lunes, 20 de enero de 2014

CARTUCHERÍA PARA ARMAS LARGAS DE LA GUARDIA CIVIL: 7'62x51 MM. Y 5'56x45 MM.



Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en la Sección "Formación" de la Revista profesional "GUARDIA CIVIL", núm. 613, correspondiente al mes de mayo de 1995, págs. 54-59.
El original está ilustrado con ocho fotografías en color y dos dibujos en blanco y negro

La principal arma larga en la Guardia Civil es el fusil de asalto español marca CETME (Centro de Estudios Técnicos de Materiales Especiales) en sus modelos C (para cartucho 7'62 x 51 mm.) y LC (para cartucho 5,56 x 45 mm.).

Introducción.

Aparte de estas armas disponemos de otras en esos calibres pero de adjudicación más restringida a unidades especializadas. Tal es el caso de los fusiles de asalto H&K en sus versiones G-33, G-41 y G-53, o la ametralladora AMELI en el caso del 5,56 x 45, así como los rifles Máuser modelos 1898 reformado, 66 y 83, Winchester modelo 79, Sako modelo MK 1 y Tanner modelo 98 o la ametralladora MG 42/58 en el calibre 7,62 x 51.

Todos los que estamos en activo, sin excepción, hemos manejado armas que usan cartuchos del 7,62 x 51 o del 5,56 x 45. ¿Cuántas veces no han pasado por nuestras manos, alimentando cargadores o recogiendo del suelo del campo de tiro sus vainas vacías?.

Sin embargo estos dos tipos de cartuchos no han sido los únicos que han empleado las armas largas de la Guardia Civil durante el siglo XX. El famoso y españolísimo 7 x 57 mm. que el año pasado cumplió su primer centenario, seguido por el de origen ruso 7,62 x 54 R mm. tan utilizado después de la Guerra Civil (1936-1939) como consecuencia de los numerosísimos fusiles Moisin-Nagant intervenidos después de la contienda y el potentísimo germánico 7,92 x 57 mm. han sido los cartuchos que emplearon los fusiles y mosquetones de cerrojo de nuestros Guardias en diferentes épocas durante las primeras seis décadas de este siglo.

El cartucho 7,62 x 51 milímetros.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los diferentes ejércitos participantes vieron que los potentes calibres de las armas de sus infanterías no se adaptaban a las nuevas tácticas del combate moderno en las distancias intermedias.

Comienzan entonces a desarrollarse una serie de armas que, abandonando el concepto de repetición, dieron en llamarse fusiles de asalto o fusiles automáticos, capaces de disparar cartuchos de mediana potencia. El principal ensayo se produjo a principios de 1950 en los Estados Unidos de América donde, partiendo del cartucho militar .30-06 (en España es conocido por el 7,62 x 63 mm.), tras acortar su vaina y adaptar la carga de la pólvora y su proyectil, nació el cartucho US 30 T-65. 

Este sufriría profundas y rigurosas pruebas tras las que se le consideró superior al .300 Sayage y casi igual en sus aspectos militares al .30-06.

A la vista de estos resultados se adoptó oficialmente por el Ejército de los Estados Unidos en 1954. El fusil americano M-14 fue en 1957 el primer arma reglamentaria en utilizarlo y poco después lo hizo la conocida ametralladora M-60.

Sin embargo, conocedor de las magníficas cualidades del nuevo cartucho, la casa comercial americana Winchester, anticipándose con ello a los militares, lo lanzaría en 1952 junto al correspondiente rifle en versión deportiva y de caza, denominándolo .308 Winchester, faceta civil del 7,62 x 51mm. con bala expansivo.

El 7'62 x 51 mm. NATO.

La OTAN (Organización del Tratado Atlántico Norte) también había iniciado desde 1950 una evaluación todavía mucho más rigurosa del cartucho US .30 T-65. Su meta era más ambiciosa: unificar la munición de todas las armas largas de los ejércitos de los países miembros (7'62 x 63 mm. estadounidense; 7'7 x 56 R mm. inglés; 8 x 50 R mm. Lebel francés, 7'65 x 54 mm. Máuser belga; 7'92 x 57 mm. Máuser alemán y 6'5 x 52 mm. Carcano italiano).

En 1954, en Otawa (Canadá) la Comisión de Expertos de la OTAN aprobó el primer plano del cartucho 7'62 x 51 NATO. Tres años después, la OTAN concretó en un documento denominado STANAG 2310, las especificaciones que se exigía a esta cartuchería. Posteriormente, en el año 1962, esta norma fue modificada.

El 7'62 x 51 mm. NATO Español.

La historia del cartucho 7'62 x 51 mm. en España es una auténtica epopeya. Para entender un poco todo esto, debemos situarnos en una época en que, además de no ser miembros de la OTAN y tener vetada por lo tanto numerosa información técnica y militar, existía una política de aislamiento internacional.

