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miércoles, 20 de agosto de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN ALGECIRAS (I). LOS ORÍGENES.

 

Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en EUROPA SUR el 9 de junio de 2025, pág. 16.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.

 


En el capítulo anterior se ha citado cuando por real orden de 25 de noviembre de 1844, dimanante del entonces Ministerio de Gobernación, se procedió a la distribución del personal en los diferentes Tercios del nuevo Cuerpo de la Guardia Civil, “para que marche a cada Provincia la fuerza que en aquella le está asignada”. 

El Tercer Tercio, al frente del coronel José de Castro, comprendía las provincias de Cádiz, Córdoba, Huelva y Sevilla, fijándose su cabecera en la capital de esta última. Hay que significar que entonces las unidades de ámbito provincial de la Benemérita, que comenzaban a desplegarse a lo ancho y largo de España, no tenían todavía la denominación que hoy día se utiliza de “Comandancia”. Habría que esperar aún varios años, para que las unidades entonces de ámbito provincial de la Guardia Civil adoptasen dicho nombre.

Al frente de la Benemérita en la provincia de Cádiz, la 3ª Compañía del mentado Tercer Tercio, había sido nombrado por real orden de 17 de septiembre de 1844, el primer capitán José María de Cisneros Lanuza, quien estaría al mando de unos 140 hombres. 

Inicialmente, la 1ª Sección se estableció en la capital gaditana, prestando su servicio en el interior de la ciudad y extendiendo su acción hasta la vecina ciudad de San Fernando. La 2ª Sección en fijó en la ciudad de Jerez de la Frontera, responsabilizándose de la seguridad del “camino principal” que conducía a Sevilla, y suyos componentes debían recorrer constantemente los caminos hacia Arcos de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda y Puerto de Santa María. La 3ª Sección se asentó en Medina Sidonia, vigilando especialmente los pinares de Chiclana, y extendiéndose hacia los términos municipales de Conil de la Frontera y Vejer de la Frontera. Y la 4ª Sección iba a establecer su cabecera en principio en la ciudad de Algeciras, donde se encontraba ubicada la Comandancia General Militar, si bien, como ya se expuso en su momento, terminó por instalarse durante varios años, dado su peculiar servicio en la población de San Roque. 

Como jefe de esa 4ª Sección, del Campo de Gibraltar, sería nombrado el alférez Juan Morillas Casas. Hay que significar, dada la complejidad topográfica del terreno así como las misiones encomendadas, que finalmente sería asignada a nuestra Comarca una unidad de Caballería, compuesta por una treintena de efectivos. Todo ello conforme lo dispuesto en la real orden de 20 de diciembre de 1844, que sustituyó la sección de Infantería que inicialmente había dispuesto la citada real orden de 25 de noviembre anterior, detrayéndose la mentada sección de Caballería, de la provincia de Sevilla a donde inicialmente había sido destinada. El resto de las secciones desplegadas en la provincia gaditana eran de Infantería. Para la sección de la sierra gaditana todavía habría que esperar.

De gran interés y curiosidad resulta la lectura sobre la provincia de Cádiz, y en especial del término municipal de Algeciras, en el tomo V del “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar”, cuyo autor era Pascual Madoz Ibáñez, nacido el 17 de mayo de 1806 en la capital navarra de Pamplona y fallecido en la localidad italiana de Génova el 13 de diciembre de 1870. Tuvo una extensa, interesante y variada biografía, mereciendo especial mención haber sido ministro de Hacienda durante poco más de cuatro meses al inicio de 1855 y presidente de la “Junta Provisional Revolucionaria de España”, apenas unos días al inicio del mes de octubre de 1868.

Dicho tomo, que forma parte de una extensa y vasta obra de dieciséis tomos, había sido editado concretamente en 1846 por el “Establecimiento Literario-Tipográfico de P. Madoz y L. Sagasti”, sito en la “Calle de la Madera baja, núm. 8”, de Madrid.

Según se hacía constar en dicha obra, la provincia de Cádiz era entonces una de tres en que se había subdividido el antiguo reino de Sevilla. En lo civil y administrativo era de primera clase, en lo judicial correspondía a la audiencia territorial de Sevilla, y en lo militar constituía una de las seis comandancias generales en que estaba distribuido el territorio de la comandancia general de Andalucía.

También se hacía constar que, además de las poblaciones de la Península que correspondían a la provincia gaditana, tenía en la costa de África y agregados al partido judicial de Algeciras, cuatro presidios. De éstos, uno era el mayor de Ceuta y tres menores que se encontraban en Melilla así como en los peñones de Alhucemas y Vélez de la Gomera.

La parte de la Península contaba entonces con dos comandancias generales. Una tenía su cabecera en la ciudad de Algeciras y tenía por demarcación el Campo de Gibraltar, integrado entonces por los términos municipales de Algeciras, Tarifa, San Roque, Jimena de la Frontera, Los Barrios y Castellar de la Frontera. Todavía quedaban algunas décadas para la creación del municipio de La Línea de la Concepción, segregado del de San Roque, y muchísimas más para la creación del municipio de San Martín del Tesorillo, perteneciente entonces al de Jimena.

El número de los que tenían la condición de “vecinos”, según las normas de la época, que no de habitantes que era muy superior, según el censo de 24 de marzo de 1842, formado por el “Gobierno político de la provincia”, era de 2.355 en Algeciras, 720 en Los Barrios, 55 en Castellar, 1.516 en Jimena, 1.754 en San Roque y 2.029 en Tarifa.

