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sábado, 15 de marzo de 2014

¡FELIZ CUMPLEAÑOS!: 9 MM. PARABELLUM: CIEN AÑOS PREPARANDO LA GUERRA PARA ALCANZAR LA PAZ.

Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en el nº 245 correspondiente al mes de octubre de 2002, de la Revista "ARMAS", págs. 20-26. 
Los originales están ilustrados por nueve fotografías en color y una en blanco y negro.



"Si vis pacem para bellum" -Si quieres la paz prepara la guerra-. Esta frase escrita a finales del siglo IV por el tratadista militar romano Flavius Vegetius Renatus en su obra "De Rei Militari", inspiró el apellido de un cartucho que cien años después continúa teniendo plena vigencia deportiva, militar y policial. En 1899 la D.W.M. de Berlín registró la marca "Parabellum" que pasó a convertirse también en su dirección telegráfica.


A pesar de haber cumplido nada menos que un siglo, el cartucho 9 mm. Parabellum goza de una perfecta salud y ha sabido evolucionar y adaptarse a las necesidades de cada época. Su versatilidad le ha convertido en la actualidad en el más extendido del mundo occidental. 

Se trata de una magnífica y eficaz munición, no sólo de uso militar y policial, sino también de empleo civil y deportivo.

España es un buen ejemplo de todo ello. Las pistolas y subfusiles de dotación militar y policial están recamaradas para dicho cartucho. La Guardia Civil -que ya lo tenía adoptado desde 1976 para sus modelos Star- lo acaba de ratificar con la reciente resolución ministerial de 22 de marzo de 2002, por la que se han declarado "de necesaria uniformidad, las pistolas semiautomáticas, del calibre 9 milímetros Parabellum, modelos H&K USP, Beretta 92 FS y SIG Sauer SP 2009"; mientras que el Cuerpo Nacional de Policía, lo hizo poco antes al adoptar por resolución ministerial de 23 de octubre de 2000, la pistola H&K modelo USP Compact.

Las Policías Locales están sustituyendo en su mayor parte las pistolas de 9 mm. corto y revólveres del .38 largo, por modernas pistolas de polímero de 9 mm. Parabellum; y por último, se está potenciando progresivamente la dimensión civil de este "jóven" cartucho, que cada vez tiene más adeptos tanto entre nuestros tiradores deportivos, con el asentamiento de las nuevas modalidades federativas, como en el ámbito de la defensa personal.


Orígenes.


El cartucho 9 mm. Parabellum -también conocido en el continente americano como 9 mm. Luger- fue diseñado por Georg Luger en 1902 en la fábrica germana Deutsche Waffen und Munitionsfabriken -D.W.M.- para un arma que ha alcanzado una fama mítica: la pistola Parabellum o Luger.

El término "Parabellum" ya había sido utilizado para apellidar un cartucho abotellado del calibre 7'65 mm. diseñado dos años antes por el propio Luger, a petición de las autoridades helvéticas que estaban muy interesadas en una munición que resolviera los problemas de excesiva potencia que padecía el original 7'65 mm. Borchardt presentado en 1898 ante la comisión militar suiza para la selección de la nueva pistola reglamentaria.

El nuevo cartucho surgido de dicho requerimiento -bautizado como "7'65 mm. Parabellum"- era más ligero y de menor potencia lo cual motivó a su vez un rediseño del mecanismo de la propia pistola al objeto de reducir la rótula sobre la articulación de la corredera. 

Efectuadas satisfactoriamente sucesivas pruebas, arma y cartucho fueron oficialmente aprobados el 4 de mayo de 1900 por el Consejo Federal de Suiza bajo la denominación de "Ordonnanz Pistole 1900".

Al año siguiente Alemania inició la búsqueda de una arma corta que reemplazara su viejo "Reichsrevolver" de 10'6 mm. fijándose en la nueva pistola adoptada por el ejército suizo, si bien el principal problema que le encontraban era la escasa potencia del cartucho 7'65 mm. Parabellum.