A partir de 1953, el CETME abandona progresivamente sus experimentos sobre el cartucho reglamentario 7'92 x 57 mm. y el entonces teniente coronel Calzada Bayo empieza a ensayar varios prototipos del 7'62 x 51 mm. en la fábrica de armas de La Coruña. Poco después, desde 1955, el CETME con la dirección del Dr. Voss inició su producción en la Fábrica Nacional de Palencia.

Nacía así el cartucho denominado 7,62 x 51 mm. CSP-003 (Cobre-Sintético-Plomo nº 3). Inicialmente se le llamó indebidamente 7,62 x 51 CETME-NATO, pero realmente no cumplía las especificaciones NATO. En 1958 fue adoptado, fabricándose grandes cantidades en Palencia.

En el año 1960, el Estado Mayor del Ministerio del Ejército de Tierra ordenó un riguroso estudio comparativo entre el 7'62 x 51 mm. Calzada Bayo, el 7'62 x 51 mm. CSP-003 y el 7,62 x 51 mm. NATO, este último el de mayor calidad y potencia.

Ese mismo año, la Fábrica Nacional de Toledo produjo un cartucho con la vaina de acero sin laca y la punta interior de la bala blindada de plástico. A principios de los años 60, por el capitán Prieto se fabricó en la Fábrica Nacional de Palencia la primera versión española del .308 Winchester para montería. La bala era ojival de punta chata y semiblindada. Posteriormente continuó en Palencia la fabricación de esta versión civil del 7'62 x 51 mm., consiguiendo unos interesantes cartuchos para competición, cuya bala era réplica de la americana Winchester Silvertrip de 150 grains (1 grains = 0,065 gramos).

Como dato de este cartucho en su versión civil, en 1985 se fabricaron en Palencia 400.000 unidades para Túnez que se denominaron 7'62 x 51 mm. (.308 Win.) Match, empleando balas del tipo americano Sierra, de 168 grains.

Volviendo a nuestra cartuchería militar comentaremos a modo de anécdota que a las 12,35 horas del día 18 de noviembre de 1964 se fabricó el cartucho MIL MILLONES de la Fábrica Nacional de Palencia. Para su identificación se pintó de negro. La fábrica había iniciado su producción en junio de 1937.

A mediados de los años 60, se fabricó el primer tipo de cartucho trazador 7'62 x 5 1 mm. La bala, en cuyo interior lleva la cápsula trazadora, se fabricó en la Pirotécnica Militar de Sevilla y el resto en la Fábrica Nacional de Palencia.

Casi una década después se fabrican los primeros cartuchos trazadores 7'62 x 51 mm. NATO ESPAÑOL. La bala lleva la punta pintada de rojo y la unión vaina-bala está cubierta por laca verde para hacerlo estanco. A partir de finales de los 80 el cartucho trazador fue fabricado con una mezcla trazadora nueva llamada X-7 que según las nuevas especificaciones debe encenderse entre 13 y 130 metros desde la boca del arma.

En 1976 la empresa Plásticas Oramil S.A. de San Sebastián (Guipúzcoa) produjo el primer modelo de cartucho de salvas, de plástico 7'62 x 51 mm. que adquirió el Ejército de Tierra. En la Guardia Civil se utilizó como cartucho de proyección antidisturbios, pero como consecuencia del colorante que se empleó para dar el color rojo al plástico resultó muy frágil, por lo que por la parte del engarce del culote se rajaban con facilitad. Esto motivó que fuera desechado.

Posteriormente se mejoró hasta que, por fin a principios de los 80 se fabricó el modelo definitivo que se suministraría a las Fuerzas Armadas y al Cuerpo. También se debió a Plásticas Oramil la fabricación de cartuchos de entrenamiento o de tiro reducido en los que la bala era maciza de plástico, siendo los colores negros, azul oscuro o azul claro.

A principios de los 80, esta empresa civil preparó a petición del entonces Cuerpo de Policía Nacional una cartuchería especial de plástico para su utilización para el lanzamiento de botes de humo y pelotas de goma. Se identificaban por el color blanco translúcido y el ligeramente verdoso que le imprimía la pólvora así como su graveteado anular.

Por último, en cuanto a la cartuchería del 7'62 x 51mm. NATO ESPAÑOL se refiere, significar que a principios de los años 80 se fabricó en Palencia un cartucho de tipo perforante, capaz de penetrar una chapa de blindaje de 22 mm. a 100 metros con una bala que tiene el núcleo de acero y la punta pintada de negro. 

