces apenas solía haber edificación alguna en esa zona de costa, no siendo habitual que la distancia de separación entre carabinero y carabinero, superase los quinientos metros de distancia y siempre enlazados a la vista y voz.

La plantilla del puesto estaba compuesta entonces, según el “Escalafón General del Cuerpo de Carabineros”, editado en 1936, por un sargento, un cabo, un corneta y diez carabineros de 2ª clase. Dicho puesto tenía encomendada la vigilancia desde la margen izquierda del río Guadiaro, confín entonces de la mentada 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras), hasta el lugar conocido como el Puntazo del Zorro. Su acuartelamiento tenía pabellones para el oficial jefe de la sección, así como para el comandante del puesto y diez carabineros casados, además de una “sala de armas” para alojamiento comunitario de los carabineros solteros.

Tal y como se mencionaba en dicho escalafón, el río Guadiaro estaba habilitado “para el embarque y desembarque de frutos nacionales con documentos de la Aduana de Estepona (Málaga). Igualmente se reseñaba que se trataba entonces de un “puesto de playa en despoblado”, existiendo carretera y disponiendo de pesca y caza menor. Su estación ferroviaria más próxima se encontraba en la localidad campogibraltareña gaditana de Castellar de la Frontera, mientras que el correo postal se recibía por conducto de la población malagueña de Estepona. Fue un puesto de extremada dureza que la Guardia Civil heredaría al desaparecer el Cuerpo de Carabineros e integrarse sus componentes en la Benemérita.

En el año 1965, del que estamos hablando actualmente, la plantilla nominal que constaba en Torreguadiaro, tanto en la plana mayor de la línea (sección) como en el puesto, en el mentado album obsequiado como recuerdo al antiguo coronel Buenaventura Cano Portal, jefe del 37º Tercio de la Guardia Civil (Málaga), nuevo general de brigada, estaba formada por: teniente Tomás García Arjona, sargento Germán Gutiérrez García, cabo Juan Soriano Melero, corneta José Alonso Zafra, así como los guardias 2º José González Albarrán, Juan Lozano Lucena, Juan Olivenza Marrollo, Manuel Fernández Corrales, Tomás Perdigón Picón, Salvador Serrano González, Juan Cabrera Moreno, Francisco Barragán Barragán, Manuel Quevedo Santana, Miguel Rodríguez Rodríguez y Cristóbal Pérez Villalba.  

La casa-cuartel de Torreguadiaro, propiedad del Estado y afectada al mismo desde el 1 de junio de 1928, estaba inscrita en el Registro de la Propiedad de San Roque y se encontraba situada junto al entonces punto kilométrico 135’500 de la antigua carretera N-340. Hoy desaparecida, estaba asentada sobre un solar de dos mil metros cuadrados de extensión, teniendo el acuartelamiento una planta de 506 metros cuadrados. Se había construido en terrenos de la entonces “Sociedad Industrial y Agrícola de Guadiaro”, que había procedido a su donación, libre de cargas, en escritura pública levantada por el notario de San Roque, Raimundo Casal Soto.

(Continuará).

 

 

martes, 22 de abril de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLXVI). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (50).

                           

Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 10 de marzo de 2025, pág. 11.


El original está ilustrado con dos fotografías en blanco y negro.


 

Gracias al álbum fotográfico que se entregó por el teniente coronel Juan Antonio Fajardo Quero, jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), al nuevo general de brigada Buenaventura Cano Portal, con motivo de su ascenso a dicho empleo por decreto núm. 2819/1965, de 10 de septiembre, puede conocerse los acuartelamientos y personal de dicha unidad que entonces se encontraba destinado en la misma.

En dicho álbum, al igual que los obsequiados con igual motivo por los tenientes coroneles Francisco Giménez Reyna, jefe de la 137ª Comandancia (Málaga), y Rafael Serrano Valls, jefe de la 237ª Comandancia (Cádiz), se detalla por compañías, líneas (secciones) y puestos, la relación nominal del personal del Cuerpo destinado en esa época así como las fotografías de conjunto y las de los acuartelamientos, muchos de los cuales ya no existen. 

Lamentablemente no estaban incluidas las matronas que prestaban su servicio en aeropuertos, puertos y fronteras terrestres. Si bien es cierto que no eran guardias civiles en el sentido formal de la palabra, formaban parte indiscutible del Cuerpo y vestían su uniforme específico del mismo color verde que los hombres, ya que quedaban todavía más de dos décadas para que hubiera mujeres guardias civiles. Aquellas matronas, aunque sometidas a un rígido régimen normativo propio, eran viudas o huérfanas del Cuerpo, y estaban obligadas a permanecer en estado de viudez o soltería, respectivamente. Realmente no se puede justificar su ausencia de tan magníficos álbumnes y deberían haber figurado en los mismos ya que formaban parte indiscutible de las plantillas de dichas comandancias. 

En el término municipal de San Roque se encontraban ubicadas en el año 1965 las cabeceras de dos de las siete compañías que componían la comandancia campogibraltareña. Concretamente se trataban de la 1ª Compañía, que tenía su cabecera en la población de Guadiaro, en cuya casa-cuartel estaba ubicado también el puesto de dicha pedanía sanroqueña, así como la 3ª Compañía que poseía su cabecera en la propia localidad de San Roque.

El capitán jefe de la 1ª Compañía (Guadiaro) era entonces José Ferrer Gil. La plana mayor de dicha unidad, al contrario que otras de la misma comandancia, no tenía entonces suboficial, al igual que tampoco el puesto de Guadiaro. En el álbum citado constan también con destino en dicho acuartelamiento los cabos 1º Manuel Sánchez Santos e Ismael Morera Pizarro, los guardias 1º Francisco Ramos Argain y Diego Sorroche Fuentes, así como los guardias 2º Juan Rengel Estrada, José Perales Cabello, Juan Atalaya López, Ramón Ramos Varo y Manuel Esquivel García. 

Sobre la casa-cuartel de Guadiaro entonces existente hay que hacer diversas consideraciones. En escalafones del siglo XX correspondientes al Cuerpo de Carabineros, en el primer periodo del rey Alfonso XIII, se encuentran en dicha barriada sanroqueña incluso cabeceras de sección. Sirva como ejemplo que a su mando estaban por ejemplo, en el del año 1901, el primer teniente Carlos Victoria Parrés; en el del año 1908, el segundo teniente Juan Fernández Adrados; y en el del año 1912, el segundo teniente de la escala de reserva Agustín Pérez Jares. 

