miércoles, 13 de mayo de 2020

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (XIV). BRIGADIER MIGUEL GUZMÁN CUMPLIDO (1819-1895). Quinta parte

CLXXV Aniversario “Cartilla del Guardia Civil” (1845-2020).

Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR", el 11 de mayo de 2020, pág. 32.

El original contiene una fotografía en blanco y negro.


El capitán Miguel Guzmán Cumplido, tras su boda en San Roque, continuó hasta fin de agosto de 1847 en el Regimiento de Infantería del Rey nº 1“. Mientras su esposa Dorotea Shakery permanecía en dicha localidad, fue destinado en septiembre al Batallón de Cazadores Simancas nº 13.

Por real decreto de 16 de mismo agosto se reorganizó la Infantería del Ejército de la Península en una fuerza de carácter permanente y otra de reserva. Mientras esta última se constituyó con 49 batallones sueltos, la primera pasó a componerse de 15 regimientos de a 3 batallones, de 30 regimientos de a 2 batallones, así como 16 batallones ligeros de cazadores.

La creación de estos últimos se hizo sobre la base de detraer las compañías de cazadores que tenían los regimientos existentes. El Simancas nº 13 se formó con las pertenecientes al Regimiento del Rey nº 1, al que pertenecía Guzmán, y al Regimiento Valencia nº 23. Cada batallón de cazadores se componía de seis compañías en tiempo de paz y ocho “en pie de guerra”.

Con gran celeridad se organizó el Simancas nº 13 ya que se estaba disputando, principalmente en Cataluña que sería su destino, la Segunda Guerra Carlista. Ésta se había iniciado tras frustrarse el año anterior las expectativas de unión dinástica matrimonial entre Isabel II y el pretendiente Carlos Luis de Borbón y de Braganza, duque de Montemolín. El gobierno de la nación, presidido por el político y diplomático gaditano Francisco Javier de Istúriz Montero, arregló el matrimonio de la reina para que el 10 de octubre de 1846, que cumplía 16 años de edad, lo contrajera con su primo Francisco de Asís de Borbón, duque de Cádiz, de 24 años de edad.

El Simancas nº 13 participaría muy activamente en las operaciones desarrolladas en la provincia de Gerona, destacando el capitán Guzmán, “muy distinguido” en el encuentro sostenido el 28 de noviembre de 1847 en la acción de las alturas de Molar de Coll, sito en municipio de Moncen Alto, contra la fracción carlista de Aymerich. Por tal motivo sería recompensado, por real cédula de 18 de febrero de 1848, con la tercera Cruz de San Fernando de 1.ª Clase. 

Guzmán continuó tomando parte muy activa durante todo el año siguiente, en cuantas operaciones participaba su batallón. Al iniciarse 1849, volvió nuevamente a distinguirse, esta vez en las acciones de Las Planas, acaecida el 1º de enero, así como las que tuvieron lugar durante el mes de marzo en Font-Pobre, Serrado, etc; en abril, en San Esteban de Bás, etc; y así, siempre en la provincia de Gerona, hasta la finalización de la guerra en el mes de mayo siguiente.

Por real cédula de 7 de octubre de 1850, Guzmán recibió su cuarta Cruz de San Fernando de 1ª clase, “por el mérito que contrajo contribuyendo a la pacificación de Cataluña, y especialmente en la acción de Las Planas”.

A finales de noviembre de dicho año cesó en el batallón de cazadores y regresó al Regimiento del Rey nº 1, entonces de guarnición en Sevilla. Pero ya para entonces, había entrado en vigor y se había desarrollado el cumplimiento de un nuevo real decreto, esta vez de 21 de octubre de 1849, reorganizando las fuerzas del Ejército. 

Conforme al mismo, la Infantería de la Península pasó a estar formada por 45 regimientos de 3 batallones cada uno, el Fijo de Ceuta con 2 batallones que se había creado por real decreto de 16 de septiembre de 1847, y los 16 batallones de cazadores. Pero para tiempo de paz se había dispuesto que la fuerza que estuviera en reserva se formaría con los terceros batallones de cada regimiento de infantería de línea y dos compañías de cada uno de los de cazadores. Ello suponía una importante disminución del gasto militar para las arcas del Estado que acababa de salir de la Segunda Guerra Carlista, al reducirse el número de efectivos en situación de servicio activo.

Tras permanecer apenas tres meses en su regimiento, Guzmán pasó destinado a principios de marzo de 1851 al Tercer Batallón del Regimiento de Infantería Astorga nº 44, de guarnición por aquel tiempo en la ciudad de Cádiz. Se trataba precisamente de una de esas unidades de reserva que se habían creado. Estuvo hasta fin de junio de 1854 que ascendió al empleo de 2º comandante.

A principios de julio siguiente fue destinado al Regimiento de Infantería Burgos nº 36, a cuyo frente se encontraba el coronel Luciano de las Alas Pumarino. Guzmán fue nombrado segundo jefe del Segundo Batallón, cuyo mando fue asignado al también recién destinado primer comandante Manuel Huici Andueza.

El 5 de octubre de 1855 fue nombrado capitán general de Granada el mariscal de Campo Juan Prim Prats, futuro presidente del consejo de ministros que sería víctima de un atentado el 27 de diciembre de 1870, falleciendo tres días más tarde. 

Tal y como relata el teniente coronel de Artillería Fernando García Sánchez en su obra “Las campañas militares del general Prim en el exterior (1853-1862)”, editada en 2018, éste decidió acudir a Melilla al objeto de inspeccionar la plaza y efectuar una operación de castigo a raiz de la concentración de efectivos rifeños en torno a la ciudad. 

Se lo había requerido el gobernador militar, coronel de Infantería Manuel Buceta del Villar, con quien Guzmán había coincidido en el Regimiento del Rey nº 1. En 1844 había sido el primer jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra y sería en 1878-79, como mariscal de campo, comandante general del Campo de Gibraltar.

El hostigamiento rifeño a las tropas españolas de la guarnición en esa época era constante, tal y como detalló el coronel de estado mayor Gabriel de Morales Mendigutía, muerto el 22 de julio de 1921 en el “Desastre de Annual”, en su obra “Efemérides de la Historia de Melilla (1497-1913)”.

El 22 de septiembre de 1855 habían resultado muertos en una salida al campo exterior, el comandante Tomás Gómez Quijano y un soldado, así como heridos 2 oficiales y 28 de tropa, 5 de los cuales fallecerían pocos días después.

Entre las fuerzas que fueron enviadas a Melilla se encontraban las del Regimiento Burgos nº 36, cuya actuación “mandadas por el distinguido y valiente comandante D. Miguel Guzmán”, sería destacada sobresalientemente en el parte de operaciones que el propio Prim dio el 26 de noviembre siguiente al ministro de la Guerra.

Ese mismo día y el anterior fueron jornadas muy duras para las fuerzas españolas ya que perdieron la vida el teniente coronel Isidoro Varela de Seijas, 2 oficiales y 15 clases y tropa. Resultaron heridos 7 jefes y oficiales así como 47 de tropa, de los cuales fallecieron en los días siguientes un oficial y 7 de tropa.

Pero lo peor sería lo relatado en la obra del coronel Morales, pues los cuerpos del teniente coronel Seijas y 11 más quedaron en el campo, siendo abiertos en canal y colgados en estacas por los rifeños. Cuando los entregaron el día 29 estaban horrorosamente mutilados.

(Continuará). 




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