Los ingenieros militares españoles Molina y Orea, diseñaron un cartucho perforante-incendiario en este calibre con unos resultados francamente muy buenos, pues penetraba 10 mm en una chapa de blindaje de 22 mm a 100 metros o encendía dos arpilleras a 30 y 60 centímetros perforando una chapa de acero F-111 de 4 milímetros a 120 metros de boca. La punta de la bala iba pintada de aluminio-plata.

En el libro Cartuchería Española, Molina y Orea describen 160 modelos diferentes fabricados en España. A partir de 1988 el cartucho 7'62 x 51 mm. NATO ESPAÑOL pierde su último apellido, y pasa a denominarse NATO-ORDINARIO, nombre que actualmente es el reglamentario. Las cajas de cartón y los empaques vienen ahora marcados con la palabra ORDINARIO.

El 7,62 x 51 NATO ORDINARIO en la Guardia Civil.

Se considera como adecuada para para su empleo en armas automáticas la munición con una antigüedad inferior a 10 años, con más edad se usará con las de repetición.
  • Alcance máximo: 3.000 metros.
  • Alcance eficaz: 800 metros.
  • Velocidad inicial: 830 metros por segundo.
  • Peso del cartucho: 24 gramos.
  • Peso de la bala: 9,45 gramos.
  • Envuelta de bala: latón 90/10 (90% cobre, 10% zinc).
  • Núcleo bala: plomo antimonioso.
  • Tipo de bala: ojival, aguda, troncocónica, blindada, con ranura.
  • Vaina: golletada con ranura.
  • Peso vaina: 12 gramos.
  • Material vaina: latón 72/28 (72% cobre, 28% zinc).
  • Pólvora: tipo progresiva sin humo. Una base filiación 343. Cilíndrica monoperforada.
  • Cápsula iniciadora: tipo abierto. Sin yunque. Carga cóncava. Rodeada de una corona de barniz verde con tres cueces.
  • Material cápsula: latón 72/28.
  • Iniciador: mezcla no oxidante.
  • Explosivo principal: Tetrinox.
El cartucho 5'56 x 45 milímetros.

En el año 1950, la firma comercial norteamericana Remington lanzó al mercado un cartucho completamente revolucionario en su diseño y de gran precisión: el .222 Remington.

En 1952 se inició en los Estados Unidos el proyecto SALVO, que tenía por objeto investigar nuevos tipos de cartuchos más efectivos para las armas portátiles de la infantería. Durante varios años se realizaron múltiples pruebas por el US Continental Army Command de Fort Monroe sito en el Estado de Virginia.

De todos los proyectos destacó desde el primer momento una acusada tendencia hacia los calibres más pequeños, dotados de una extraordinaria velocidad inicial próxima a los 1.000 m/seg. 

Inspirándose en el .222 Remington que había sido incluido en el proyecto SALVO, Robert Hutton, editor técnico de la revista americana de armas y municiones Guns&Ammo., se convirtió en el inventor de un cartucho cuya vaina tenía una altura de 45 milímetros por 5'56 milímetros de diámetro de su boca. Recibió el nombre de .223 Remington y fue ampliamente experimentado a partir de 1957 para su uso en el fusil de asalto Armalite AR-15.

La casa Winchester y la Armalite Division de la firma Fairchil Co. fueron las encargadas de su desarrollo. El Ejército del Aire de los Estados Unidos sería el primero en probarlo junto al AR-1 5 para reemplazar al fusil M-1 Carbine en el bienio 1960-1961.

Por fin, en 1964, el cartucho .223 Remington (5'56 x 45) fue declarado oficialmente reglamentario en el Ejército de Tierra de los Estados Unidos, con la denominación por razón de su proyectil como M-193. 

El arma definitiva para utilizarlo sería el mundialmente conocido, y todavía de dotación en las fuerzas armadas americanas, fusil de asalto M-16 el cual estaba basado en el diseño original del AR-15.

Como ventajas, el nuevo cartucho ofrecía una alta velocidad, una indudable capacidad de herir e inutilizar al combatiente enemigo debido al fuerte shock traumático que causaba, así como la gran cantidad de munición que podía ser transportada por el soldado de infantería por su reducido peso. 

El peso medio de un cartucho 5'56 x 45 mm. es de sólo 11 gramos frente a los 24 gramos del 7'62 x 51 mm. Menos de la mitad, al tiempo que ocupa un espacio mucho más reducido.

El cartucho 5'56 x 45 mm. en la OTAN.

Los países miembros de la OTAN habían adoptado como reglamentario el cartucho de 7'62 x 51 mm., pero la experiencia en combate del 5'56 x 45 mm., así como sus virtudes, hicieron que se fuera abriendo un importante futuro. 

De hecho, casi todas las industrias de armamento iniciaron el estudio y desarrollo de armas ligeras que lo empleasen. Asimismo se realizaron estudios rigurosos sobre la nueva munición al objeto de ir perfeccionándola.

