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martes, 25 de abril de 2017

OBITUARIO EN RECUERDO DEL GENERAL MANUEL LAFUENTE MARTÍN (1924-2017).


Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 24 de abril de 2017, pág. 10.

El original está ilustrado por dos fotografías en blanco y negro.

Fue Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras entre 1968 y 1979.


El pasado día 15 recibió cristiana sepultura en el cementerio de Málaga quien durante más de una década estuvo al frente de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, concretamente entre el 15 de marzo de 1968 y el 5 de junio de 1979.

El general de brigada Manuel Lafuente Martín, en situación de segunda reserva, contaba 92 años de edad y había fallecido el día anterior en la misma ciudad que lo vio nacer, un ya lejano 25 de diciembre de 1924.

Hijo del entonces teniente Francisco Lafuente González, destinado en la Comandancia de Málaga, y de Fermina Martín Bonilla, decidió desde muy joven seguir los pasos de su padre y de su tío Antonio, que por aquellas fechas era capitán en dicha unidad.

El 1º de septiembre de 1944, cuando contaba 19 años de edad, ingresó como alumno en la hoy desaparecida 3ª Academia Regional de Instrucción en Sabadell. Tras cuatro meses de estudios alcanzó el empleo de guardia 2º y fue destinado a la 211ª Comandancia Rural de Zaragoza, donde compaginó su servicio con los estudios para ingresar en la Academia General Militar.

Dos años después alcanzó su propósito, superando con éxito los exámenes, siendo nombrado el 1º de septiembre de 1946, caballero cadete. Dado que en aquella época no había todavía opción para entrar directamente como oficial del Cuerpo de la Guardia Civil, hubo de optar por ingresar en el Arma de Infantería y completar sus estudios en la Academia de Toledo.

Tras obtener el 15 de diciembre de 1950 el empleo de teniente y un breve destino en la Agrupación Mixta de Montaña nº 14, de guarnición en Pamplona, donde prestó servicio de vigilancia de fronteras, solicitó y obtuvo su pase a la Guardia Civil.

Realizado el periodo de formación en el Centro de Instrucción del benemérito Instituto en Madrid, fue destinado el 7 de julio de 1951 a la 241ª Comandancia de Gijón, siéndole adjudicado el mando de la Línea de Ribadesella, en donde permaneció hasta el 6 de marzo de 1953.

Gran aficionado al deporte, realizó el curso correspondiente para la obtención del título de profesor en la Escuela Central de Educación Física del Ejército en Toledo. A su finalización, se incorporó el 30 de junio siguiente en la 1ª Comandancia Móvil de Madrid, donde tras varios meses de servicio pasó destinado, a partir del 1º de enero de 1954 al Centro de Instrucción.

Allí como profesor de los cursos que realizaban los brigadas para el ascenso a tenientes, fue promovido al empleo de capitán el 30 de noviembre de 1956, permaneciendo dedicado a la enseñanza hasta el 30 de noviembre de 1960.

Tras realizar los correspondientes cursos de Automovilismo e Información sobre Circulación, fue también profesor en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro y uno de los primeros docentes que tuvo la recién creada Agrupación de Tráfico en su Academia de Colmenar Viejo.

Ascendido en dicha fecha al empleo de comandante fue destinado al mes siguiente como 2º jefe de la 140ª Comandancia de La Coruña, asumiendo las jefaturas de armamento y automovilismo así como el despacho del Servicio de Información y el juzgado de la misma.

El 15 de septiembre de 1961 pasó nuevamente a prestar sus servicios como profesor en el Centro de Instrucción, tanto de los cursos de ascenso a teniente como a comandante. Tres años después, el 15 de marzo de 1964, fue destinado a Guinea como jefe de las compañías móviles de instructores de la Guardia Territorial de la Región Ecuatorial, integradas por guardias civiles.

Como consecuencia de su ascenso el 11 de febrero de 1966 a teniente coronel, fue destinado a la plana mayor del 37º Tercio de Málaga, donde se hizo cargo de los cometidos de mayor.

Fue precisamente en su ciudad natal donde el 11 de octubre de 1967 contrajo matrimonio canónico con Carolina Rivas Lafuente, donde reside actualmente.

El 15 de marzo siguiente le fue conferido el mando de la 262ª Comandancia de Algeciras, dependiente del 26º Tercio de Cádiz, ejerciéndolo hasta el 5 de junio de 1979, que cesó al ascender a coronel seis días antes, siendo el jefe que más tiempo ha permanecido en dicho puesto en toda la existencia de la unidad.

Durante ese dilatado periodo nació en Algeciras su única hija, Carolina, que fue bautizada con el mismo nombre que su madre, abuela y bisabuela maternas.

La numeración de la Comandancia pasó a ser la 242ª conforme lo dispuesto en la orden general del Cuerpo de 28 de diciembre de 1974.

Durante su mando se construyó e inauguró el actual acuartelamiento de la jefatura de la Comandancia que supuso en el año 1974 una muy sustancial mejora en las condiciones de trabajo y alojamiento para los guardias civiles y sus familias en Algeciras.