Sin embargo, en los últimos años del citado régimen monárquico no consta su existencia, ocurriendo lo mismo en los escalafones oficiales editados durante la Segunda República, no siendo siquiera mencionado a nivel puesto, mandado por sargento o cabo. Lo mismo ocurrió en el extenso y minucioso “Escalafón General del Cuerpo de Carabineros” que en 1936, antes del inicio de la guerra civil, publicó el brigada Eusebio Fernández Chimeno, que contó con la colaboración de suboficiales, clases e individuos destinados en la “Secretaría de la Inspección General del Cuerpo”.

La principal referencia formal localizada corresponde a un escrito fechado el 25 de febrero de 1966 y firmado por el teniente general algecireño Ángel Ramírez de Cartagena Marcaida, entonces director general de la Guardia Civil. Diligenciado debidamente el 20 de mayo siguiente en el Registro de la Propiedad de San Roque, se hace constar que fue despachado por la oficina liquidadora el 31 de marzo anterior.

La finalidad de ello era solicitar la inscripción, a nombre del Estado, de la casa-cuartel de Guadiaro. Ésta se situaba, “entre la calle Tránsito y margen derecho del Río Guadiaro, mirando su parte principal hacia el indicado río, del término municipal de San Roque”. Tenía una superficie edificada de 248’79 metros cuadrados, más una superficie descubierta de otros 35’70 más. Sus linderos estaban limitados al norte por la mentada calle Tránsito, al sur por una plazoleta, al este por el río Guadiaro, y al oeste por la calle Posada, dándosele un valor aproximado de 276.700 pesetas.

Respecto a la procedencia de dicho edificio, se hacía constar expresamente que, “según gestiones practicadas era propiedad de D. Juan González Velasco, actualmente fallecido, y por referencia, se tiene conocimiento que por falta de pago en contribución, fue incautado el inmueble por Hacienda, si bien se carece de datos concretos y documentos en este sentido”.

Respecto al servicio que estaba destinada dicha finca se hacía constar: “Con anterioridad a nuestra Guerra de Liberación era ocupado por fuerzas de Caballería del extinguido Cuerpo de Carabineros, a la terminación de dicha Campaña, lo habitaron tropas del Ejército Nacional y en 1.946, una vez reparado el mentado edificio por los vecinos de la misma, pasó a ocuparlo las fuerzas de este Cuerpo, quien lo utiliza hasta la fecha”.

(Continuará).

 

miércoles, 16 de abril de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLXV). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (49).



Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 3 de marzo de 2025, pág. 10.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.

  

  

Por orden del Ministerio del Ejército, de 8 de noviembre de 1963, publicada cuatro días más tarde en el diario oficial, fue destinado con carácter voluntario, para el mando de la 337ª Comandancia (Algeciras), el teniente coronel de la Guardia Civil Juan Antonio Fajardo Quero, destinado hasta entonces en la “Mayoría” del 37º Tercio (Málaga).

El día 30 de dicho mes se incorporó a la comandancia campogibraltareña y comenzó a desarrollar las funciones propias de su nueva responsabilidad. Continuó a su frente, hasta que casi cuatro años más tarde, por orden del Ministerio del Ejército de 20 de septiembre de 1967, pasó a cubrir vacante de “libre elección” anunciada por otra orden ministerial de 18 de agosto anterior, siendo destinado a mandar la 205ª Comandancia (Jaén), a cuyo frente había estado el teniente coronel Guillermo Caldera del Pino. Dicha comandancia pertenecía al 5º Tercio (Córdoba), cuyo jefe era el coronel Germán Sánchez Montoya. 

A fin de la revista de septiembre el teniente coronel Fajardo causó baja en la jefatura de la 337ª Comandancia (Algeciras) del 37º Tercio (Málaga). El 10 de octubre siguiente se presentó en la comandancia jienense, “haciéndose seguidamente del mando, documentación y servicios de la misma, cesando en los expresados el Comandante 2º Jefe de la misma Don Francisco Pino Sirgado, que accidentalmente lo venía desempeñado”.

Pero llegados a este punto es necesario hacer un alto, ya que gracias al ascenso al empleo de general de brigada, con antigüedad final del 25 de agosto de 1965, del coronel Buenaventura Cano Portal, que estaba al frente del 37º Tercio (Málaga), los tenientes coroneles jefes de las 137ª Comandancia (Málaga), 237ª Comandancia (Cádiz) y 337ª Comandancia (Algeciras), le obsequiaron unos sendos álbumnes fotográficos con imágenes de todos sus componentes y acuartelamientos.

El general Cano, nacido el 16 de septiembre de 1905 en Málaga y huérfano de un comandante de Infantería, había ingresado el 30 de agosto de 1921, procedente de paisano, a los 15 años de edad y conforme lo dispuesto en la real orden de 16 de julio anterior, como alumno en la Academia de Infantería. Ésta se encontraba sita entonces en el Alcazar de Toledo. Siendo teniente de Infantería, destinado en el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta núm. 3, pasó con dicho empleo a la Guardia Civil con antigüedad de 31 de julio de 1929, obteniendo destino en la Comandancia de Ceuta.  

Siendo teniente coronel jefe de la 137ª Comandancia (Málaga) ascendió a coronel por orden del Ministerio del Ejército, de 27 de marzo de 1958, siendo nombrado jefe del 37º Tercio (Málaga) por otra orden ministerial de 21 de junio siguiente. Transcurridos siete años, por decreto 2820/1965, de 10 de septiembre, fue promovido al empleo de general de brigada, siendo destinado al mando de la 1ª Zona de la Guardia Civil (Sevilla) por otro decreto de 8 de octubre siguiente. Hay que significar que por orden del Ministerio del Ejército, de 7 de enero de 1966, le fue nombrado ayudante de campo el comandante Manuel Cabello Prieto, que estaba destinado en la 337ª Comandancia (Algeciras). Por decreto 2986/1966, de 11 de noviembre, el general Cano fue nombrado jefe de la 2ª Zona de la Guardia Civil (Barcelona), siendo nuevamente nombrado su ayudante de campo, por orden ministerial de 7 de diciembre siguiente, el comandante Cabello.

Finalmente el mentado general cesaría en dicho destino por decreto 1275/1967, de 11 de mayo, quedando a las órdenes del director general de la Guardia Civil, teniente general Ángel Ramírez de Cartagena Marcaida, quien había nacido en Algeciras el 24 de septiembre de 1901, siendo ministro del Ejército el teniente general Camilo Menéndez Tolosa. También hay que significar que éste, siendo entonces general de división, había sido gobernador militar del Campo de Gibraltar y jefe de la División núm. 22 por decreto de 22 de febrero de 1957 hasta que por decreto de 10 de diciembre de 1959 fue promovido su ascenso al empleo de teniente general.