Georg Luger empezó a trabajar en una nueva munición que fuera satisfactoria para su empleo militar en las armas cortas y cuya potencia no fuese inferior a la del revólver reglamentario germano. Fruto de ello vio la luz en 1902 un nuevo tipo de cartucho cuya vaina abandonó la forma abotellada anterior, siendo totalmente cilíndrica. Acababa de nacer el "9 mm. Parabellum".

Modificada la pistola modelo 1900 para adecuarla a la nueva munición fue presentada por la D.W.M. a la comisión alemana. Su competidora era la pistola Mauser modelo 1896, recamarada para el potente cartucho abotellado de 7'63 mm.. Finalmente, tras dilatados periodos de prueba, la pistola Parabellum de 9 mm. fue adoptada el 12 de diciembre de 1904 por la Marina de Guerra y el 22 de agosto de 1908 por el Ejército.

El cartucho 9 mm. Parabellum fue el primero que se barnizó en sus juntas para preservarlo de la humedad y del aceite, montando hasta el año 1915 un proyectil de forma troncocónica que posteriormente se modificó por el de tipo ojival que actualmente conocemos.

Arma y cartucho empezaron a interesar a diversos países entre los que se encontraban los EE.UU. en donde a partir de 1902 comenzaron a importarlos para su comercialización civil, llegando la D.W.M. a lanzar ese mismo año su primer modelo "American Eagle". 

Incluso una comisión militar norteamericana llegó entonces a encargar medio centenar de ejemplares de 9 mm. para su evaluación si bien el proyecto no prosperó, terminando por resultar vencedora años después la pistola Colt modelo 1911 con su potente cartucho .45 ACP.

No obstante, transcurridas siete décadas, el "jóven" 9mm. Parabellum volvió a presentar batalla y esta vez se hizo con el "sueño americano" al ser adoptado en 1985 junto a la nueva pistola reglamentaria militar de los Estados Unidos, la Beretta modelo 92-F que pasó a denominarse M-9. Actualmente puede afirmarse que es el principal cartucho deportivo, militar y policial utilizado por los norteamericanos, que han relegado a un honroso segundo lugar a su apreciado .45 ACP.


El 9 mm. Parabellum en el mundo.


Su poder de detención y su capacidad de penetración -superiores a la media de los de su época- motivaron que se fuera difundiendo por numerosos países, diseñándose para su uso armas de mayor eficacia y mejor funcionamiento que la originaria pistola Parabellum y sus más de cien variantes.

Los habituales encasquillamientos que padecían las Parabellum terminaron por relegarlas con el paso del tiempo a piezas de colección -en algunos casos de gran valor económico- sobreviviendo en cambio su munición que progresivamente fue alcanzando mayores cotas de popularidad, extendiéndose su fabricación y empleo por la mayor parte del mundo.

Sin embargo la verdadera proyección y asentamiento internacional del 9 mm. Parabellum no vino a través de su empleo en las pistolas sino en los subfusiles, en donde se reveló como un eficaz cartucho tal y como quedó acreditado durante la 2ª Guerra Mundial (1939-1945), siendo empleado por ambos bandos.

Su magnífica evaluación probada en combate y la necesidad de unificar calibres y tipos de munición entre sus países miembros al objeto de facilitar la acción logística, motivó que en 1953 fuera adoptado por la OTAN, cambiándose su denominación de 9 mm. Parabellum por la de 9 mm. NATO.

En 1958 se procedió por la OTAN a normalizar y racionalizar sus condiciones balísticas y generales cuyas especificaciones quedaron recogidas en un documento llamado STANAG 2.319, siendo desarrolladas en el Manual AC/116-D/148 que fue publicado en 1964. 

Sustancialmente se reducían a un dibujo normalizado del cartucho, con muy pocos detalles internos, tales como que el proyectil debía tener un peso entre 6'99 y 8'29 gr.; una precisión a 50 metros que diera un radio menor de 76 mm.; que la fuerza de engarce fuera superior a 20 kp; la presión en recámara menor de 3.000 kp/cm2; ser estanco; una energía de boca no inferior a 55,3 kpm, ni superior a 82,95 kpm y en consecuencia perforar el casco de acero de un combatiente a 23 metros de distancia.