Significar que se hacía constar que, “la campiña de Algeciras, aunque muy reducida, tiene una muy buena ribera de huertas y mucho monte de construcción y carboneo; carece de olivares, y las viñas son pocas”.

Hay que recordar que por aquel entonces la vigilancia de las costas y de los recintos aduaneros y portuarios así como la segunda línea interior del resguardo fiscal estaba encomendada al Cuerpo de Carabineros del Reino, que ya contaba en el Campo de Gibraltar con una presencia y fuerza mucho más numerosa. No hay que olvidar que dicho Instituto, que años después sería también nombrado benemérito, era entonces el responsable principal de la lucha contra el contrabando, procedente sobre todo de la colonia británica de Gibraltar.

(Continuará).


domingo, 27 de julio de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLXXVIII). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (y 62).



 Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 2 de junio de 2025, pág. 16.


El original está ilustrado con dos fotografías en blanco y negro.


 

Actualmente el despliegue del Cuerpo de la Guardia Civil en el término municipal de San Roque es muy diferente del que se ha ido exponiendo desde su activa entrada en servicio a principios de 1845.

Tal y como se expuso en su momento, por real orden de 25 de noviembre de 1844, dimanante del entonces Ministerio de Gobernación, se procedió a la distribución del personal en los diferentes Tercios del nuevo Cuerpo, “para que marche a cada Provincia la fuerza que en aquella le está asignada”. Según el cuadro que se adjuntaba, el Tercer Tercio, con cabecera en Sevilla, comprendía las provincias de Cádiz, Córdoba, Huelva y Sevilla, estando compuesta su plantilla por tres compañías de infantería y un escuadrón de caballería: 1 jefe, 21 oficiales y 537 de clases y tropa.

Una de las tres compañías de infantería citadas, integrada por cuatro secciones, fue inicialmente asignada a la provincia de Cádiz. Pero como ya se expuso, antes de iniciarse su despliegue y entrar en servicio en el Campo de Gibraltar, se consideró que la sección de infantería inicialmente prevista, debía ser reemplazada por una sección de caballería.

Por tal motivo, el 20 de diciembre de 1844 se dictó una nueva real orden. Se sustituyó en el Campo de Gibraltar de entonces, que la sección de infantería prevista, pasase a incrementar la fuerza de la Guardia Civil en la provincia de Córdoba. En su lugar, fue reasignada una sección de caballería, detraída a su vez de la plantilla de la provincia de Sevilla.

Como jefe de dicha sección, compuesta por una treintena de efectivos, se designó al alférez Juan Morillas Casas. Por aquel entonces, además de una importante fuerza del Ejército español que estaba fuertemente distribuida por el Campo de Gibraltar ante la importante presencia militar británica en la colonia del Peñón, había también un significativo despliegue del Cuerpo de Carabineros del Reino, cuya cabecera de Comandancia estaba entonces en la capital gaditana. Todavía quedaban más de tres décadas, concretamente hasta 1878, para que se crease la Comandancia de Carabineros de Algeciras, absolutamente independiente de la de Cádiz.

Transcurridas más de seis décadas, tras la entrada en vigor de la ley de 15 de marzo de 1940, la entonces 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras), y ser integrado dicho Cuerpo en la Benemérita, daría lugar a que se transformase en la 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras), al igual que la antigua 11ª Comandancia de Carabineros (Cádiz) se reconvirtió en la 234ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Cádiz). A ello hay que añadir, en el caso del Campo de Gibraltar y dependiente del 34º Tercio de Costas (Cádiz), la 1ª Compañía de Especialistas Fiscales (Algeciras), integrada por tres secciones con cabeceras en Algeciras, Jimena de la Frontera y La Línea de la Concepción.

Es decir, los carabineros fueron reconvertidos en guardias civiles y la Benemérita asumió las funciones de aquellos: lucha contra el contrabando y liderar el resguardo fiscal del Estado a la vez que la vigilancia de puertos y aeropuertos, así como de costas y fronteras, terrestres y marítimas. Nunca había ocurrido hasta entonces, ni en España ni en Europa Occidental, pero así fue y sigue siendo. 

La veintena de antiguas comandancias de Carabineros pasaron

a ser comandancias de la Guardia Civil, de Costas o Fronteras, según las circunstancias específicas de cada una. Sin embargo, ello no supuso inicialmente, tal y como se explicó, que los antiguos carabineros y los antiguos guardias civiles se encuadrasen en una misma comandancia. 

En el Campo de Gibraltar, además de las ya mentadas 134ª Comandancia de Costas (Algeciras) y 1ª Compañía de Especialistas (Algeciras), continuó existiendo entonces parte de la antigua Comandancia de la Guardia Civil (Cádiz), denominada a partir de 1941 como 216ª Comandancia Rural de la Guardia Civil (Cádiz). En su 1ª Compañía (Algeciras), se encontraban los antiguos puestos de la Benemérita en San Roque y Campamento, encuadrados en la nueva línea de Jimena de la Frontera. 

Esta situación, evidentemente compleja pero paso necesario para una definitiva integración de Carabineros en la Benemérita, comenzó a ser una realidad el 1º de marzo de 1944, con la creación de la 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras). A partir de ese momento quedarían encuadradas en ella todas las fuerzas del benemérito Instituto desplegadas en el Campo de Gibraltar, habiéndose ya relatado las sucesivas reorganizaciones acaecidas en el término municipal de San Roque.