Continuando con los álbumnes fotográficos citados hay que decir que afortunadamente, hoy día, esos impresionantes y magníficos documentos historiográficos se conservan y se encuentran depositados en la biblioteca del Servicio de Estudios Históricos de la Guardia Civil en Madrid. Gracias a ello tenemos un testimonio nominal y gráfico que desde el punto de vista histórico es único y extraordinario, ya que actualmente la mayor parte de sus miembros y casas-cuarteles han desaparecido.

Es por ello, que gracias al contenido del album correspondiente a la comandancia campogibraltareña, se van a ir exponiendo sucesivamente las plantillas de personal y acuartelamientos establecidos en el año 1965 en el término municipal de San Roque.

En dicho año la 337ª Comandancia (Algeciras) estaba mandada por el mentado teniente coronel Juan Antonio Fajardo Quero, quien contaba entonces con los comandantes Patrocinio Lobo Martín y Manuel Cabello Prieto. Dicha comandancia campogibraltareña estaba articulada orgánicamente entonces en siete compañías.

La 1ª Compañía tenía su cabecera en Guadiaro, donde residía también el puesto de dicha pedanía sanroqueña. Como primera línea (sección) estaba la de Torreguadiaro y su correspondiente puesto, igualmente ubicada en el término municipal de San Roque. A ello hay que añadir los puestos de Casafuerte, sito también en dicho municipio, y el de San Martín del Tesorillo, que entonces estaba asentado en el término municipal de Jimena de la Frontera. La segunda línea (sección) de dicha compañía era la de Carboneras, donde se ubicaba también el puesto pertinente, teniendo a su cargo los puestos de Guadalquitón y Torrenueva, ubicados igualmente ambos en el término municipal sanroqueño.

La 2ª Compañía tenía su cabecera en la Línea de la Concepción pero uno de sus puestos era el de Príncipe Alfonso, que estaba ubicado en la barriada sanroqueña de Campamento pero encuadrado en la línea (sección) de La Atunara. El resto de acuartelamientos de dicha unidad estaban distribuidos por el término municipal linense, habiendo sido ya detallado en su momento todo aquel despliegue en los correspondientes artículos publicados sobre dicho municipio en EUROPA SUR. La otra línea (sección) de dicha compañía estaba establecida en la barriada sanroqueña de Puente Mayorga, que contaba en la misma con su correspondiente puesto así como los de Carteya y Marinos. 

La 3ª Compañía tenía su cabecera en la casa-cuartel de San Roque, donde estaba ubicada también la línea (sección) de San Roque, de la que dependían a su vez el puesto existente en el interior de dicha población y el de El Toril, que estaba establecido a su entrada. También pertenecían a dicha línea los puestos de la Estación de San Roque, establecido junto a la red ferroviaria, así como el de Los Barrios, ubicado en el municipio limítrofe. Las otras líneas (secciones) de dicha compañía sanroqueña eran las de La Amoraima, con sus puestos de la residencia y Castellar de la Frontera, así como la de Jimena de la Frontera, con su correspondiente puesto y el establecido en la barriada de San Pablo de Buceite, además los asentados en las estaciones ferroviarias de Castellar y Jimena. 

Las otras cuatro compañías correspondían a otros municipios campogibraltareños que oportunamente se expondrán.

(Continuará).

 

miércoles, 9 de abril de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLXIV). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (48).


  Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 24 de febrero de 2025, pág. 9.


El original está ilustrado con dos fotografías en blanco y negro.

  

 

 

Tras ascender al empleo de coronel, con antigüedad del 8 de octubre de 1963, el teniente coronel Juan Salom Sánchez, jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), se cubrió su vacante un mes más tarde en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército núm. 255, de 12 de noviembre siguiente.

Se trataba del teniente coronel Juan Antonio Fajardo Quero, que estaba destinado en la plana mayor del 37º Tercio (Málaga). Con su nombramiento como jefe de la comandancia campogibraltareña, se rompió por primera vez la circunstancia de que el nuevo titular no procedía del Cuerpo de Carabineros. Pero tampoco procedía de aquellos cuadros de mando que habían pertenecido a la Benemérita desde antes del inicio de la guerra civil.

Fajardo, nacido el 12 de noviembre de 1920 en Granada y que había ingresado voluntariamente en el Ejército sublevado durante la guerra civil, se le asignó inicialmente su acceso cuando todavía tenía 17 años de edad, concretamente el 1 de julio de 1938. Pero posteriormente se le reconoció su verdadero ingreso al inicio de la contienda, con antiguedad del 20 de julio de 1936, cuando todavía tenía 15 años de edad. Cumplidos los 18 años obtuvo el empleo de alférez provisional de Infantería, tras haber finalizado el 28 de mayo de 1939 el correspondiente curso en la Academia Militar de Granada. Seguidamente fue destinado al Regimiento de Infantería Lepanto núm. 5, que el 12 de septiembre siguiente fue reorganizado con el nombre de Regimiento de Infantería núm. 45, con guarnición en Córdoba.

Por orden del Ministerio del Ejército, de 4 de enero de 1943, fue admitido al concurso-oposición anunciado en otra orden ministerial el 5 de noviembre anterior, para nutrir la escala profesional. El primer párrafo de la convocatoría no dejaba dudas al respecto:

“La mayoría de los oficiales provisionales y de complemento que todavía prestan servicio en las filas de nuestro Ejército vienen dando constantes pruebas de entusiasmo por la profesión y amor al estudio, como ha puesto de relieve la reciente convocatoria para ingreso en la Academia General Militar”.

Por lo tanto, y conforme al artículo 1º de dicha convocatoria, se anunció el correspondiente concurso-oposición en “las Academias Militares de Transformación de cada una de las Armas y del Cuerpo de Intendencia”, al que podían concurrir los oficiales citados. 

Podían concurrir tanto los presentes en las filas del Ejército de Tierra como los que hubieran sido licenciados con carácter forzoso. Todos ellos debían estar en posesión del título de bachiller y “contar con un mínimo de seis meses de permanencia en los frentes de combate”. Evidentemente no se referían a los combatientes del bando republicano. Había acaecido una trágica e injusta guerra civil y poca excepción, salvo contados casos, para los que habían perdido la contienda.

Las plazas convocadas eran 600 de Infantería, 100 de Caballería, 250 de Artillería, 150 de Ingenieros y 100 de Intendencia. El periodo de transformación se fijaba en 18 meses, “transcurridos los cuales, si terminan con aprovechamiento los estudios, los Caballeros Oficiales Cadetes serán promovidos a alféreces profesionales, con antigüedad de 1 de marzo de 1945, escalafonándose a continuación de los caballeros alféreces cadetes pertenecientes a la primera convocatoria de la Academia General Militar”.

Encontrándose destinado ya como alférez en el Regimiento de Infanteria Covadonga núm. 5, de guarnición en Alcalá de Henares (Madrid), ascendió al empleo de teniente de Infantería, prosiguiendo en dicha unidad. Por orden de 5 de septiembre de 1946, publicada cuatro días más tarde en el Boletín Oficial del Estado núm. 252, fue designado junto a otros oficiales del mismo empleo para ocupar plaza en el Cuerpo de la Guardia Civil.

