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jueves, 30 de abril de 2020

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (XII). BRIGADIER MIGUEL GUZMÁN CUMPLIDO (1819-1895). Tercera parte.

CLXXV Aniversario “Cartilla del Guardia Civil” (1845-2020).


Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR", pág. 25, el 27 de abril de 2020.

El original contiene una fotografía en blanco y negro.


El 12 de agosto de 1846 el capitán de Infantería Miguel Guzmán Cumplido contrajo matrimonio canónico en San Roque con Dorotea Shakery Rusciano. La ceremonia se celebró en la iglesia parroquial de Santa María de la Coronada.

En el tomo XIII del “Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar”, de Pascual Madoz Ibáñez y publicado en 1849, se hacían constar los datos del censo de habitantes de San Roque fechado el 24 de marzo de 1842. En total 7.619 almas, de los que 1.754 eran vecinos, es decir, cabezas de familia. En su término municipal había “tres puntos militares, más sus vecinos están sujetos al gobierno civil y político de la misma; aquellos son La Línea, el Campamento y el Puente de Mayorga”.

El alcalde de la ciudad en 1846 era Juan Santos España y el jefe de la Guardia Civil era el alférez Juan Morillas Casas, que estaba al frente de la sección de caballería desplegada en el Campo de Gibraltar.

Volviendo al enlace matrimonial se desconoce el vínculo que dio lugar a esa relación ya que Guzmán no había estado antes destinado en la zona. No obstante, si se sabe que el enlace nupcial se llevó a cabo tan pronto lo permitió la normativa militar vigente en la época. 

Conforme a lo dispuesto en el “Reglamento de Monte Pío Militar”, de 1º de enero de 1796, solicitó autorización siéndole concedida mediante real licencia en mayo de 1846. Hay que destacar la estricta normativa, que además de impedir a los oficiales contraer matrimonio hasta alcanzar el empleo de capitán, sancionaban a quien lo hiciera sin dicha autorización, casándose clandestinamente, con la privación de su empleo, así como la pérdida de todo derecho económico que pudiera tener su familia.

El interesado debía pedir autorización para su concesión en nombre del rey, por conducto de sus jefes, y éstos sólo podían dar curso “a los casamientos que por la calidad y circunstancias de las mujeres” mereciesen la real aprobación.

Aquellos oficiales que no gozasen todavía de un sueldo mensual de 40 escudos de vellón, es decir 4.800 reales de vellón, debían acreditar que tenían bienes por valor al menos de 60.000 reales, “para que puedan sostener las cargas del matrimonio, quedándoles libre su limitado sueldo para atender a la precisa decencia de su persona”.

Respecto a las mujeres, salvo que fueran hijas de oficiales, ministros del consejo de guerra del rey, embajadores y ministros plenipotenciarios o de contribuyentes del Monte Pío militar, debían justificar que tenían por sí 20.000 reales de dote las nobles y 50.000 las del “estado llano”. Dichos capitales debían conservarse intactos durante todo el matrimonio ya que las viudas y huérfanos de un oficial no tenían derecho a pensión si el cabeza de familia no fallecía en función de guerra, siendo “indispensable que se conserven escrupulosamente los bienes que afianzan la posterior decencia de estas familias, sin comprometer con su indigencia el decoro de la milicia”. 

Las mujeres que al casarse con dichos oficiales, éstos se hallaren con los grados, empleos y sueldos que diera derecho al beneficio de pensiones, quedaban exentas de dote ya que estaba asegurada su subsistencia y la de sus hijos. No obstante, dichos oficiales debían procurar “enlazarse con mujeres que, además de su honrado nacimiento y virtud personal, tengan algunos posibles para coadyuvar a la decencia de su estado”.

En el caso de Dorotea Shakery no había duda alguna ya que procedía de una distinguida y solvente familia muy conocida e integrada tanto en la colonia británica de Gibraltar como en la propia ciudad de San Roque.

Además de sus padres, Francisco y Ana, ya mencionados en el capítulo anterior, tenía varios hermanos y hermanas. Algunos de ellos se llamaban Amalia, Eduardo, Juan y José. Éste último, de profesión contable, había sido víctima de un secuestro el 10 de junio de 1844, siendo liberado horas después. 

Posteriormente, se tiene constancia de que contribuyó con 20 reales, en una colecta abierta en la colonia de Gibraltar a iniciativa del cónsul español en la misma, para el socorro de un huracán acaecido en la isla de Cuba el 4 y 5 de octubre de 1844. Dicho listado se publicó en la Gaceta de Madrid del 24 de abril del año siguiente.

Su hermana Amalia había contraido matrimonio en San Roque el 22 de marzo de 1844 con el capitán de Carabineros Guillermo de Iriarte Cuetos, destinado anteriormente en el mismo regimiento que el capitán Guzmán, pudiendo haber sido éste el vínculo que le condujo a Dorotea. Era hijo del teniente general Fermín de Iriarte Urdaniz, antiguo comandante general del Campo de Gibraltar, nacido en la localidad navarra de Urriza el 12 de abril de 1789 y fallecido en Valladolid el 9 de abril de 1857.

Por otra parte, la revista de estudios sanroqueños, dirigida por Antonio Pérez Girón, titulada “Lacy”, en honor del general Luis de Lacy Gautier, natural de San Roque y fusilado el 5 de julio de 1817 en Palma de Mallorca por encabezar un pronunciamiento liberal contra Fernando VII, publicó en 2008 y 2012 dos interesantes y documentados artículos de Juan Manuel Ballesta Gómez, sobre la tragedia del bergantín “Bravo”.

Dicho buque, de bandera española y que navegaba desde Barcelona a La Habana, había naufragado frente a la costa de Carboneras en la madrugada del 11 de diciembre de 1855 a causa de un terrible temporal. Perecieron ahogados 23 pasajeros entre los que había 7 mujeres. 

Fuerza del Cuerpo de Carabineros del Reino al mando del subteniente Salvador González Galindo, prestaron junto a unos pescadores los primeros auxilios, arrojándose incluso al agua y salvando la vida a varios supervivientes, proporcionándoles ropa y comida en su casa-cuartel. 

Lamentablemente se produjeron en la playa algunos hechos de pillaje, saqueándose parte de la carga, enseres y equipaje de las víctimas. Gracias a la rápida y decidida actuación de un cabo y cuatro guardias civiles se impidió que se continuara y el día después, el teniente Morillas llegado desde San Roque, al frente de fuerza de la Benemérita, pudo recuperar buena parte de lo sustraido, tras registrar algunos caseríos próximos.

Conocida la tragedia numerosas personas pudientes de San Roque contribuyeron con ropas y donativos, entre las que estaba al menos una de las esposas de los hermanos Shakery. 

Eduardo Shakery, había contraido matrimonio el 27 de julio de 1845 con Ramona Rubin de Celis del Castillo. Destacó como testigo del enlace el mariscal de campo Cristóbal Linares de Butrón, nacido el 10 de noviembre de 1790 en San Roque y fallecido el 27 de septiembre de 1855 en Algeciras. Fue gobernador militar del Campo de Gibraltar y era hermano de Salvador, el anterior alcalde de San Roque.

Ramona era hija del brigadier de Infantería Benito Rubín de Celis Lastra, nacido en la localidad leonesa de Astorga el 17 de enero de 1796 y fallecido en Algeciras el 20 de mayo de 1850. Durante la Primera Guerra Carlista el capitán Guzmán había coincido con él en las acciones de Chiva y Morella.

(Continuará).


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