Actualmente la presencia de la Guardia Civil se encuentra encuadrada en dos puestos principales, uno en la población de San Roque y otro en la de Nuevo Guadiaro. Ambas casas-cuarteles, pertenecientes a la 1ª Compañía (La Línea de la Concepción), tienen diferentes ubicaciones de las hasta ahora expuestas ya que se tratan de construcciones más modernas.

El de San Roque se encuentra en el número 2 de la Avenida Carlos Pacheco Perujo, nombre que se concedió en 2016 por el ilustre historietista sanroqueño fallecido seis años después. Anteriomente había estado dedicada a Fernando Castiella Maíz, doctor en derecho y diplomático, que fue ministro de Asuntos Exteriores entre 1957 y 1969, distinguiéndose por su firme oposición a la colonia británica de Gibraltar. Dicho acuartelamiento, levantado en terreno municipal y afectado al Ministerio de la Gobernación desde 1978, está dotado de varios edificios y ocupa una superficie total de 2.950 metros cuadrados. 

Respecto a la casa-cuartel de Nuevo Guadiaro, sita en el número 1 de la calle Gredos de dicha barriada, fue donado el 20 de noviembre de 1974 por Financiera Sotogrande S.A., siendo afectado a la Dirección General de la Guardia Civil el 20 de enero siguiente, ocupando una superficie total de 1.459’83 metros cuadrados.

 

 

martes, 15 de julio de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLXXVII). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (61).



 Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 26 de mayo de 2025, pág. 13.


El original está ilustrado con dos fotografías en blanco y negro.



 

Los puestos de la Guardia Civil que estaban establecidos en todas las estaciones de ferrocarril del Campo de Gibraltar constituyen otra de las herencias directas recibidas del Cuerpo de Carabineros. Su finalidad principal, desde la función de resguardo fiscal, era comprobar que los viajeros y mercancias que se montasen en los trenes que partían o paraban en las diferentes estaciones, no fueran objeto de contrabando de productos procedentes principalmente de la colonia británica de Gibraltar.

El destino final de la mercancía introducida ilegalmente en territorio español, bien a través de la aduana y la “Verja”, ubicadas en los límites de la franja terrestre usurpada del Peñón, o desembarcada en las costas del Campo de Gibraltar, procedente principalmente de la mentada colonia británica, no era sólo el resto de la provincia gaditana y la limítrofe de Málaga, sino otras provincias más alejadas. Y parte de ese contrabando era trasladado en pequeñas cantidades, pero portado por personas (hombres, mujeres, y menores de edad), que necesitadas de obtener cantidades económicamente siempre reducidas, lo ocultaban en su vestimenta y equipaje, a través de la red ferroviaria.

La lucha contra esa modalidad de contrabando, pues éste siempre fue un acto ilegal y contrario a la normativa vigente, sin perjuicio de la necesidad humana que hubiera para ello, era la principal misión que habían tenido durante el periodo que dichos puestos, establecidos en las estaciones ferroviarias, pertenecieron al Cuerpo de Carabineros. 

Dichas actuaciones contra el contrabando, pequeño a efectos individuales, pero continuado y grande en su conjunto, fueron reforzadas por la Guardia Civil tras la entrada en vigor de la ley de 15 de marzo de 1940, en la que integró en sus filas a los carabineros, sus acuartelamientos y sus funciones. Además de las nuevas misiones de carácter fiscal, asumidas y desempeñadas hasta entonces por el Cuerpo de Carabineros, que acaban de asumir, se procedió a potenciar las tradicionales que hoy día se denominan de seguridad ciudadana, anteriormente llamadas de orden público.

Hasta la integración de los Carabineros en la Guardia Civil, la presencia de dichos efectivos de la Benemérita en las mentadas estaciones ferroviarias y en el interior de los trenes, estaban relacionadas principalmente en el Campo de Gibraltar con sus tradicionales misiones de seguridad ciudadana y traslado de detenidos o presos. El servicio no se prestaba entonces de manera permanente como en cambio sí lo hacían los Carabineros. Una vez integrados los componentes de dicho Cuerpo en el benemérito Instituto, los guardias civiles asumieron a partir de entonces ambas funciones y el servicio se mantuvo permanente para todos los trenes que pasaban por allí.

En el “Escalafón General del Cuerpo de Carabineros”, publicado en 1936, antes del inicio de la guerra civil, por el brigada Eusebio Fernández Chimeno, se menciona que la plantilla del puesto que tenía encomendada la estación de ferrocarril de San Roque era de un brigada y cinco carabineros. No tenían entonces un acuartelamiento allí, sino que prestaban servicio en la misma, siendo su residencia la casa-cuartel que había en el interior de la población, donde se encontraba el oficial jefe de la sección y los componentes del puesto de San Roque (un brigada, un carabinero de 1ª clase y siete carabineros de 2ª clase), que hasta la entrada en vigor del decreto de 28 de septiembre de 1935, dimanante del Ministerio de Hacienda, eran de Caballería, “convirtiéndose en fuerza de Infantería”.

Al transferirse el Cuerpo de Carabineros al de la Guardia Civil, como consecuencia de la mentada ley de 15 de marzo de 1940, se construyó posteriormente para dicho puesto de la Benemérita una pequeña edificación junto a la estación ferroviaria y cuya imagen ilustra esta página junto a la imagen de sus miembros en 1965. Sin ser casa-cuartel, pues carecía de pabellones dado su reducido espacio, disponía de una pequeña oficina y estaba dotada de un pequeño mástil para la enseña nacional y los correspondientes letreros de “Guardia Civil” y “Todo por la Patria”.