Ello fue como resultado parcial del concurso anunciado por orden de 6 de julio anterior, ampliada por otra de 20 de igual mes, para cubrir 50 vacantes de teniente en la Benemérita con oficiales pertenecientes a las Armas de Infantería y Caballería procedentes de las Academias de Transformación y Academias de dichas Armas.

Dichos oficiales causaron alta en la Guardia Civil y baja en su Arma de procedencia el 1º de octubre siguiente, realizando el correspondiente curso de información en el Centro de Instrucción del benemérito Cuerpo en Madrid. 

En el empleo de teniente estuvo destinado en la 136ª Comandancia (Granada), ejerciendo el mando de la Línea de Herradura, que estaba encuadrada en la 7ª Compañía (Orjiva). Ascendido al empleo de capitán con antigüedad del 17 de julio de 1952 fue destinado a Palma de Mallorca, pasando a formar parte de la 144ª Comandancia. Encontrándose allí se le concedió licencia especial, por otra orden ministerial de 4 de marzo del año siguiente, para contraer matrimonio canónico con Trinidad Gómez Molina.

Por orden del Ministerio del Ejército, de 20 de abril de 1953, siendo su titular el teniente general Agustín Muñoz Grandes, que cuando era general de división había sido gobernador militar del Campo de Gibraltar, además de jefe de la División núm. 22, entre el 7 de febrero de 1941 y el 11 de julio siguiente, el capitán Fajardo volvió a ser destinado, en turno de provisión normal, a la 136ª Comandancia (Granada). Allí le fue adjudicado seguidamente el mando de la Compañía de Motril, donde permaneció hasta su ascenso al empleo de comandante por orden del Ministerio del Ejército, de 25 de febrero de 1957, concediéndosele la antigüedad de 1 de noviembre anterior.

Por orden fechada tan sólo dos días más tarde, publicada en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército núm. 53, de 3 de marzo de 1957, y suscrita por su titular, el teniente general Antonio Barroso Sánchez-Guerra, resultó que el comandante Fajardo fue destinado, en turno de provisión normal y carácter voluntario, a la 237ª Comandancia (Cádiz). Hay que significar que dicho ministro había sido también gobernador militar del Campo de Gibraltar, nombrado por decreto de 30 de marzo de 1951 y cesado por decreto de 23 de octubre de 1963, al ser designado como capitán general de la 9ª Región Militar (Granada) y jefe de la División núm. 23.

Respecto al comandante Fajardo hay que decir que fue destacado a Jerez de la Frontera, permaneciendo en la comandancia gaditana hasta que por orden ministerial de 25 de octubre de 1960, suscrita por el mentado ministro, fue destinado nuevamente a la 136ª Comandancia (Granada).

Con antigüedad de 2 de abril de 1962 fue ascendido cinco días más tarde al empleo de teniente coronel, quedando afecto para documentación y haberes al 36º Tercio (Granada). Posteriormente, por otra orden ministerial, de 4 de diciembre siguiente, fue destinado voluntariamente a la plana mayor del 37º Tercio (Málaga). 

Incorporado a la capital malagueña en la revista de enero de 1963, se mantuvo desempeñando sus cometidos al frente de la “Mayoría”, pero sólo hasta el 15 de noviembre de dicho año. Ello fue debido a que por orden del Ministerio del Ejército, de fecha 8 de dicho mes, publicada cuatro días más tarde, fue destinado, con carácter voluntario, para el mando de la 337ª Comandancia (Algeciras), al igual que el ya coronel Salom lo era al 23º Tercio de Fronteras (Pamplona).

(Continuará).

  

 

miércoles, 2 de abril de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLXIII). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (47).


 Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 17 de febrero de 2025, pág. 11.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.

  

 

Una vez expuesto el cuadro de oficiales que se encontraban destinados al inicio de la década de los años sesenta del siglo XX en el término municipal de San Roque, tanto los encuadrados en la Compañía de San Roque como en la Compañía de Guadiaro, ambas de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), resulta también de interés conocer a sus principales subordinados.

Sirva para ello el “Escalafón”, elaborado por el Negociado 2º de la Sección de Personal de la Dirección General de la Guardia Civil, cerrado en 1º de febrero de 1962, relativo a los subtenientes, brigadas, sargentos 1º, sargentos, cabos 1º, cabos, aspirantes y guardias jóvenes aprobados para cabo, músicos y matronas; con indicación del personal del C.A.S.E. (Cuerpo Auxiliar Subalterno del Ejército) y practicantes de Sanidad Militar que entonces prestaban servicio en la Benemérita.

Por aquel entonces, salvo seis subtenientes del antiguo Cuerpo de Carabineros, todos los demás, formaban parte del escalafón único de la Guardia Civil, que procedía de los carabineros y guardias civiles que habían ingresado en sus respectivos Institutos antes de la Guerra Civil 1936-1939, así como posteriormente, “formado con arreglo a la Orden ministerial de 14 de octubre de 1944”. Ésta había sido publicada tres días después en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército núm. 234.

Así, entre las diferentes unidades ubicadas en el término municipal de San Roque,  figuraba en el mentado escalafón, por orden de antigüedad, el subteniente Francisco Rivera Izquierdo, comandante de puesto de El Toril, que procedía de la Guardia Civil antes de 1936.

Respecto a los brigadas, se encontraban destinados en San Roque tanto Ginés Aldeguer Jaén como Manuel Romero García, que procedían de Carabineros; mientras que en Guadiaro estaba Enrique Portillo Cordero y en Puente Mayorga se hallaba Francisco Cristín Pineda, que habían ingresado en la Benemérita despues de la guerra civil. 

Como sargentos 1º, aunque había dos destinados en otras localidades de la 337ª Comandancia (Algeciras) como Jimena de la Frontera y La Línea de la Concepción, no había ninguno encuadrado en las dos compañías del término municipal sanroqueño que tenían su cabecera en las poblaciones de San Roque y Guadiaro.

En cambio, respecto al empleo de sargento se encontraban destinados Crispín García Calvo, en puesto de San Roque; Juan Expósito Roldán, en el puesto de Torre Guadiaro; y Francisco López Astorga, en el puesto de Casafuerte.

Los cabos primeros y cabos del mentado escalafón único del Cuerpo de la Guardia Civil, “a quienes comprende el caso 8º de la Orden del Ministerio del Ejército de fecha 27 de mayo de 1944”, publicada al día siguiente en el D.O. núm. 119, destinados en el término municipal de San Roque, eran al inicio de 1962 los que seguidamente se citan.

