jueves, 15 de septiembre de 2022

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CXXXVI). LA ABSORCIÓN DEL CUERPO DE CARABINEROS (38).



Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 12 de septiembre de 2022pág. 12.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.


 

A finales del mes de diciembre de 1930 la monarquía de Alfonso XIII estaba agonizando aunque muchos, comenzando por quienes la apoyaban y sostenían, no eran conscientes de ello.

Dicho año había comenzado, concretamente el 30 de enero, con la dimisión, aceptada por el rey, del teniente general Miguel Primo de Rivera Orbaneja, como presidente del consejo de ministros, “quedando altamente satisfecho de sus relevantes servicios y del acierto, celo y lealtad con que lo ha desempeñado”. Ese mismo día designó en su lugar al de mismo empleo, Dámaso Berenguer Fusté, otorgándole además la cartera del Ministerio de la Guerra.

Durante los meses siguientes, la situación política y social española, lejos de mejorar se fue deteriorando cada vez más. El año concluiría con la sublevación militar encabezada el 12 de diciembre en la localidad oscense de Jaca por el capitán de Infantería Fermín Galán Rodríguez, quien proclamaría la República. Tras ser sofocada la rebelión sería juzgado, condenado a muerte por un consejo de guerra y fusilado junto al de igual empleo, Ángel García Hernández. 

En los enfrentamientos armados que entonces se registraron, resultaron muertos y heridos diversos miembros del Ejército así como de la Guardia Civil y de Carabineros. Respecto a este último se dictó por real orden de 19 de dicho mes, “que el Gobierno ha visto con satisfacción y ha apreciado en todo su valor el alto espíritu y la actuación de las fuerzas de ese Instituto, en los tristes sucesos acaecidos recientemente en la provincia de Huesca, y la disciplina, lealtad y abnegación que pusieron de manifiesto en defensa del orden público y las Instituciones, siendo igualmente deseo de S.M. que se haga constar así en la documentación de todo el personal que intervino en aquéllos sucesos”.

Al comenzar 1931, cuyo 14 de abril se proclamaría por fin la Segunda República, se encontraba al frente del Cuerpo de Carabineros, como director general del mismo, el teniente general Antonio Vallejo Vila. El subdirector general era el general de división Eladio Soler Pacheco, natural de San Roque. El secretario de la dirección general era el general de brigada Miguel Garrote Cancelo y el inspector general era el general de brigada Eliseo García del Moral Sánchez.

Respecto a la provincia de Cádiz, según el escalafón de dicho año, la residencia de la 6ª Subinspección (Comandancias de Cádiz y Algeciras) se encontraba ya asentada en la capital gaditana tras su efímero periodo algecireño. Continuaba a su frente el coronel Mariano Adsuar Perpiñán, mientras que la Comandancia de Cádiz la mandaba el teniente coronel Ignacio Orduña del Campo y la de Algeciras, el de igual empleo, Aureliano Prieto Aguilera.

En ésta última, cuya demarcación era el Campo de Gibraltar, sus dos comandantes eran Alfonso Romay Moar y Miguel Catalá Clemente, con residencia respectivamente en Algeciras y La Línea de la Concepción. San Roque había dejado de ser la residencia del comandante jefe de servicio al considerarse su presencia de mayor interés por razones operativas en la ciudad linense. Éste era el único municipio del Campo de Gibraltar donde seguían desplegadas dos compañías de infantería de Carabineros para hacer frente al contrabando procedente de la colonia británica, tanto a lo largo de la “Verja” y la aduana como en la costa.

Los capitanes eran Eugenio Calvete Hernández, en la plana mayor de la comandancia; Aurelio Sánchez Izquierdo que mandaba la compañía de Puente Mayorga; Luis Quintero Iglesias, la de Atunara; Fidel del Pozo Herrero, la de La Línea de la Concepción; José Gata Igartúa, la de Algeciras; y Ángel Espías Bermúdez, la de Tarifa. 

Los tenientes eran Rafael Muñoz Lafuente, al frente de la sección de San Roque; Luis García Saseta, la de Palmones (Los Barrios); Florencio Conde Gacén y Alfredo Risco Gómez, las de Algeciras; Francisco Hermida Medina, la de Castillo de España (La Línea); Avelino Ballesteros Villar, la de Valdevaqueros (Tarifa); Francisco Pareja Viñas, la de La Línea; Esteban Rovira Pacheco, la de Atunara (La Línea); Ángel Martínez Ezquerro, la de Guadalmesí (Tarifa); y José de León Huete, la de Cañada del Peral (Algeciras). 

Los alféreces eran Emilio Almendral Rozas, como jefe de la sección de Paredones (Algeciras); Manuel Martínez-Mora Núñez, de la de Jimena de la Frontera; Manuel García Fernández, la de Puente Mayorga; Cristóbal Sánchez-Ocaña, la de San Felipe (La Línea); Julián Zubeldía Moreno, la de Carboneras (San Roque); Juan Porto Gallego, la de Caleta (Tarifa); y José Fajula Lloveras, la de San García (Algeciras).

El despliegue territorial de la Comandancia de Algeciras estaba estructurado sobre cinco compañías de infantería desplegadas en el Campo de Gibraltar y una sección de caballería con cabecera en San Roque, además de la fuerza de mar. También estaba encuadrada en la comandancia, pero sólo a efectos administrativos, la “Compañía de África”, con cabecera en Ceuta.

La 1ª compañía tenía su cabecera en la barriada linense de Atunara, cuya sección de Carboneras disponía de un puesto en la propia residencia y otro en Guadalquitón, mientras que la Sección de Atunara los tenía en la barriada que le daba nombre y Torrenueva. 

La 2ª compañía estaba en La Línea de la Concepción. Desplegaba la sección de Castillo de España con puestos en dicha residencia, Santa Bárbara y Zabal, así como la sección de San Felipe con puestos en la residencia, Espigón, Cachón de Jimena y la aduana de La Línea.

La 3ª compañía cuya cabecera estaba fijada en Puente Mayorga, tenía fijada la sección de la residencia con puestos en el poblado, Guadarranque, Río Guadarranque y Toril; la sección de Palmones, con puestos en la orilla del río que le daba nombre, a las afueras del poblado y en plena barriada barreña, así como en Rinconcillo (Algeciras); la sección de Jimena de la Frontera con puestos en la residencia, Castellar de la Frontera y San Martín del Tesorillo; y la sección de la Estación de San Roque, con puestos en la misma así como en las estaciones ferroviarias de Los Barrios, Almoraima, Jimena de la Frontera, Castellar de la Frontera y San Pablo de Buceite. La sección de caballería de San Roque tenía puestos en la residencia, Algeciras, La Línea de la Concepción y Tarifa.

La 4ª compañía cuya cabecera estaba sita en Algeciras contaba con la sección de Paredones y sus puestos de la residencia y Ojo del Muelle; la sección de San García con los puestos de esa punta y de Las Barcas; la sección de Cañada del Peral con los puestos de la residencia y de El Tolmo; la sección de la aduana de los muelles de Algeciras con los puestos del recinto portuario y de la estación ferroviaria de la ciudad; así como la falúa “General Cosidó”.

La 5ª compañía con residencia en Tarifa tenía la sección de Guadalmesí con los puestos de la residencia, Arenillas y Oliveros; la sección de Rada de Tarifa con los puestos de marinos, Caleta, Los Lances y Boquete de la Peña; la sección de Valdevaqueros con los puestos de la residencia, Palomas y aldea de Facinas; y la sección de Bolonia con los puestos de la residencia, Torregracia y Torreplata.

(Continuará).

 

 

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