Sin embargo, el hito histórico del que había sido testigo de primer orden, fue cuando el 8 de junio de 1969 se ordenó el cierre total de la Verja con la colonia británica de Gibraltar. La Guardia Civil en sus cometidos de resguardo fiscal del Estado tenía en la Línea de la Concepción una compañía de especialistas para prestar su servicio en el recinto aduanero.

Igualmente durante su periodo de mando vivió también como máximo responsable de las fuerzas del benemérito Instituto en el Campo de Gibraltar, el cambio de régimen político y el inició de la transición democrática.

El 23 de junio de 1979 fue destinado al mando del 25º Tercio de Málaga, realizando en Madrid el curso de mandos superiores y permaneciendo al frente de su unidad hasta que el 1º de junio de 1983 tuvo que cesar por disolución de la misma como consecuencia de una reorganización del Cuerpo.

El 13 de diciembre siguiente le fue conferido el mando del 13º Tercio Inspector de Badajoz, si bien, poco más de un mes después, fue promovido por real decreto de 25 de enero de 1984 al empleo de general de brigada, confiriéndosele el mando de la 6ª Zona de León.

Poco más de un año más tarde, el 20 de agosto de 1985, pasó agrupo de destino de Ama o Cuerpo, quedando en la situación de disponible forzoso. El 14 de octubre de 1986 quedó en situación de reserva activa y el de 25 de diciembre de 1989 a la de segunda reserva, todo ello al ir cumpliendo las edades reglamentarias prevenidas para ello.

Durante su larga y brillante carrera militar le fueron concedidas la cruz, encomienda, placa y gran cruz de la Real y militar Orden de San Hermenegildo, tres cruces del mérito militar con distintivo blanco de 1ª y 2ª clase, la gran cruz del mérito militar de 1ª clase, la cruz de plata del mérito de la Guardia Civil y la Orden de África en su categoría de comendador.


El general Lafuente fue muy querido por sus subordinados y apreciado por muchos algecireños que siguen recordando su caballerosidad, lamentando sinceramente tan sensible pérdida.

domingo, 2 de abril de 2017

LOS ORÍGENES DE LA COMANDANCIA DE CARABINEROS DE ALGECIRAS.


Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 1º de abril de 2017, pág. 9.

El original está ilustrado por dos fotografías en blanco y negro.


Creada en 1878 por Reales Órdenes del Ministerio de la Guerra y de Hacienda para hacer frente al contrabando procedente de Gibraltar



A principios del próximo año se conmemorará el CXL aniversario de la creación de la Comandancia de Carabineros de Algeciras, antecesora histórica directa de la actual Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, cuya demarcación territorial comprende la Comarca del Campo de Gibraltar.

Cuando la Ley de 15 de marzo de 1940 suprimió la Inspección General de Carabineros, se dispuso que sus cometidos, funciones y personal pasaran a ser asumidos por la Guardia Civil.

Y así fue que el benemérito Instituto fundado en 1844 por el duque de Ahumada, principal operador de la seguridad pública española, ampliara sus competencias con las de vigilancia y resguardo fiscal en costas, fronteras y puertos, misiones que habían correspondido hasta entonces al también benemérito de Carabineros creado en 1829 por el marqués de Rodil.

Consecuente con ello las Comandancias de Carabineros pasaron a reconvertirse, por Orden del Ministerio del Ejército, de 22 de agosto de 1940, en Comandancias de Costas y Fronteras de la Guardia Civil. Con el paso de los años y las sucesivas modificaciones de normativas y consiguientes cambios de denominación, todas fueron desapareciendo hasta que hoy día sólo ha quedado la de Algeciras, todo un ejemplo de resiliencia.

Ello se debe principalmente a que siguen persistiendo las mismas razones que motivaron su creación hace ya casi 140 años, cuando la Comandancia de Carabineros de Cádiz, que tenía por demarcación toda la provincia, fue dividida en dos.

Al inicio de 1878 su mando era ejercido por el teniente coronel José Urquía Pérez de Soñanes. El servicio en la capital, con prioritaria atención a su entonces importante puerto, lo prestaba una compañía de carabineros veteranos, y en el resto de la provincia desplegaban cuatro compañías de infantería y un escuadrón de caballería, amén de una compañía de carabineros de mar.

Si bien toda la costa gaditana era escenario habitual de alijos y por ello existía para intentar evitarlo y perseguirlo, un importante despliegue de pequeños puestos de carabineros a pie mismo de playa, era el Campo de Gibraltar, dada su proximidad a la colonia británica del Peñón, la más afectada por el contrabando.

Tal y como informaba reiteradamente por aquellos años “Diario de Cádiz”, existían verdaderos ejércitos de contrabandistas que fuertemente armados e incluso montados a caballo, se enfrentaban violentamente contra las fuerzas de Carabineros que intentaban aprehender los alijos.