Antes significar que dicho caso 8º establecía que los cabos promovidos a este empleo con antigüedad posterior a la ley de 15 de marzo de 1940, constituirían un escalafón único, y seguirían los que no lo hubieran efectuado, un curso de capacitación para servir indistintamente en cualquier especialidad.

Así, correspondiente a la IX Promoción, que había comenzado a ascender a cabo con antigüedad de 22 de diciembre de 1950, estaba Marcelino Larraz Lozano, destinado en el puesto de El Toril. En cambio no había ninguno perteneciente a la X Promoción, que empezó a ascender a cabo con antigüedad de 16 de mayo de 1952. De la XI Promoción, que había comenzado a ascender a cabo con antigüedad de 15 de enero de 1953, se encontraba José García Bellver, destinado en la estación ferroviaria de San Roque. De la XII Promoción, que había empezado a ascender a cabo con antigüedad del 24 de enero de 1954, se hallaba Santiago Montilla Mayo, destinado en el puesto de San Roque. De la XIII y XIV Promociones no había nadie en dicho término municipal. De la XV Promoción, que había iniciado su ascenso a cabo con antigüedad de 9 de febrero de 1957, estaba Francisco Correro Peña, destinado también en el puesto de San Roque. De la XVI Promoción no había ninguno destinado en dicho término municipal. De la XVII Promoción, que había iniciado su ascenso al empleo de cabo con antigüedad del 1 de abril de 1959, se encontraba Fabián Escrig Bellés, destinado en el puesto de El Toril. De la XVIII Promoción, que había iniciado su ascenso al empleo de cabo con antigüedad de 1 de febrero de 1960, se hallaba Manuel Sánchez Santos, destinado en el puesto de Guadiaro. De la XIX Promoción, que había iniciado su ascenso al empleo de cabo con antigüedad de 1 de diciembre de 1960, estaban Antonio Martín López Cara, destinado en el puesto de San Roque, así como Pedro Ferrero Sanz, destinado en el puesto de Guadiaro. De la XX Promoción, que había iniciado también su ascenso al empleo de cabo con antigüedad de 1 de diciembre de 1960, se encontraban Miguel Hinojosa Sicilia, destinado en el puesto de Guadarranque; así como Rafael Baena Portillo, destinado en el puesto de Casafuerte; Prudencio Izquierdo Hernández, destinado en el puesto de Torreguadiaro; Juan Patricio Fernández, destinado en el puesto de Puente Mayorga; Juan Paloma Benítez, destinado en el puesto de Torrenueva; y Nicolás Mora Fernández, destinado en el puesto de Carboneras.

Seguidamente se encontraba aparte, la relación de los cabos de la XXI Promoción, “cuya colocación se llevará a efecto una vez terminado el curso de aptitud para tal empleo todos los componentes de la misma”. Destinado en el término municipal de San Roque estaba Carlos Moguel Cuenca, concretamente en el puesto de Guadalquitón.

Mención especial tiene el escalafón de matronas de 1962, una importante especialidad, nunca reconocida como tal, que procedía del desaparecido Cuerpo de Carabineros y que fue asumida por la Guardia Civil, al hacerse cargo de las misiones aduaneras encomendadas a aquel Cuerpo tras la entrada en vigor de la ley de 15 de marzo de 1940. Se trataban de viudas y huérfanas solteras de antiguos miembros de Carabineros y la Benemérita que realizaban entonces una importante labor del resguardo fiscal, hoy día todavía no suficientemente reconocida.

Si bien en el Campo de Gibraltar, y en elevada proporción, estaban destinadas en La Línea de la Concepción, para proceder principalmente en su aduana al registro corporal de las mujeres que intentaban introducir género de contrabando proveniente de la colonia británica de Gibraltar, también las hubo destinadas en unidades desplegadas en el término municipal de San Roque.

Tal fue el caso entonces de Antonia Álvarez Camarano, que estaba destinada en el puesto de la estación ferroviaria de San Roque, así como de Teresa Álvarez Méndez, destinada en el puesto de El Toril.

A aquellas había que añadir un “Grupo especial, a extinguir, de las matronas de Aduanas procedentes de la Zona Norte de Marruecos”, tras la independencia del reino alauita en 1956 que puso fin al Protectorado español. De las quince mujeres que se relacionaban en tan sinular escalafón había cuatro encuadradas en la 337ª Comandancia (Algeciras), estando destinadas en el puesto de El Toril las matronas María del Carmen García Álvarez e Isabel López Almeida.

(Continuará).

 

 

lunes, 24 de marzo de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLXII). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (46).


  Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 10 de febrero de 2025, pág. 10.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.

  


 

Durante los cinco años que el teniente coronel Juan Salom Sánchez fue jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), concretamente entre el mes de noviembre de 1958 y el mes de noviembre de 1963, ya se ha citado en los dos artículos anteriores a buena parte de los oficiales que estuvieron destinados bajo su mando en el término municipal sanroqueño. 

Sin ser el único municipio del Campo de Gibraltar que conformaba territorialmente ambas unidades, se han mentado los capitanes y tenientes que estaban encuadrados en aquél, tanto en la Compañía de San Roque, cuya cabecera se hallaba ubicada en el casco urbano de la localidad que le daba nombre, como los que se encontraban destinados en la Compañía de Guadiaro. 

Hay que significar que esta última unidad sanroqueña tuvo realmente una entidad excepcional durante aquellos años, entre 1954 y 1963. Salvo dicho periodo de tiempo, Guadiaro fue durante muchas décadas, sólo posicionamiento de puestos, y en largas ocasiones, de cabeceras de secciones o líneas, de Carabineros hasta 1940 incluido y después de la Guardia Civil, pero no de cabecera de compañía. 

La razón de ello, encomendándose a un capitán la dirección, impulso y vigilancia de los servicios establecidos, que como se ha visto tuvo varios relevos diferentes, se debió a varias razones. Éstas fueron no sólo la lucha contra el lamentable contrabando procedente de la colonia británica de Gibraltar, sino también impedir la huida hacia Marruecos de miembros de la guerrilla antifranquista, cuyas partidas iban siendo desarticuladas, así como la aprehensión de armamento militar destinado o utilizado por la misma, tal y como se citó en su momento. 

Dicha nómina de oficiales, prosiguiendo el listado de los ya referenciados anteriormente, hay que completarla en el caso de la Compañía de San Roque, desde 1958 hasta fin de 1963 y con residencia en dicha población. 

El primero de ellos fue el capitán Agustín Arnés Vicente, perteneciente a la VII Promoción (1948-1952) de la Academia General Militar y procedía de Infantería, habiendo estado destinado como teniente en el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas Alhucemas núm. 5, ubicado en Segangán. 