Con el paso del tiempo -15 de abril de 1982- fue necesario recoger las nuevas especificaciones en el STANAG 4090, actualmente en vigor y cuya última modificación fue realizada el 16 de enero de 1996. 

La cartuchería de 9 mm. Parabellum homologada por la OTAN es fácilmente identificable por el anagrama de la misma estampado en su culote.

Por otra parte y al margen de las especificaciones y empleo militar, su uso se ha ido extendiendo en el ámbito policial donde su versatibilidad viene permitiendo satisfacer las múltiples necesidades de las fuerzas del orden.

No menos importante es la expansión que viene experimentando en el ámbito civil y deportivo. La polivalencia de dicho cartucho lo hace idóneo para la defensa personal -habiéndose diseñado pistolas e incluso revólveres de reducido tamaño para su porte de paisano- y altamente capacitado en las diferentes modalidades deportivas que cada vez tienen más arraigo entre los tiradores federados de todo el mundo que invierten importantes cantidades en armas y accesorios específicamente diseñados para tales actividades.


El 9 mm. Parabellum en España.


Las primeras pistolas Parabellum llegaron a España a principios del siglo XX tal y como atestiguan los catálogos comerciales de aquella época si bien su munición no empezó a fabricarse aquí hasta la 1ª Guerra Mundial (1914-1918). 

Su producción se inició en pequeñas cantidades en la Pirotecnia Militar de Sevilla, siendo su bala ojival en vez de troncocónica como la original.

A partir de 1918 la Fábrica Nacional de Toledo se sumó a esta producción si bien también en lotes reducidos ya que el número de armas que empleaban esta munición era todavía pequeño. 

Aquellos eran los tiempos en que nuestro extraordinario y potente cartucho de 9 mm. Largo iniciaba su dilatado periodo de absoluta supremacía al ser adoptado reglamentariamente entre las fuerzas militares y de orden.

Durante varios años la munición de 9 mm. Parabellum nacional fue denominada como 9 mm. Especial (9 x 19) para diferenciarla del 9 mm. Largo (9 x 23) y del 9 mm. Corto (9 x 17) que también se producían en Sevilla y Toledo.

La firma Gabilondo y Cía., fabricó poco antes de nuestra Guerra Civil (1936-1939), con la marca Llama la primera pistola de 9 mm. Parabellum española. 

Después le siguieron Unceta y Cía, con sus modelos Astra 600 -ideada para el Ejército alemán durante la 2ª Guerra Mundial- y posteriormente 800 o Cóndor; y Bonifacio Echevarría, S.A., con sus modelos Star B, Super B y BM. Durante años y hasta el lamentable cierre de estas fábricas se produjeron magníficos modelos de 9 mm. Parabellum que fueron exportados a muchos países.

Actualmente tras el reciente cierre de la Fábrica Nacional de Toledo y el mucho más lejano de la Pirotecnia Militar de Sevilla, el único centro que viene produciendo aquí la munición de 9 mm. Parabellum es la Fábrica Nacional de Palencia.

España procedió el 25 de junio de 1990 a dictar una orden ministerial delegada, disponiendo la implantación del STANAG 4090 "sobre munición para armas portátiles (9 mm. Parabellum)", declarándolo de obligado cumplimiento en el ámbito de nuestro Ministerio de Defensa. 

El documento nacional de implantación fue el propio STANAG y ello motivó que se tuviera que proceder a modificar los pliegos de condiciones técnicas y recepción así como el Reglamento de cartuchería para armas portátiles ya que no contemplaban algunas de la pruebas y equipos relacionados con el citado documento.


Las variedades del 9 mm. Parabellum.


Actualmente existen catalogadas en el mundo cerca de medio millar de variantes del cartucho 9 mm. Parabellum. En nuestra patria, la magnífica obra bilingüe español/inglés "Cartuchería Española-Spanish Ammunition", editada en 1992 por el coronel doctor ingeniero de Armamento Angel Molina López y por el comandante ingeniero técnico de Armamento Alfonso Orea Maestro -verdaderas autoridades en la materia- detallaban ya entonces hasta 38 tipos de este cartucho fabricados en España (ordinarios, blindados, semiblindados, expansivos, trazadores, subsónicos, antidisturbios, montería, deportivos, supervivencia, alcance reducido, fogueo e instrucción).

