jueves, 7 de mayo de 2020

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (XIII). BRIGADIER MIGUEL GUZMÁN CUMPLIDO (1819-1895). Cuarta parte

CLXXV Aniversario “Cartilla del Guardia Civil” (1845-2020).

Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR", el 4 de mayo de 2020, pág. 24.

El original contiene una fotografía en blanco y negro.



El “Estado Militar de España e Indias”, editado en 1846, refería que el “Cuerpo de Guardias Civiles” había sido creado por real decreto de 13 de abril de 1844 y por otro de 13 de mayo del mismo año.

Matizar que hubo un error tipográfico en la primera fecha ya que fue “rubricado de la Real mano” el día anterior por Isabel II. Pero lo importante es que su cita sirve para poner en valor su trascendental significado. 

Si bien el nuevo Cuerpo tenía su origen en el real decreto de 28 de marzo anterior, había sido concebido inicialmente como una “fuerza civil de protección y seguridad pública”, habida cuenta “la abolición completa de la Policía”, tres años y medio antes. Sin embargo, el 12 de abril se daba un giro decisivo, al encomendarse al ministerio de la Guerra su organización, la cual debía efectuarse “bajo la dirección de jefes militares entendidos en esta materia”.

Con ello la reina quería “ofrecer un alivio y una recompensa a la clase militar, que tan acreedora se ha hecho por su lealtad, valor y constancia durante la última guerra y en repetidas ocasiones a mi Real benevolencia y a la gratitud nacional”.

La decisiva designación del duque de Ahumada, tres días más tarde, como director de dicha organización y su motivada propuesta de redireccionamiento de parte de lo dispuesto en el citado decreto de 28 de marzo, terminarían consolidando definitivamente la naturaleza militar de la Guardia Civil.

El mentado decreto de 13 de mayo declararía su dependencia del ministerio de la Guerra en lo concerniente a su organización, personal, disciplina, material y percibo de haberes, mientras que del de Gobernación lo sería por lo relativo a su servicio pecular y movimientos.

Seguidamente, el “Estado Militar de España e Indias” describía que el benemérito Instituto constaba ya de 12 tercios con 40 compañías de infantería y 11 escuadrones de caballería. La provincia de Cádiz estaba encuadrada junto a las de Sevilla, Córdoba y Huelva en el Tercer Tercio que mandaba el coronel José Castro y constaba con tres y media de las de infantería y uno y medio de los de caballería.

Pero al capitán Miguel Guzmán Cumplido, que alcanzaría en 1846 los 27 años de edad, aún le faltaba una década para ingresar en la Guardia Civil. Pertenecía todavía al Regimiento de Infantería del Rey núm. 1, en el que llevaba destinado ininterrumpidamente desde enero de 1838, habiendo pasado en el mismo los empleos de subteniente y teniente así como la Primera Guerra Carlista.

Su regimiento, de creación “inmemorial”, había sido reorganizado por real decreto de 23 de abril de 1824. Era uno de los 32 de Infantería del Ejército que existían en la Península, sin contar los de Ultramar, estando compuestos por tres batallones cada uno, conforme a los reales decretos de 3 de agosto y 6 de diciembre de 1841, así como de 1º de enero de 1842 y 17 de noviembre de 1844.

Lo que no sabía todavía el joven capitán cuando el 12 de agosto de 1846 contrajo matrimonio en San Roque, era que justo un año después dejaría su unidad tras casí una década de permanencia en la misma. Le esperaba la Segunda Guerra Carlista.

Es muy probable que a su boda con Dorotea Julia Shakery asistieran los siete hermanos de ella, con sus respectivos cónyuges ya que residían entre San Roque y la colonia británica de Gibraltar: José, Juan, Eduardo, Víctor, Adrián, Alejandría y Amalia. 

Esta última se había casado dos años antes en la misma iglesia de Santa María la Coronada con el capitán de Carabineros Guillermo Iriarte Cuetos, quien a finales de 1842 había pasado destinado a la Comandancia de dicho Cuerpo en la provincia de Cádiz, procedente del mismo regimiento que Guzmán. Dos de sus hijos, Fermín y Ciriaco Iriarte Shakery, nacidos en 1848 y 1855 en San Roque, llegarían a ser, oficial de la Marina de Guerra e ingeniero agrónomo, respectivamente. Éste sería autor, en colaboración de Leandro Navarro Pérez, de un voluminoso tratado de topografía fotográfica.

Juan Shakery había contraido matrimonio con la sanroqueña Josefa Linares. Su hijo Juan, nacido en Gibraltar, además de pintor local de cuadros fue allí el representante de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Su nombre recorrería la prensa nacional al facilitar alguna imagen del hundimiento en las aguas españolas que rodean la colonia, del vapor británico “Utopía” la tarde del 17 de marzo de 1891, donde perecieron ahogadas casi 600 personas.

Otro interesante miembro de esa familia fue Alberto Casañal Shakery, nacido en 1874 también en San Roque, nieto del mentado Eduardo Shakery que en 1845 había contraido matrimonio con Ramona Rubin de Celis. Licenciado en Ciencias Fisico-Matemáticas y profesor de la Escuela Superior de Trabajo en la capital aragonesa, su fama le vendría como poeta, comediógrafo y escritor costumbrista español. Joaquín Álvarez Quintero, uno de los afamados hermanos dramaturgos, diría que era “el poeta de Zaragoza por antonomasia”.

Quien en cambio no pudo asistir por haber fallecido con anterioridad a la celebración del enlace matrimonial fue el padre de la novia, Francisco Shakery. Su viuda, Ana Russiano (parece ser finalmente que este apellido es más correcto que los de Rusciano y Rusiano que aparecen en otros documentos), habitaba entonces en la conocida hacienda de campo sanroqueña “El Almendral”. Ésta había sido adquirida por su difunto esposo el 16 de septiembre de 1836 a Manuel Jiménez, según información del investigador local Juan Antonio García Rojas. Es muy probable que se celebrara en esa hacienda el convite matrimonial. 

En cambio debió ser más difícil que asistieran, al residir fuera de la provincia, los familiares del capitán Guzmán, cuatro de cuyos hermanos habían seguido también como oficiales, la carrera de las armas: Ramón, Enrique y Francisco en Infantería y Antonio en Caballería.

De su matrimonio con Dorotea tuvo al menos dos hijos, ambos nacidos en San Roque. Uno era Antonio Miguel, que fue presidente de la asamblea local de Cruz Roja en San Roque y de quien se hablará en un próximo capítulo. El otro era Francisco, nacido en 1849, que intentando seguir el camino de su primo Fermín, aprobó sin plaza en 1865, en el Colegio Naval militar ubicado en la población de San Carlos (San Fernando). Si hubiera ingresado hubiese sido compañero de promoción de un marino ilustre, Isaac Peral Caballero, quien “diseñó, construyó y probó con éxito el primer submarino torpedero de la historia propulsado eléctricamente”, según palabras de Diego Quevedo Carmona, gran especialista sobre la historia del Arma Submarina española.

Firmemente decidido a dedicar su vida a la milicia, ingresó finalmente en el Colegio de Infantería de Toledo para continuar su carrera como oficial del Ejército. Estando destinado como comandante en el Batallón de Cazadores “Gran Canaria” núm. 22, contrajo matrimonio en 1892, en Las Palmas, con Rita González de Azofra. Hay constancia de al menos cuatro hijos, llamados María, Carmelo, Prudencio y Francisco Guzmán González, continuando los tres varones la carrera militar de sus predecesores como oficiales de Infantería.

(Continuará).


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