En dicho año 1965, puede citarse a los componentes de su plantilla así como su fotografía de conjunto y la de su reducido acuartelamiento, gracias al ya comentado album fotográfico, hoy día depositado en Madrid en la biblioteca del Servicio de Estudios Históricos de la Guardia Civil, que entregó como obsequio, el teniente coronel Juan Antonio Fajardo Quero, jefe entonces de la 337ª Comandancia (Algeciras), al general de brigada Buenaventura Cano Portal, antiguo jefe del 37º Tercio (Málaga) y nuevo jefe de la 1ª Zona (Sevilla).

Los componentes de dicho puesto eran entonces el cabo Juan Sánchez Marín, como comandante del mismo, el guardia civil de 1ª clase Manuel Ríos Granado, así como los guardias civiles de 2ª clase Ramón Lorente Jurado, Antonio Salgado Romera, Darío Rogel Mosquera, Eugenio Mateos Cuevas, Juan Fernández Romero, Antonio Alcalá Marzo y José Rodríguez Pérez.

Su misión principal, al igual que los antiguos carabineros que antiguamente les habían precedido, era evitar que los pasajeros de los trenes que hacían parada en dicha estación ferroviaria, se montasen en los mismos portando efectos de contrabando procedentes de la colonia británica de Gibraltar, así como garantizar debidamente lo que hoy se viene denominando seguridad ciudadana.

Tiempos entonces todavía muy difíciles y que hace ya muchos años, al igual que ha ido sucediendo con la mayoría de los puestos de la costa campogibraltareña, que dicha unidad sita en la estación de ferrocarril de San Roque, haya desaparecido.

(Continuará).

 

domingo, 6 de julio de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLXXVI). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (60).


 Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 19 de mayo de 2025, pág. 12.


El original está ilustrado con dos fotografías en blanco y negro.


 

El Toril fue otro puesto sanroqueño, también desaparecido, que tuvo gran importancia por su labor y visibilidad dada su estratégica situación, no sólo para los habitantes de dicha localidad y del Campo de Gibraltar, sino también para buena parte de los residentes en las provincias de Cádiz y Málaga.

Hay que resaltar que dicho puesto, dado sus cometidos y situación, fue trascendental durante la existencia del Cuerpo de Carabineros así como tras su absorción por el Cuerpo de la Guardia Civil, una vez vigente la ley de 15 de marzo de 1940.

Antes de dicha integración el puesto de El Toril estaba encuadrado en la 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras). Pertenecía a la 3ª Compañía que tenía su jefatura en la barriada sanroqueña de Puente Mayorga, y concretamente a su 2ª Sección, cuya cabecera estaba en la playa de Palmones, término municipal de Los Barrios. Dicha sección integraba también los dos puestos existentes en aquel núcleo urbano y su playa, el puesto de “marinos” que prestaba servicio en el río Palmones, así como el puesto algecireño de El Rinconcillo, ubicado en la playa de mismo nombre.

Resulta interesante la breve referencia que se hacía del puesto de El Toril en el “Escalafón General del Cuerpo de Carabineros”, publicado en 1936, antes del inicio de la guerra civil, por el brigada Eusebio Fernández Chimeno. 

Lo clasificaba como “puesto de segunda línea”. Ésta era la denominación que se daba a los puestos que geográficamente tenían su demarcación de servicio, ubicada detrás de los de “primera línea”. Éstos, en el caso de la comandancia campogibraltareña, eran los desplegados a lo largo del centenar de kilómetros de su costa. 

La misión principal de los puestos de “segunda línea” era la aprehensión de los alijos de contrabando que no habían sido interceptados por los puestos de “primera línea”. En el Campo de Gibraltar, dada la existencia e intensa actividad contrabandista procedente de la colonia británica del Peñón, bien a través de la “Verja” con La Línea de la Concepción o en los desembarcos  en su playa y en la costa de la Bahía de Algeciras, donde estaban desplegados los puestos de “primera línea”, la labor fiscal de dichos puestos de “segunda línea” era trascendental. En el término municipal de San Roque pertenecían a dicha categoría el puesto de El Toril así como el ubicado en la estación de ferrocarril de dicho municipio.

En el mentado “Escalafón General del Cuerpo de Carabineros” se exponía que la plantilla del puesto estaba compuesta por un cabo y seis carabineros de 2ª clase, encontrándose “enclavado en el cruce de las carreteras de San Roque, Algeciras, La Línea y Málaga”.

Continuaba exponiendo que la plantilla allí destinada se alojaba en San Roque, “donde existe Telégrafo, Teléfono, Giro postal y escuela de ambos sexos”. Igualmente se hacía constar que la fuerza citada de Carabineros, “presta servicio de reconocimiento de vehículos de todas clases, caballerías y personal sospechosos que transiten por las carreteras y avenidas de la primera línea”.

Cuando entró en vigor la citada ley de 15 de marzo de 1940 y los carabineros fueron reconvertidos en guardias civiles, continuó siendo un puesto de carácter explicitamente de resguardo fiscal, razón por la cual sus componentes guardias civiles, en vez de utilizar el tradicional sombrero negro del Cuerpo, usaban la tradicional gorra de plato heredada del Cuerpo de Carabineros, si bien con la tela del color del uniforme de la Benemérita.