La gravedad de la situación que se padecía fue tal que el teniente general Manuel Gasset Mercader, inspector general de Carabineros del Reino, propuso la creación de una Comandancia con demarcación exclusiva en el Campo de Gibraltar. Su idea era que la nueva unidad tuviera a su frente a un jefe que, con residencia en Algeciras, pudiera atender los servicios establecidos en la Comarca con la debida inmediatez y continuidad, cosa que desde la capital gaditana no se podía hacer.

Dado que Carabineros era un cuerpo militar, integrado en el Ejército y responsable de velar por el resguardo fiscal del Estado, la propuesta tuvo que ser elevada para su aprobación por los dos ministerios competentes: el de la Guerra y el de Hacienda.

El primero de ellos, dirigido por el teniente general Francisco de Ceballos Vargas, dictó, en nombre de Alfonso XII, las reales órdenes de 10 y 28 de enero de 1878 para su creación, mientras que el segundo, a cuyo frente se encontraba Manuel de Orovio Echagüe, hizo lo propio con otra real orden de 29 de mismo mes.

Su contenido, inédito hasta hoy, se ha podido conocer gracias a la inestimable colaboración de Esperanza Adrados Villar, jefe del departamento de referencias del Archivo Histórico Nacional que dirige Carmen Sierra Bárcena. Su localización ha constituido una valiosa aportación historiográfica al proyecto conmemorativo del CXL aniversario de la creación de la Comandancia de Carabineros de Algeciras.

Así, resulta que con fecha 29 de enero de 1878, el ministro de Hacienda se dirigió al inspector general de Carabineros en los siguientes términos:

Excmo. Señor: Vista la comunicación de VE fecha 28 del pasado Diciembre, dando cuenta de la consulta hecha al Ministerio de la Guerra, referente a la subdivisión en dos de la actual Comandancia de Cádiz y el establecimiento en Algeciras de la que en virtud de esta división se crea a fin de que pueda llevarse así el servicio con más prontitud y vigilancia toda vez que las enérgicas medidas por VE adoptadas para reprimir el fraude en aquella costa han sido ineficaces. Considerando que el planteamiento de la medida propuesta (no sólo) no irroga gravamen alguno al Tesoro toda vez que la fuerza no se aumenta y el Jefe que ha de encargarse del mando de la Comandancia creada en Algeciras, cesa en la de Pontevedra, donde su presencia no es necesaria, S.M. el Rey (qDg) ha acordado ordenar a VE que por los trámites reglamentarios se sirva determinar la situación que ha de ocupar la fuerza en cada una de las dos expresadas Comandancias, remesando los estados definitivos para su aprobación. De Real orden lo digo a VE para su cumplimiento.”

A este respecto, “Diario de Cádiz”, en su edición de 13 de febrero de 1878, publicó la siguiente noticia remitida por su corresponsal de Algeciras:

"Por real orden se ha mandado establecer una comandancia especial de Carabineros en este Campo, la que ha instalado sus oficinas en la Aduana de esta ciudad, bajo el mando del señor teniente coronel don Francisco Brotons y Bó. Dicha comandancia es independiente de la de Cádiz, y ya ha llegado a esta población todo el personal, quedando instaladas sus oficinas en la Aduana. La 1ª compañía se ha establecido en La Línea; la 2ª en Algeciras; la 3ª en Tarifa; y la caballería en San Roque".

Dicha medida fue de tal acierto y efectividad que once años después, por real orden del ministerio de la Guerra, de 31 de agosto de 1889, se decidió dividir también en dos, la vecina Comandancia de Carabineros de Málaga.

Los fundamentos para su justificación fueron muy similares a los empleados en las reales órdenes de 10 y 28 de enero de 1878:

"Considerando que la extensión que hoy tiene la referida Comandancia y lo numeroso de la fuerza que le está asignada son excesivas para que el servicio que en ella se presta pueda ser vigilado por el primer Jefe, que reside en la capital, cual lo demanda la importancia de una comarca tan próxima a la plaza de Gibraltar, y en la que sus naturales tienen decidida tendencia al tráfico de contrabando, circunstancias que exigen una constante vigilancia y que el servicio se impulse de una manera enérgica, por lo que se hace indispensable la modificación indicada, estableciendo otra Comandancia en Estepona, con objeto de que resida en este punto, el más importante de aquella zona, un jefe caracterizado con todos los elementos necesarios para obrar por si mismo rápida y oportunamente".

Aquella Comandancia o Fracción de Carabineros de Estepona, que contaba con tres compañías, con cabeceras en Ronda, Estepona y Marbella, desapareció como tal con la entrada en vigor de la Ley de 15 de marzo de 1940, siendo sus unidades y componentes integrados en la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga.

Tan sólo sigue permaneciendo hoy día la de Algeciras, creada inicialmente sobre la base de la 10ª Comandancia de Carabineros y la 2ª Compañía de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, con cabecera también en Algeciras que igualmente estaba desplegada por todo el Campo de Gibraltar.

Así, a los tradicionales cometidos de velar por la seguridad pública y de persecución del contrabando en la Comarca y mar territorial, contribuyendo a garantizar la soberanía española, se han ido añadiendo en las últimas décadas los de luchar contra el narcotráfico y el tráfico ilegal de seres humanos.