Por orden del 13 de abril de 1955, del Ministerio del Ejército, y tras realizar el “Curso de Información” en el Centro de Instrucción de la Guardia Civil, pasó a ingresar en la Benemérita junto a una veintena de tenientes de Infantería y Caballería. Tres años más tarde, procedente como teniente de la Comandancia Móvil de Sevilla, fue destinado, recién ascendido al empleo de capitán, a la 337ª Comandancia (Algeciras), con carácter forzoso. Concretamente fue por orden del Ministerio del Ejército, de 25 de abril de 1958, siéndole seguidamente asignado el mando de la Compañía de San Roque, en relevo del capitán Mariano Cobos Blanca, que había ascendido al empleo de comandante y había sido destinado con carácter forzoso a la 231ª Comandancia (Manresa). 

Hay que significar que Cobos, que procedía de Carabineros, tras otro destino en la 121ª Comandancia (Cáceres), regresaría destinado, por orden ministerial de 23 de julio de 1960, a la provincia gaditana, si bien esta vez a la 237ª Comandancia (Cádiz). Ahí permanecería hasta su ascenso al empleo de teniente coronel por orden del Ministerio del Ejército, de 2 de mayo de 1963, quedando afecto para documentación y haberes al 37º Tercio (Málaga).

Respecto al citado Arnés, permaneció al frente de la compañía sanroqueña hasta que por orden de 21 de agosto de 1961, dimanante del Ministerio del Ejército, siendo todavía capitán, fue destinado para el mando del Sector de Sevilla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Por aquel entonces los subsectores provinciales estaban mandados por tenientes, encontrándose Rufino Mohedas Gómez al frente del de Cádiz.

La vacante de la mentada Compañía de San Roque fue ocupada por el capitán Mariano Pellúz Zaragoza, que fue destinado a la 337ª Comandancia (Algeciras), con carácter forzoso, por orden del Ministerio del Ejército, de 26 de abril de 1962. Dicho oficial, que había sido carabinero del puesto sanroqueño de Guadalquitón antes de la guerra civil, procedía por ascenso del mando de la línea de Totana, perteneciente a la 235ª Comandancia de la Guardia Civil (Murcia). Dado el carácter forzoso de su destino a la comandancia campogibraltareña, pudo solicitar destino una vez transcurrido un año, siendo destinado seguidamente a la mentada comandancia murciana, haciéndose cargo del mando de la Compañía de La Unión.

Ocupó su vacante el capitán Julián del Campo Granados. Éste ya estaba destinado en Algeciras, tras su ascenso a dicho empleo con antigüedad del 29 de octubre de 1962, procedente del mando de la línea de Villaverde, que pertenecía a la 301ª Comandancia (Madrid). Permaneció al frente de la Compañía de San Roque hasta que por orden del Ministerio del Ejército, de 29 de abril de 1967, pasó destinado a la 112ª Comandancia (Madrid), siéndole seguidamente asignado el mando de la Compañía de Colmenar Viejo. Hay que significar que procedía del Colegio de Guardias Jóvenes y había obtenido su primer destino como guardia 2º cuando fue destinado el 16 de enero de 1935 al 4º Tercio Móvil (Madrid), por el entonces inspector general de la Guardia Civil Cecilio Bedia de la Cavallería, que era general de brigada de Artillería.

En relación a los tenientes destinados en la propia localidad de San Roque, como jefe de su línea (sección), hay que recordar que su hasta entonces titular, Cándido Adrián Lucena, cumplió 53 años el 5 de abril de 1961. Debe significarse que esa era la edad prevista en dicho empleo militar para dejar entonces el servicio activo. Estaba prevista en la ley de 15 de julio de 1952, por la que se aplicó al Cuerpo de la Guardia Civil la ley de 5 de abril de ese mismo año, “relativa a la modificación de las edades para el mando de Unidades armadas y pase a la situación de reserva o retiro de los Generales, Jefes y Oficiales de la Escala Activa de las Armas y Cuerpo de Estado Mayor”.

Esta última norma se extendió entonces a la Benemérita, ya que “por formar parte integrante del Ejército de Tierra el Cuerpo de la Guardia Civil, con mando, disciplina y fuero militar, no puede quedar constituyendo una excepción al adoptarse medidas de carácter general para las Armas, en cuanto a la exigencia de aptitud física para el desempeño de Unidades armadas, así como en el señalamiento de edades límites para la vida activa”.

Le sucedió en el mando de la línea de San Roque el teniente Ramón Mata Llaves, procedente de Carabineros, que hasta entonces era el jefe de la línea de Campamento, ubicada también en el término municipal sanroqueño. Permaneció en aquel destino hasta su ascenso a capitán, con antigüedad de 26 de marzo de 1964. Seguidamente fue destinado a la 237ª Comandancia (Cádiz), siéndole asignado seguidamente el mando de la Compañía de Chiclana de Frontera. No obstante, apenas permaneció un año al frente de dicha unidad ya que por otra orden del Ministerio del Ejército, de 24 de junio de 1965, fue destinado forzoso a la 135ª Comandancia (Albacete).

(Continuará).

 

lunes, 17 de marzo de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLXI). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (45).


 Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 3 de febrero de 2025, pág. 11.


El original está ilustrado con dos fotografías en blanco y negro.

  


 

Continuando con las fuerzas de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras) existentes en el término municipal de San Roque a mediados de los años 50 del siglo XX, que se citaban en el artículo anterior, hay que recordar que entonces también había un vasto despliegue de la Benemérita fuera de dicha población.

Incluso hubo durante cierto tiempo, como consecuencia de las necesidades del servicio, otra compañía territorial con sus propias líneas y puestos ubicada también en el mismo término municipal. Concretamente su cabecera se hallaba establecida en la barriada de Guadiaro, situada a unos quince kilómetros de la localidad de San Roque, donde se ubicaba la otra compañía. 

No hay que olvidar que el despliegue de la Guardia Civil de esa época era muy superior al que hubo antes de la absorción e integración del Cuerpo de Carabineros como consecuencia de la ley de 15 de marzo de 1940. Precisamente, en la provincia de Cádiz en general y en el Campo de Gibraltar en particular, el número de efectivos de carabineros que hubo anteriormente era muy superior al de guardias civiles, tal y como se ha ido exponiendo en artículos anteriores.

Lamentablemente no se ha podido todavía, por diversas razones, tener acceso a toda la documentación que sería deseable, pero sí se pueden precisar diversas cuestiones, gracias a los escalafones y escalillas localizadas así como a las hojas de servicio disponibles en la Sección de Guardia Civil del Archivo General del Ministerio del Interior y del Servicio de Estudios Históricos de la Guardia Civil.