La situación de 1965 puede detallarse gracias al album fotográfico que entregó el teniente coronel Juan Antonio Fajardo Quero, jefe entonces de la 337ª Comandancia (Algeciras), al general de brigada Buenaventura Cano Portal, con motivo de su reciente ascenso a dicho empleo, procedente del mando como coronel jefe del 37º Tercio (Málaga), y que pasó a mandar la 1ª Zona (Sevilla). 

Entonces el puesto de El Toril pertenecía a la 3ª Compañía (San Roque) que mandaba el capitán Julián del Campo Granado, y se encontraba encuadrada en la 1ª Línea (sección) de San Roque que mandaba el teniente Santos Rivera Alonso, junto a los puestos de San Roque, Estación de San Roque y Los Barrios.

Al frente del puesto de El Toril se encontraba el brigada Cándido Lumbreras Garzón, estando su plantilla compuesta por el cabo 1º Aniceto Pedraza González, cabo Francisco García Correa, cornetas Miguel Sánchez Villasclara y Ángel Sánchez Núñez, así como los guardias civiles de 2ª clase Pedro Mancera Zamora, José Triguero Pérez, Juan Sánchez Espinosa, Gregorio García Doña, José Fernández Zapata, Manuel Viñas Cabrera, Antonio Martín Urbano, Fernando Villada González y Eneraldo Sánchez Romano.

Igual que ocurrió con otros acuartelamientos citados en artículos anteriores, no se inscribió su titularidad hasta que el teniente general Ángel Ramírez de Cartagena Marcaida, director general de la Guardia Civil, solicitó su inscripción el 25 de febrero de 1966.

La extensión total del terreno era de 194 metros cuadrados, de los que el edificio ocupaba 110 metros cuadrados, contándose tan solo con un espacio libre de 84 metros cuadrados. Al norte limitaba con la finca rústica de Asunción Comes Merino, al sur y al oeste con la carretera Cádiz-Málaga, y al este con la carretera San Roque-La Línea de la Concepción.

Curiosamente, ya que no estaba registrada la propiedad, se hizo constar que, había sido “cedido gratuitamente por la entonces propietaria viuda de D. Federico Chapulis, con fecha bastante anterior a nuestra Guerra de Liberación, sin que obre documento alguno de cesión o escritura pública, así como tampoco se halla inscrita en el Registro de la Propiedad de San Roque, siendo ocupada por el extinguido Cuerpo de Carabineros hasta su fusión con éste en 1.940, siendo ocupado desde entonces hasta la fecha”.

(Continuará).

 

lunes, 30 de junio de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLXXV). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (59).


Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 12 de mayo de 2025, pág. 13.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.


 

 

Tal y como se ha ido exponiendo en capítulos anteriores, el casco urbano de la localidad de San Roque, más allá de su término municipal, ha tenido una relevancia muy importante, tanto en el ámbito histórico del Cuerpo de Carabineros como del Cuerpo de la Guardia Civil. 

De hecho, en relación a la Benemérita, no hay que olvidar que inicialmente, cuando a partir del mes de enero de 1845 comenzaron a prestar servicio sus hombres en la provincia gaditana, la cabecera de la sección de la Guardia Civil que se desplegó en el Campo de Gibraltar, bajo el mando de un oficial, se estableció precisamente en San Roque, y no en Algeciras, tal y como había hecho décadas antes el Ejército con la Comandancia General del Campo de Gibraltar. 

Respecto a la fuerza del Cuerpo de Carabineros destinada en la localidad de San Roque hay que recordar lo expuesto en su “Escalafón General”, publicado en 1936 por el brigada Eusebio Fernández Chimeno antes del inicio de la guerra civil 1936-1939, y que tras la entrada en vigor de la ley de 15 de marzo de 1940, pasó a integrarse en el Cuerpo de la Guardia Civil.

Concretamente se trataban de un pequeño puesto integrado por un brigada y cinco carabineros que prestaban servicio de reconocimiento y vigilancia en la estación de ferrocarril de San Roque, así como del antiguo puesto de caballería, reconvertido a infantería en cumplimiento a lo dispuesto al decreto de 28 de septiembre de 1935, del Ministerio de Hacienda, y que estaba compuesto por un brigada, un carabinero de 1ª clase y siete carabineros de 2ª clase.

Hay que recordar que en dicho decreto, muy controvertido por cierto, se dispuso, entre otras cuestiones, que: “Se suprime la fuerza de Caballería del Cuerpo de Carabineros, convirtiéndose en fuerza de Infantería. Se suprimen las plazas montadas, quedando únicamente como tales los tenientes con mando en servicio de costas y fronteras, hasta el límite máximo de ciento, cuya distribución, así como el número de caballos, se fijará en vista de las necesidades del servicio”. 

Respecto a este último puesto de Carabineros en San Roque, se significa que cubría la retaguardia de la primera línea, “desde la margen del río Guadiaro hasta la izquierda del de Palmones”. El acuartelamiento, sito en el interior del casco urbano sanroqueño, tenía ocho pabellones para personal casado y alojamiento para cuatro solteros, además de unas cuadras para los caballos. Algunos de los componentes destinados en el puesto de la estación ferroviaria, citado anteriormente, se alojaban también en esta casa-cuartel.

En el mentado “Escalafón General” de 1936 se hacía una breve referencia a que la localidad de San Roque, “se formó en 1704, al perderse la plaza de Gibraltar”, así como que constituía el punto más estratégico del Campo de Gibraltar, “por contar con la Sierra Carbonera, considerada como la verdadera llave del Estrecho”. La localidad de San Roque tenía entonces unos 12.000 habitantes y la mentada estación de ferrocarril distaba a unos 500 metros de la población. Destacaba la gran producción de corcho que había en la zona y que en la localidad radicaba, concretamente en los mismos edificios donde actualmente se encuentra ubicado el ayuntamiento, parte de la plana mayor del Regimiento de Infantería Pavía núm. 15 así como varias de sus compañías.