Al principio las fábricas de municiones europeas utilizaron como bala el modelo original americano del proyectil M-193 pero Bélgica, fruto de sus investigaciones diseñó la bala denominada SS 109 que fue adoptada oficialmente en el año 1980 por la OTAN. En Estados Unidos este nuevo proyectil sería denominado M-855.

Los ingenieros belgas habían mejorado sensiblemente uno de los principales problemas de la bala M-193, su poca estabilidad de vuelo, con un resultado muy satisfactorio. 

Este paso fue decisivo para iniciar progresivamente la sustitución del 7'62 x 51 mm. NATO, que durante dos décadas había sido el cartucho oficial de las armas ligeras de la OTAN. 

Hoy por hoy, catorce años después ocupa ya el primer puesto y está considerado por los expertos como un cartucho que todavía tiene mucho futuro.

El cartucho 5'56 x 45 mm. en España.

El desarrollo de este cartucho se inició en España en la década de los 60. En 1964 comenzaron las experiencias en el CETME, colaborando muy activamente la Fábrica Nacional de Palencia. 

Durante los dos años siguientes las investigaciones fueron muy intensas y simultáneas con el interesantísimo y malogrado 4,56 x 36 milímetros. Posteriormente se interrumpieron, volviéndose a reanudar el año 1970.

El CETME utilizó inicialmente en sus experimentos una pólvora esferoidal de su propia fabricación, especial para el cartucho 5'56 x 45 mm., pero los entonces tenientes coroneles Iniesta y Palacios, en la fábrica de Granada, consiguieron una pólvora tubular de simple base con la que se conseguía aproximadamente las balísticas precisas para esta munición. Eran tiempos que, como se ha citado anteriormente, teníamos vedada la información técnica de la OTAN.

En España, al igual que en el resto de los países europeos de la época, se fabricó inicialmente el proyectil tipo americano M-193. 

La Fábrica Nacional de Palencia sería la única encargada de su producción. Posteriormente, a partir de mayo de 1982, se fabricaron con el nuevo tipo de bala SS-109 de origen belga, siendo ésta la actualmente en dotación en la Guardia Civil. 

La punta de la bala va pintada de color verde para diferenciarla de las primeras M-193.

Ello ha inducido a error a los profanos que pensaban que se trataba de una munición trazadora. Nada de ello. En los lotes que actualmente salen de la Fábrica Nacional de Palencia ya no están pintadas y se les ha añadido los apellidos NATO ORDINARIO, al igual que ocurrió en su día con el 7,62 x 51 mm.

Inicialmente se cargaron con pólvora PRB (belga) BALL BOXER WC-844-LOT CLT/1-82, pero a partir del segundo semestre de 1987 se utiliza la pólvora fabricada en Granada, filiación 369 (82% nitrocelulosa, 12 ± 2% nitroglicerina y 5 ± 2% ftalato de dibutido). 

Su nueva designación reglamentaria será pólvora 103-F 369/NG.100.es (0,660) D1.F5.GRO.1, siendo su color negro, grafitada y de forma esferoidal o lenticular.

A finales de los 80, se fabricaron en Palencia con la colaboración del CETME, 10.000 ejemplares de un cartucho perforante, una parte de los cuales se envió al Picantinny Arsenal de los Estados Unidos para su prueba. El núcleo que lleva la bala en la punta es de carburo de wolframio y exteriormente va pintada de negro.

La empresa donostiarra Plásticas Oramil, produjo también a partir de los 80, en plástico, sus tradicionales cartuchos de salvas, proyección y tiro reducido o entrenamiento de este calibre, siendo sus colores blanco, verde o azul.

El cartucho 5'56 x 45 mm. NATO. ORDINARIO que tenemos actualmente en el Cuerpo pesa 11 gramos, alcanza una velocidad inicial de 875 m/seg, su energía en boca es de 156 kpm y utiliza una bala tipo SS-109 (núcleo de acero en la punta) cuyo peso es de tan sólo 4 gramos.

Bibliografía.
  • Cartuchería Española. Angel Molina y Alfonso Orea, Editorial Merino. Palencia. 1992.
  • Tratado de Cartuchería. Francisco Lanza. Editorial Merino. Palencia. 1978.
  • La Cartuchería de las armas ligeras. Angel Molina. Editorial Ministerio de Defensa. Madrid. 1988. (Declarado de utilidad para la Guardia Civil por resolución 414/20526/88, de fecha 23 de noviembre. BOD. número 226).
  • Catálogo de municiones. Editorial Polígono de Experiencias de Carabanchel. Ministerio del Ejército. Madrid. 1974.
  • Cartridges of the World. F. Barney. Ed. M. Bussard. Estados Unidos de América. 1993.

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