Así, respecto a la Compañía de Guadiaro, cuya cabecera estaba asentada en dicha barriada sanroqueña que le daba nombre, se tiene constancia de su existencia desde el año 1954 hasta 1963. Debe significarse que hubiese, durante al menos casi nueve años, dos cabeceras de compañías de la Guardia Civil en el término municipal de San Roque, fue un hecho excepcional que no se había dado anteriormente, ni en el Cuerpo de Carabineros ni en la Benemérita. 

Dicha circunstancia sólo había acaecido hasta entonces en esa Comandancia en el término municipal de La Línea de la Concepción. Ésta, además de haber destacado allí, en determinados y largos periodos, a uno de sus comandantes, para un mayor impulso y vigilancia del servicio, había tenido una compañía para el resguardo fiscal de la aduana terrestre española con la colonia británica de Gibraltar, así como otra compañía para la vigilancia de su costa y su zona terrestre inmediata. En este último caso, incluía para ello, con sus unidades correspondientes, las zonas de Campamento y Carboneras que se encontraban enclavadas a su vez en el término municipal de San Roque. 

La lucha contra el contrabando procedente del Peñón fue durante más de un siglo, el principal problema que padeció el Cuerpo de Carabineros en el Campo de Gibraltar. De hecho, ello fue, tal y como se relató en su momento, lo que motivó la creación en 1878 de la Comandancia de Algeciras, desgajándola territorialmente de la Comandancia de Cádiz. Y cuando dicho Cuerpo desapareció como tal, integrando su personal, acuartelamientos y misiones en el de la Guardia Civil, la Benemérita terminó por mantener dicha Comandancia, la única de las veinte que absorbió. 

Regresando al año 1954 y a la Compañía de Guadiaro, significar que inicialmente se encontraba a su frente el capitán Manuel Durán Saénz (1954/1956), que procedía del antiguo Cuerpo de Carabineros. Sucesivamente fue relevado por los capitanes Pedro González Miguel (1957/1958) y Bonifacio Delgado Marín (1959/1960), ambos igualmente procedentes de Carabineros. Luego siguió el capitán José García Castillo (1961/1962), que anteriormente había sido teniente de Infantería, pero que por orden del Ministerio del Ejército, de 6 de septiembre de 1955, cuando se encontraba destinado en el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Llano Amarillo núm. 7, fue designado para realizar el “Curso de Información” para pase al Cuerpo de la Guardia Civil, ingresando posteriormente en dicho empleo a la 137ª Comandancia (Málaga). El último capitán que hasta el momento se ha tenido constancia del mando de la Compañía de Guadiaro es José Docampo Salinas (1963), que procedía de Carabineros. 

En referencia a las líneas (secciones) de la Guardia Civil mandadas por oficiales, cuyas cabeceras estaban distribuidas por el término municipal sanroqueño, en otras barriadas o pedanías, y fuera por lo tanto de la localidad que le daba nombre, se han localizado un total de cuatro: Campamento, Carboneras, Guadiaro y Torreguadiaro.

Así, en la línea (sección) de Campamento, se ha localizado al teniente Avelino Palau Sastre (1947/1948), procedente de la Guardia Civil antes de 1940, si bien, al menos durante la década siguiente no volvieron a constar otros oficiales en las sucesivas escalillas. En cambio, transcurrido ese tiempo, se fueron relevando los tenientes José Docampo Salinas (1958/1959), ya citado anteriormente; Ramón Mata Llaves (1960/1961), procedente igualmente de Carabineros; Antonio Manzano Rodríguez-Nadales (1961/1962), procedente de la Guardia Civil con anterioridad a 1940; y Santos Rivera Alonso (1963/1964), que procedente de guardia 2º, había ingresado como caballero cadete en 1957 en la XVII Promoción de la Academia General Militar en Zaragoza, obteniendo el empleo de teniente en 1962 con la VIII Promoción de la Academia Especial de la Guardia Civil en Madrid.  

Respecto a la línea (sección) de Carboneras, constan en las escalillas, los tenientes Jesús Fernández Gómez (1947/1948) y Daniel Ávila Díaz (1949/1951), ambos procedentes de la Guardia Civil antes de 1940; no volviendo a figurar oficial alguno hasta el teniente Juan Ruiz Paterna (1958/1959), que también procedía de la Benemérita antes de 1940; seguido del también teniente Mateo Manzano Morales (1961), que había ingresado como caballero cadete en 1956 en la XV Promoción de la Academia General Militar, obteniendo el empleo de teniente en 1960 con la VI Promoción de la Academia Especial de la Guardia Civil.    

En relación a la línea (sección) de Torreguadiaro (citado a veces como Torre Guadiaro), consta el teniente Abel Pérez Miró, procedente de la Guardia Civil antes de 1940; y tras un periodo de casi una década en el que la cabecera de la unidad pasó a la casa-cuartel de la barriada de Guadiaro, se volvió a Torreguadiaro con los tenientes Manuel Palau Carrera (1958), que había ingresado como caballero cadete en 1953 en la XIII Promoción de la Academia General Militar, obteniendo el empleo de teniente en 1957 con la III Promoción de la Academia Especial de la Guardia Civil; Alejandro Zamora Gallego (1958/1959) y Manuel Peña Martín (1959/1960), procedentes de la Guardia Civil antes de 1940; José Ferrer Gil (1961/1962), que había ingresado como caballero cadete en 1956 en la XV Promoción de la Academia General Militar, obteniendo el empleo de teniente en 1960 con la VI Promoción de la Academia Especial de la Guardia Civil; y Juan Alonso Bullido (1963/1964), que procedía de Carabineros. 

Por último, la línea (sección) de Guadiaro estuvo al mando de los tenientes Abel Pérez Miró (1949/1951), ya citado anteriormente, y Miguel Segador Borrasca (1951/1952), procedente de la Guardia Civil antes de 1940; así como de Enrique Campos Benitez (1952/1954), que procedía del antiguo Cuerpo de Carabineros. 

(Continuará).

 

domingo, 9 de marzo de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLX). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (44).


 Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 27 de enero de 2025, pág. 14.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.

  

 

En el artículo anterior se pudo reflejar, junto a otras vicisitudes, quienes eran los jefes y oficiales de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), que mandaba el teniente coronel Juan Salom Sánchez, según la “Escalilla de Generales, Jefes y Oficiales” publicada al comienzo de 1963. Pero resulta también de gran interés conocer quienes eran los subtenientes, brigadas, sargentos 1º, sargentos, cabos 1º, cabos, aspirantes y guardias jóvenes aprobados para cabo, músicos y matronas; con indicación del personal del C.A.S.E. (Cuerpo Auxiliar Subalterno del Ejército) y practicantes de Sanidad Militar que allí prestaban servicio.