Sobre la casa-cuartel donde se encontraba ubicada en 1965 la cabecera de la 3ª Compañía (San Roque) de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), así como la de la línea y el puesto de San Roque, es necesario referir que el todavía general de división Camilo Alonso Vega, que ascendería a teniente general dos meses más tarde, y que seguiría siendo director general de la Guardia Civil, había remitido el 11 de enero de 1947, al ministro de la Gobernación, Blas Pérez González, el correspondiente expediente instruido para contratar el arriendo del mentado edificio. 

En el escrito de remisión de la propuesta que formulaba hizo constar que a pesar de las gestiones practicadas, “no se presentaron ofertas más ventajosas”, apareciendo “como única oferta”, así como la “necesidad de desalojar el cuartel actual, por su mal estado y reuniendo el que se propone buenas condiciones de capacidad e higiene”, disponiéndose de cantidad suficiente para su abono, en el “Capítulo de Alquileres”.

Aprobada dicha propuesta se dispuso la firma del correspondiente contrato de inquilinato, que fue suscrito el 19 de febrero de 1947, por tiempo indeterminado y 27.000 pesetas anuales, a razón de 2.250 pesetas mensuales, entre la propietaria del edificio y el representante de la Benemérita, designado como arrendatario. Aquella se llamaba Ramona López Riquelme, de 41 años de edad, casada y vecina de Algeciras, mientras que éste era el teniente de la Guardia Civil Facundo Elvira Parpal, natural de Guils de Cerdaña (Gerona), de 44 años de edad, casado, y jefe de la línea de San Roque. 

La dirección del acuartelamiento era entonces calle Teniente Ojanguren números 14 y 16. Dicha denominación, concedida anteriormente por el ayuntamiento y sustituida durante la “Transición Democrática”, se debía a Odón Ojanguren Alonso, quien al inicio de la sublevación militar de 1936, era el jefe de la línea de la Guardia Civil de San Roque. En 1965 estaba destinado como coronel jefe del Tercio Móvil de Madrid, y por Decreto 564/1967, de 24 de febrero, fue promovido al empleo de general de brigada.

El edificio de 1947, actualmente inexistente, constaba de tres plantas. Entonces en la planta baja estaba el despacho del comandante de puesto, sala de armas, cuarto del guardia de puertas, habitación para solteros, cuatro pabellones, garaje, cuadra de caballos, así como dos patios en uno de los cuales había tres retretes y los lavaderos, más un patio-jardín con dos salidas en la parte posterior del edificio donde había un pozo de agua potable. En las otras dos plantas había seis pabellones y dos retretes aparte más.

En dicho contrato se especificaba que la arrendadora quedaba obligada, “a practicar en el edificio todas las obras necesarias para reparar los desperfectos que se originen por su uso natural y cuantos ocasionen los temporales, así como a verificar un blanqueo general cada año en los meses de Abril o Mayo, al pintado de puertas y ventanas y a la limpieza de pozos negros cuando sea necesario”. También se significaba que, “las obras que hayan de practicarse por descuido o maltrato de la misma, serán pagadas precisamente por sus moradores”.

Respecto al desalojo del acuartelamiento se especificaban varias opciones. En caso de suprimirse el puesto, “sin previo aviso al propietario”, se comunicaría el mismo día que “la fuerza desaloje el Puesto”. En caso de que por conveniencia del servicio se ordenase el cambio de acuartelamiento, se haría a los quince días siguientes al haberlo participado al dueño del edificio. Y también, “cuando a éste le convenga disponer de la finca, en los casos que le faculta la Legislación vigente”. En tal caso, el titular del edificio debía comunicárse al jefe de la Comandancia, “con la antelación de tiempo y previo cumplimiento de los requisitos que determine dicha Legislación”.

(Continuará).

 

miércoles, 18 de junio de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLXXIV). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (58).


Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 5 de mayo de 2025, pág. 16.


El original está ilustrado con dos fotografías en blanco y negro.


 

En 1965 la 3ª Compañía de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras) tenía su cabecera en la antigua casa-cuartel, desaparacida hace años, que estaba sita en la localidad campogibraltareña de San Roque. A su frente estaba entonces el capitán Julián del Campo Granados. Éste se trataba de un veterano oficial que había ingresado en 1932, al cumplir los 16 años de edad, en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro (Madrid). 

Tres años más tarde, por orden de 16 de enero de 1935, de la Inspección General de la Guardia Civil, fue promovido al empleo de guardia 2º de infantería y destinado al 4º Tercio Móvil (Madrid). Al iniciarse en julio del año siguiente la sublevación militar, que al fracasar degeneró en guerra civil, combatió en el bando republicano cuando pertenecía al 14º Tercio (Madrid). Resultó herido en los primeros combates sostenidos en la Sierra de Guadarrama (Madrid) y fue ascendido como recompensa al empleo de cabo por orden del Ministerio de Gobernación, de 6 de agosto de 1936. Ello sería confirmado, por otra orden, de 25 de septiembre siguiente, pero ya como miembro de la Guardia Nacional Republicana, nueva denominación que con su consiguiente “reorganización”, se había dado a la Guardia Civil en dicho bando por decreto de 30 de agosto anterior. 

