CLXXV Aniversario “Cartilla del Guardia Civil” (1845-2020).
Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR", pág. 26, el 13 de abril de 2020.
El original contiene una fotografía en blanco y negro.
La Muy Noble y Más Leal Ciudad de San Roque, donde reside la de Gibraltar, tiene unida su historia, desde sus orígenes oficiales en 1706, con la del Ejército español. Dicho vinculo se ha ido cimentando, fortaleciendo y creciendo con el paso del tiempo, a través de dos factores: el militar y el humano.
El primero viene motivado a su vez por dos razones. La primera son los hechos de armas acaecidos sobre su término municipal. Los más importantes fueron los realizados con el propósito de recuperar para España la colonia británica de Gibraltar, destacando el llevado a cabo entre 1779 y 1783. A tal efecto no hay que olvidar que hasta 1870 el actual municipio de La Línea de la Concepción era una pedanía de la de San Roque. La segunda razón es que desde sus principios ha sido siempre asentamiento de unidades militares, sobresaliendo entre todas la comandancia general del Campo de Gibraltar (1723-1804). A este respecto no puede olvidarse el origen militar de la actual barriada de Campamento o que la propia casa consistorial esté ubicada en lo que fue el edificio principal del antiguo cuartel “Diego Salinas” sobre el que Antonio Pérez Girón, cronista oficial de la ciudad, ha publicado dos sendos libros.
Respecto al segundo factor, el humano, reviste mayor importancia aún pues es el que entrelaza directamente milicia y población a través de los lazos de sangre. Tanto por los propios naturales de San Roque que abrazaban la carrera de las armas como por aquellos componentes de la milicia, ajenos a la localidad, que contraían matrimonio con personas de la misma.
Y este es el caso del protagonista de la historia de este capítulo. El de un oficial del Ejército que se casó el 12 de agosto de 1846 en San Roque con una mujer perteneciente a una distinguida y respetada familia de origen gibraltareño y perfectamente integrada en la ciudad, Dorotea Shakery Rusciano.
Posteriormente ingresó en la Guardia Civil donde continuó perfeccionando una extraordinaria hoja de servicios hasta el final de su carrera militar.
Se trataba de Miguel Guzmán Cumplido, ascendido a brigadier el 9 de agosto de 1874. Dicho empleo era entonces el primero de la categoría de oficiales generales, situado entre los de coronel y mariscal de campo. La Ley adicional a la Constitutiva del Ejército, de 19 de julio de 1889, lo sustituyó por la denominación de general de brigada al igual que el empleo siguiente adoptó el de general de división.
En el mismo decreto de ascenso, dimanante del gobierno de la Primera República, se le nombró subdirector de los Tercios de la Guardia Civil que había desplegados en Cuba. El capitán general de la isla era el director nato de la fuerza del benemérito Instituto allí destacada, la cual dependía de dicha autoridad militar en todo lo concerniente a su organización, personal, disciplina, material y percibo de haberes. Del gobernador superior civil, establecido también en La Habana, dependía en cuanto a su servicio peculiar y acuartelamiento.
La organización de la Guardia Civil en Cuba era análoga a la de la metrópoli. Hasta el año 1874 el brigadier subdirector tenía a su cargo cuatro Tercios con un total de 3.917 hombres, de los que 3.126 eran de infantería y 791 de caballería: del 1º dependían las Comandancias de La Habana, Matanzas y Vuelta Abajo; del 2º las de Santa Clara, Cienfuegos, Sagua y Remedios; del 3º las de Santi-Spiritus y Morón; y del 4º sólo la de Puerto Príncipe.
A partir de 1875, tras una reorganización llevada a cabo para aumentar la plantilla del Tercio desplegado en la isla de Puerto Rico y que supuso la disolución de uno de los de Cuba, quedó una plantilla total de 3.425 hombres, de los que 2.707 eran de infantería y 718 de caballería, encuadrados en tres Tercios: Del 1º siguieron dependiendo las mismas Comandancias, pero del 2º las de Santa Clara, Cienfuegos, Remedios y Santi-Spiritus; y del 3º las de Santiago de Cuba y Holguín. Además contaban con cuatro veterinarios y tres maestros armeros ajenos a la Guardia Civil. El brigadier subdirector tenía a su vez una reducida plana mayor integrada por otros seis hombres más.
Hasta su ascenso, Guzmán había sido el coronel subinspector del 12º Tercio del benemérito Instituto, cuya cabecera estaba ubicada en la capital burgalesa, compuesto por las Comandancias de Burgos, Logroño, Santantader y Soria.
Había nacido en Badajoz el 7 de mayo de 1819. Era hijo del entonces teniente de Infantería Antonio Guzmán Coronado, nacido en Málaga el 7 de marzo de 1793, y de María del Carmen Cumplido Muñoz, que habían contraido matrimonio en Granada el 22 de marzo de 1817.
Su impresionante biografía militar fue referenciada por los coroneles de Infantería Ricardo Serrador Añino y José Luis Isabel Sánchez con ocasión de sus respectivas obras, “Extremeños ennoblecidos por la Real y Militar Orden de San Fernando” y “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando”, pertenecientes a dicha Arma. Hasta en cuatro ocasiones le fue concedida la más alta condecoración militar española de la época para recompensar las acciones distinguidas: la cruz de San Fernando de 1ª clase.
Ingresó en el Ejército por gracia especial como cadete a los dieciséis años en el Regimiento de Infantería de Mallorca nº 13, en el que ya como subteniente participó activamente durante la Primera Guerra Carlista en las acciones de Beceite (Teruel), Siete Aguas (Valencia), Gandesa (Tarragona), Catí y Villar de Canes (Castellón de la Plana), así como en la batalla de Chiva (Valencia), acaecida el 15 de julio de 1837.
Ascendido con antigüedad de 12 de diciembre siguiente al empleo de teniente pasó destinado al Regimiento de Infantería del Rey núm. 1. A lo largo de 1838 siguió combatiendo en Aragón y Levante, participando en el sitio del castillo de Morella (Castellón) que se llevó a cabo contra el general carlista Ramón Cabrera Griñó, conocido como “el Tigre del Maestrazgo”. Todo el año siguiente continuó de operaciones en la provincia de Teruel.
A mediados del mes de abril de 1840 tomó parte, bajo el mando del general Leopoldo O'Donnell Jorís,en el ataque y conquista del castillo de Aliaga (Teruel), defendido por el comandante carlista Francisco Macarulla Font. El 20 de mayo siguiente también participó en la acción de la Cenia (Tarragona), bajo el mando del mismo general y nuevamente contra las tropas carlistas de Cabrera.
Los partes de operaciones así como de bajas y efectos ocupados al enemigo en dicho combate, dirigidos al “Secretario de Estado y del Despacho de Guerra”, mariscal de campo Serafin María de Sotto Abach Langton, suscritos al día siguiente por el propio O’Donell y el brigadier Narciso Clavería Zaldúa, jefe del estado mayor general, serían publicados en la Gaceta de Madrid el 7 de junio de 1840.
Entre las bajas se encontraba el teniente Guzmán, que resultó herido grave de bala de fusil en la pierna izquierda, siéndo concedida por real orden de 28 de enero de 1841, la primera de sus cruces de San Fernando de 1.ª clase.
(Continuará).
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