Actualmente el comandante Orea sigue publicando periódicamente en el boletín de la Asociación Española de Coleccionistas de Cartuchos, sucesivas fichas de munición -complementarias de la obra citada- con lo que superan ya el medio centenar el número de variantes españolas.

En el resto del mundo la diversidad de proyectiles -especialmente de uso policial- que monta este cartucho se eleva a varios centenares, surgiendo constantemente nuevos modelos. 

Algunos de ellos son por ejemplo las series "T" de la versión "Ranger" de la norteamericana Winchester, los tipos "Ex-Star" de la israelí I.M.I. o la extensa familia de los "QD" de la alemana MEN. Fue a partir de la década de los 80 del siglo XX, como consecuencia de las nuevas necesidades del mercado, cuando empezaron a multiplicarse las versiones especiales del 9 mm. Parabellum, apareciendo por ejemplo entonces, proyectiles perforantes como los "Arcane", "Alia", "T.H.V" o "K.T.W.".


Georg Johann Luger (1849-1923).

Tanto la pistola Parabellum como su munición se debieron a Georg Johann Luger, con quienes los norteamericanos siguieron su tradición de bautizar los ingenios con el apellido de su inventor.

Hijo de un cirujano, había nacido el 6 de marzo de 1849 en la ciudad austriaca de Steinach. Tras pasar su infancia en la ciudad italiana de Padua y en la austriaca de Viena, ingresó el 19 de diciembre de 1867 como cadete en el ejército austro-húngaro, en donde alcanzó el empleo de teniente.

En 1872 pasó a la reserva, contrayendo matrimonio al año siguiente con Elisabeth Josefa Dufek, con quien tuvo tres hijos: Georg Franz -que trabajaría junto a su padre en el diseño de armas-, Julio Wilhelm Bartholomaeus -quien murió combatiendo en 1915 durante la 1ª Guerra Mundial- y Friedrich Alexander Georg.

Sucesivamente trabajó como contable en un banco, gerente en club de la alta sociedad e ingeniero en los ferrocarriles hasta que en 1875 conoció a Ferdinand Ritter Von Mannlincher con quien diseñó conjuntamente un cargador de rifle, convirtiéndose en su representante en Italia. En 1891 entró a trabajar en la oficina de proyectos de la fábrica berlinesa de armas Ludwig Loewe&Cía., en donde llegó a convertirse en consejero de diseño.

Durante ese periodo conoció a Hugo Borchardt, inventor en 1893 de la famosa pistola con cierre por llave acodillada. De la relación entre ambos y gracias a los diseños del propio Luger terminó por nacer en 1897 en los talleres de la D.W.M. -nacida de la fusión el año anterior de la Ludwig Loewe&Cía. con la Deutsche Munitionsfabrik- la pistola "Borchardt-Luger", antecesora de la pistola Parabellum.

En 1919 finalizó su contrato con la D.W.M., reclamando Luger los derechos de sus patentes, dándole la razón la justicia alemana tres años después. 

Sin embargo ya para entonces su situación económica era precaria pues el poco dinero que le quedó tras la crisis económica germana de la posguerra, lo empleó para sufragar los procesos judiciales contra la D.W.M. El 22 de diciembre de 1923 fallecía en Berlín el inventor de la pistola y cartucho Parabellum.

Conclusiones.


El "joven" 9 mm. Parabellum acaba de cumplir su primer centenario y no es nada temerario aventurar que nos sobrevivirá a todos los acabamos de leer estas líneas. "Renovarse o morir", y de lo primero sabe mucho este cartucho.


2 comentarios:

  1. Buena tarde, estaba buscando el porqué la ONU dictaminó el uso de 9mm en las operaciones de paz?

    Podría usted ayudarme con ese tema.

    gracias

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    1. En las operaciones de paz de la ONU cada país acude con su armamento reglamentario, la organización no entra en esos detalles. Alguna vez sí que puede ser que las fuerzas del país X participen en una misión encuadradas en una unidad del país Z, y que éste se encargue de equiparlas, lo que incluiría armas y munición.

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