Por otra orden ministerial, de 21 de junio de 1938, fue ascendido al empleo de sargento, con antigüedad de 15 de abril de dicho año, pero ya entonces pertenecía al nuevo Cuerpo de Seguridad (Grupo Uniformado). El gobierno republicano, por decreto de 26 de diciembre de 1936, había dispuesto su creación como encargado de todas las funciones relacionadas con el mantenimiento del orden, vigilancia e investigación, procediendo a la disolución de los Cuerpos de la Guardia Nacional Republicana, Seguridad y Asalto, Vigilancia e Investigación y “Milicias de retaguardia, cualquiera que fuese su nombre y la entidad que las hubiese organizado”.

Finalizada la guerra civil, Julián del Campo fue depuesto al empleo de guardia 2º que tenía el 18 de julio de 1936, además de ser sometido al procedimiento de depuración entonces vigente, resolviéndose finalmente sin responsabilidad, si bien no se le computó a efectos de pensión el tiempo servido en el bando republicano. Pero, inesaquible al desaliento, proseguió su carrera militar, ascendió al empleo de cabo con antigüedad de 1 de marzo de 1942, y fue ascendiendo sucesivamente hasta que dos décadas después lo fue a capitán.

Continuando con el año 1965 hay que significar que esa 3ª Compañía (San Roque) estaba compuesta por tres líneas (secciones). Todo ello conforme al album fotográfico que entregó el teniente coronel Juan Antonio Fajardo Quero, jefe entonces de la citada Comandancia, al general de brigada Buenaventura Cano Portal, con motivo de su reciente ascenso a dicho empleo, procedente del mando como coronel jefe del 37º Tercio (Málaga). 

La primera línea (sección) tenía ubicada su jefatura en la mentada población de San Roque y a su frente se encontraba el teniente Santos Rivera Alonso. La segunda tenía su mando fijado en la casa-cuartel asentada en la finca de La Almoraima, sita en el término municipal de Castellar de la Frontera. Y la tercera estaba establecida en la población de Jimena de la Frontera.

De la línea de San Roque, dependían a su vez los puestos de San Roque, El Toril, Estación de San Roque y Los Barrios. De la línea de la Almoraima, dependían los puestos de La Almoraima y Castellar de la Frontera. Y de la línea de Jimena de la Frontera, dependían el puesto de esa localidad así como los de San Pablo de Buceite, Estación de Castellar de la Frontera y Estación de Jimena de la Frontera. 

En el acuartelamiento de San Roque constaban en el mentado album de 1965 el brigada Diego Fernández Martínez, el sargento Jacinto Martínez Fernández, así como los cabos 1º Santiago Montilla Mayo, Pedro Serrano Garcés, Francisco Rueda Agua y Manuel Ruiz Ruiz. Los guardias 1º eran Francisco de la Plata Lopera, Pedro González Carrillo y Manuel Menacho Mendoza. Y los guardias 2º eran José Cano Gutiérrez, José Pérez Moreno, Emiliano Morilla Moreno, Eugenio Rodríguez Sánchez, Antonio Gámez Díaz, Manuel Iglesias Ibáñez, Alejandro Batista Medina, Jesús Otero Rocamundi, Francisco Valadés Castilla, José Castañeda Montero, Antonio Campos Herrero y Antonio Porcuna Cantero. 

Respecto a la casa-cuartel existente en 1965, desaparecida hace muchos años y reemplazada por el actual acuartelamiento donde se encuentra el puesto principal de San Roque, hay que hacer algunas consideraciones, ya que en dicha localidad hubo desde muy antiguo, diversas casas-cuarteles de Carabineros y de la Guardia Civil.

En un capítulo muy anterior se expuso la contratación que se hizo el 17 de noviembre de 1898 del edificio existente entonces en el número 14 de la calle Herrería. Esta fue acordada entre el teniente coronel Manuel de la Barrera Fernández, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Cádiz, y Manuel de Casas Paradas, vecino de San Roque y representante de su propietario que era Miguel Caballero de Luna.

Posteriormente, dicho edificio, que continuó como casa-cuartel de la Benemérita, tuvo como propietario a Francisco Emilio Rendón Delgado, según la tarjeta de estadística del Cuerpo formalizada el 11 de junio de 1928. Y así continuó hasta que el 19 de febrero de 1947, se suscribió nuevo contrato entre el teniente Facundo Elvira Parpal, jefe entonces de la línea de San Roque, y Ramona López Riquelme, vecina de Algeciras. Ésta era propietaria del edificio sito en la calle Teniente Ojanguren, números 14 y 16, siendo la única ofertante presentada al concurso público. Había “necesidad de desalojar el cuartel actual, por su mal estado”.

(Continuará).

 

 

jueves, 12 de junio de 2025

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCLXXIII). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (57).


Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 28 de abril de 2025, pág. 13.


El original está ilustrado con dos fotografías en blanco y negro.



  

Otro de los puestos de la Guardia Civil del Campo de Gibraltar que actualmente ya no existen es el de Carteya, ubicado en el término municipal de San Roque y donde tambien había un reducido puesto de “Marinos”. Esta última era una especialidad heredada del Cuerpo de Carabineros para ejercer la vigilancia de las aguas de los puertos e inmediatas de las costas, que sería el antecedente histórico del actual Servicio Marítimo del benemérito Instituto.