Antes de proseguir hay que significar que si bien hasta la entrada en vigor del decreto 3.223/1965, de 28 de octubre, sobre aplicación de un programa de medidas para el desarrollo económico-social del Campo de Gibraltar, no se creó la Comarca que hoy conocemos, la historiografía de su Comandancia de la Guardia Civil no es menos compleja, tal y como se ha venido publicando.

Realmente se trata de una historia que todavía está por concretar en toda su extensión y que, poco a poco, con el estudio y obtención de la información que se va obteniendo, se puede ir descubriendo. De hecho, puede afirmarse con firmeza, que no ha habido ni hay actualmente en el territorio español una zona similar, siendo la razón principal de ello el padecimiento de la colonia británica de Gibraltar.

En el ámbito del Cuerpo de la Guardia Civil, tras exponerse la herencia procedente del Cuerpo de Carabineros y la influencia ya relatada en capítulos anteriores de la ampliación territorial, a costa de las Comandancias de Cádiz y de Málaga, que tuvo entre 1944 y 1948, la Comandancia de Algeciras vio seguidamente reducida significativamente su demarcación. Ello se debió, principal pero no exclusivamente, a la demarcación territorial que en cada periodo de tiempo tuvo la entonces existente Comandancia Militar del Campo de Gibraltar.

Hay que recordar que por decreto de 12 de noviembre de 1948, publicado el 18 de diciembre siguiente en el Boletín Oficial del Estado núm. 353, se dispuso que habían desaparecido las razones que habían aconsejado en el decreto de 24 de julio de 1942, publicado el 6 de agosto siguiente en el BOE núm. 218, ampliar la especial jurisdicción gubernativa del gobernador militar del Campo de Gibraltar. 

En este decreto, tal y como se expuso en artículos anteriores, cuando la Segunda Guerra Mundial se encontraba en su plenitud, se puso bajo la jurisdicción de la mentada autoridad militar campogibraltareña, por “razones del mejor servicio”, la mayor extensión territorial que ha existido hasta la fecha.

Por una parte se recuperó la antigua y vasta demarcación establecida en el real decreto de 2 de noviembre de 1904, publicado diez días después en la Gaceta de Madrid núm. 315. Ello comprendía entonces los términos municipales malagueños de Ronda, Arriate, Montejaque, Benaoján, Jimena de Libar, Cortes de la Frontera y Gaucín; así como los términos municipales gaditanos de Jimena de la Frontera, Castellar de la Frontera, Los Barrios, San Roque, La Línea de la Concepción, Algeciras, Tarifa, Vejer de la Frontera (con toda la laguna de la Janda incluido Barbate que entonces era todavía una de sus pedanías) y Alcalá de los Gazules. 

A todo ello, se incrementaron en el mentado decreto de 1942, los términos municipales malagueños de Casares y Manilva, así como el gaditano de Conil de la Frontera. Es decir, nunca había tenido el gobernador militar del Campo de Gibraltar, tan extensa demarcación territorial a su cargo .

Igualmente, y conforme se continuaba exponiendo en el citado decreto, se le otorgó al mentado gobernador militar del Campo de Gibraltar, sobre todos los términos municipales citados, las mismas facultades que en relación con los servicios de “Orden Público, Vigilancia y Policía”, asignaba el real decreto de 21 de septiembre de 1880, y las que sobre las Fuerzas de los Resguardos de Mar y Tierra determinaba la real orden de 21 de diciembre de 1877.  

Por lo tanto, en el mentado decreto de 1948 se dispuso que la especial jurisdicción gubernativa del gobernador militar del Campo de Gibraltar se redujera. Quedó circunscrita sólo a los términos municipales de Algeciras, Tarifa, Los Barrios, San Roque y La Línea de la Concepción, “en cuyo territorio tendrá al efecto a sus inmediatas órdenes al personal de la Guardia Civil y la Policía que se le adscriba”, manteniendo dentro de dicha zona sus atribuciones sobre los resguardos de mar y tierra.

Ello provocó, en el ámbito de la seguridad pública y el resguardo fiscal, que entre los años 1950 y 1954, los puestos de la Guardia Civil existentes en los términos municipales de Castellar de la Frontera y Jimena de la Frontera, dejaron de estar encuadrados en la 337ª Comandancia (Algeciras) y pasaron a estarlo en la 237ª Comandancia (Cádiz). Lamentablemente no se ha localizado por el momento apenas documentación consultable de libre acceso, pero sí se tiene constancia, a través de los escalafones y las hojas de servicio del personal afectado, que en los años citados, los guardias civiles destinados en dichos puestos no pertenecieron a la comandancia campogibraltareña.

Sí se ha constatado que al inicio del mentado año 1950, cuando la Compañía de Jimena de la Frontera pertenecía todavía a la 337ª Comandancia (Algeciras), su jefe era el capitán Tomás Peral Herrero, procedente del desaparecido Cuerpo de Carabineros. Sin embargo, al ser transferida la demarcación territorial de dicha compañía a la 237ª Comandancia (Cádiz), como consecuencia de la reorganización hecha, los jefes de la mentada unidad fueron sucesivamente los capitanes Antonio Usieto Borau (1950-1952), procedente de Carabineros; José Pérez Corchero (1952-1953), procedente de la Guardia Civil desde antes de 1940; y Pedro González Miguel (1953-1954), también procedente de Carabineros. Cuando se expongan en futuros artículos los despliegues territoriales de la Guardia Civil en los términos municipales de Castellar de la Frontera y Jimena de la Frontera, se profundizará en dicho tema.

Respecto al término municipal de San Roque hay que significar que entonces siempre permaneció encuadrado en la 337ª Comandancia (Algeciras). En dicho periodo de tiempo, y dado que la cabecera de la Compañía de San Roque estaba ubicada en la población que le da nombre propio, sus jefes fueron los capitanes Salvador García Escribano (1947-1948), que procedía del antiguo Cuerpo de Carabineros; Tomás Ruiz Fernández (1948-1950) e Isidro Mateos Tejedor (1950-1953), ambos procedentes de la Guardia Civil con anterioridad a 1940; así como Antonio Morillo Domínguez (1953-1955) y Mariano Cobos Blanca (1955-1958), que procedían de Carabineros. 

Respecto a los tenientes destinados en la misma población de San Roque, como sucesivos jefes de su línea (sección), estuvieron José García Arance (1949-1950), Perfecto Otero Batalla (1950-1953) y José Sánchez Pérez (1953-1956), todos ellos procedentes de Carabineros, así como Cándido Adrián Lucena (1956-1961) que procedía de la Guardia Civil desde antes de 1940.

No hay que olvidar que dicho término municipal tiene una extensión de casi 147 kilómetros cuadrados y posee una privilegiada situación geográfica en el Estrecho de Gibraltar. Como próximamente se verá hubo en ese municipio otras líneas (secciones) e incluso otra cabecera de compañía.

(Continuará).