Hasta la integración del Cuerpo de Carabineros en el de la Guardia Civil, por ley de 15 de marzo de 1940, dicho puesto, junto al de “Marinos”, pertenecía al primero de los Institutos citados y tenía la denominación de “Guadarranque”. Ambos puestos estaban encuadrados hasta entonces en la 3ª Compañía (Puente Mayorga) de la 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras) y pertenecían concretamente a la 1ª Sección (Puente Mayorga), junto a los puestos de Puente Mayorga así como los de su aduana y otro de “marinos”.

En el “Escalafón General del Cuerpo de Carabineros”, editado en 1936 antes de la guerra civil y elaborado por el brigada Eusebio Fernández Chimeno, se hacía constar respecto al de Guadarranque, que se trataba de un puesto de playa, “situado en el caserío de su nombre”. Por aquel entonces dicho núcleo poblacional tenía unos 250 habitantes. 

Dicho puesto contaba, según se hacía constar, con un brigada, un cabo, un carabinero de 1ª clase y catorce carabineros de 2ª clase. El acuartelamiento tenía ocho pabellones para personal casado y alojamiento para ocho carabineros solteros. Su demarcación tenía 2.100 metros de extensión sobre la playa y comprendía por levante desde los Junquillos, y por poniente hasta el río Guadarranque inclusive. El correo lo recibía por San Roque, donde estaba la estación del ferrocarril más próxima.

En dicho acuartelamiento se encontraba también un puesto de “Marinos”, con tres carabineros de mar, que se alojaban en aquél, y que estaba dotado de una falúa a remo. Tenía a su cargo, auxiliado por la fuerza de infantería anteriormente citada, la vigilancia y reconocimiento de las embarcaciones y personal cuando entraba en el río Guadarranque.

Cuando ambos puestos, junto al resto de los que constituían la mentada 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras), se integraron en la Benemérita, pasaron a formar parte primero de la 66ª Comandancia Administrativa de la Guardia Civil (Algeciras), reconvertida, tras la Orden de 22 de agosto de 1940, del Ministerio del Ejército, y la Instrucción General núm. 3, de 20 de febrero de 1941, de la Dirección General de la Guardia Civil, en la 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil. 

Posteriormente, como consecuencia de una nueva reorganización de la Guardia Civil, motivada por decreto de 21 de diciembre de 1943, del Ministerio del Ejército, y que entró en vigor el  de marzo de 1944, la 216ª Comandancia Rural (Cádiz), que era la antigua comandancia benemérita provincial gaditana antes de 1940, así como la 234ª Comandancia de Costas (Cádiz) y la 134ª Comandancia de Costas (Algeciras), que eran las antiguas comandancias gaditanas de Carabineros, desaparecieron todas como tales.

Surgidas las nuevas 237ª Comandancia Mixta (Cádiz) y 337ª Comandancia Mixta (Algeciras), que pronto perderían la denominación de “Mixta”, todas las unidades ubicadas en el Campo de Gibraltar, quedaron encuadradas en la última comandancia citada. Entre ellas los mentados puestos de Guadarranque y de “Marinos”. 

Transcurridas más de dos décadas ambos puestos modificaron su denominación por la de Carteya. Posteriormente, por Decreto 2352/1968, de 16 de agosto, se declaró conjunto histórico artístico el enclave arqueológico de Carteya. Fue fundado por los cartagineses en el siglo IV a.C., y cuando Roma venció a Cartago en las Guerras Púnicas, en el siglo III a.C., los romanos fueron mejorando aquella población. Dado que la descendencia de la guarnición romana y las hispanas del lugar no tenía reconocida la ciudadanía romana, Carteya envió una comisión de representantes a Roma y terminó por conseguir del Senado, en el año 171 a.C., la concesión del título de “Colonia Libertinorum Carteia”, que figura como “la primera colonia latina fuera de suelo itálico”.

El comandante del puesto de Carteya en 1965 era el sargento Guillermo Cuadrado Borrallo, anterior cabo 1º en la aduana de La Línea de la Concepción. Había ingresado en la Guardia Civil, por orden de 27 de enero de 1943, del Ministerio del Ejército, procedente de soldado del Grupo de Tropas de Intendencia núm. 1 (Madrid), siendo destinado a la 2ª Comandancia Móvil (Sevilla).

El resto de componentes eran el cabo 1º Serafín Navarro Escribano, así como los guardias civiles de 2ª clase Pablo Salcedo Bernal, Luis del Moral Moreno, Eulalio Jiménez Drago, Lorenzo García Heredia, José García Marfil, José Rahona Martín, José Ojeda Villanueva, Juan López Fernández Pacheco, Antonio Malagón Escribano, Mariano Fernández Ortiz, José Moreno Ternero, Rafael Piedras Rojas, Miguel Blanco López, Rafael Segura Martín y Miguel Medina Bueno.

Según una antigua ficha de 1982, de inventario-urbana de la Dirección General del Patrimonio del Estado, dicha casa-cuartel ya estaba desalojada, “por mal estado de habitabilidad”, y suprimido como puesto. Estaba rodeada, a izquierda, derecha y fondo, por la “zona-marítima-terrestre”. 

Procedente en 1940, “del extinguido Cuerpo de Carabineros”, tenía una superficie construida de 401’90 metros cuadrados, sobre un terreno de 419’65 metros cuadrados. Fue inscrita por primera vez el 17 de mayo de 1966 en el Registro de la Propiedad de San Roque, a petición del teniente general Ángel Ramírez de Cartagena Marcaida, director general de la Guardia Civil.

(Continuará).