CLXXV Aniversario Fundación Guardia Civil (1844-2019).
Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR", pág. 11, el 25 de noviembre de 2019.
El original contiene dos fotografías en blanco y negro.
Para prevenir y reprimir en La Línea de la Concepción el contrabando procedente de la colonia británica de Gibraltar, llegó a crearse en cada una de sus barriadas un puesto del Cuerpo de Carabineros del Reino.
Tal fue el caso del puesto de Castillo de España, enclavado en la barriada del mismo nombre. Sus orígenes se remontaban al igual que ésta, a principios del siglo XX. Tal y como se mencionaba en el “Escalafón General”, editado en 1936 por el brigada Eusebio Fernández Chimeno, se trataba de un puesto de primera línea de playa que tenía a su cargo 1.400 metros de costa. Su demarcación vigilaba por levante desde “La Zanja”, límite con el puesto de La Atunara, y por poniente hasta los restos, incluidos, del antiguo baluarte de Santa Bárbara, límite del puesto de mismo nombre.
Su plantilla estaba compuesta por un brigada, un cabo, un corneta, un carabinero de 1ª clase y nueve de 2ª clase, todos los cuales se alojaban en la casa-cuartel sita junto a la aduana de la Línea de la Concepción y en viviendas particulares de dicha población. El pequeño inmueble que se utilizaba entonces como acuartelamiento tan sólo se empleaba como oficinas y lugar donde realizar el sorteo del servicio.
También tenía fijado en él su residencia de mando, el oficial jefe de la 1ª sección, del cual dependían también los puestos de Santa Bárbara y El Zabal, encuadrada a su vez en la 2ª Compañía de La Línea de la Concepción, perteneciente a la 10ª Comandancia de Carabineros de Algeciras.
Al ser absorbido por ley de 15 de marzo de 1940 el Cuerpo de Carabineros por el de la Guardia Civil, el puesto de Castillo de España pasó a integrarse en la Benemérita. Tal y como había expuesto el recién nombrado director general de la Guardia Civil, general de división Eliseo Álvarez-Arenas Romero, en la Orden General de 15 de abril de dicho año, publicada el 1º de mayo siguiente en el boletín oficial del benemérito Instituto: “Se fusionan, por la citada Ley, en el Cuerpo único que se organiza, los servicios hasta hoy encomendados por separado a los de la Guardia Civil y Carabineros, efectuándolos en lo sucesivo, en sus respectivos cometidos, sin distinción de procedencias en el nuevo Cuerpo formado por Unidades diversas, que serán integradas con arreglo a los preceptos de la Ley, por personal unido todo por un mismo ideal: el de servir a España noble y lealmente”.
Reconvertidos por lo tanto los carabineros de dicho puesto en guardias civiles, continuaron asumiendo las mismas misiones de vigilancia fiscal que hasta entonces venían desempeñando y que posteriormente se verían incrementadas con las de seguridad ciudadana de la barriada en la que estaba enclavado su acuartelamiento.
Entre las numerosas vicisitudes que podrían relatarse merece mención especial el violentísimo temporal que, con un viento huracanado de Levante, azotó durante la noche del 23 al 24 de enero de 1963 toda la costa del Campo de Gibraltar y las aguas del Estrecho, causando importantísimos daños en La Línea de la Concepción, entre otras localidades de la Comarca.
Tal y como detallaba a nivel nacional la prensa de la época, tuvieron que “ser evacuadas aproximadamente mil personas en la barriada del Castillo España, ya que todas las modestas viviendas de la misma fueron blanco de las olas y del fuerte viento que soplaba”. El acuartelamiento, ubicado en primera línea de playa y de una sola planta como eran entonces la inmensa mayoría de las edificaciones de esa barriada, también resultó muy afectado.
Los componentes de dicho puesto de la Guardia Civil, al igual que los del resto de La Línea de la Concepción, pues las barriadas de El Zabal, El Conchal y La Atunara también resultaron muy perjudicadas, pusieron en valor aquella terrible noche el noble carácter benemérito de su Instituto. Participaron abnegadamente y sin descanso alguno en las tareas de auxilio y evacuación de unas trescientas familias junto a fuerzas del Ejército, Cruz Roja y Bomberos, entre otros.
Al inicio de 1965 el comandante de puesto de Castillo de España era el cabo 1º Salvador Villalobos Díaz, estando su fuerza integrada por los guardias civiles de 2ª clase Gonzalo González Pérez, Antonio Saavedra Jurado, Agustín Martínez García, Francisco Collado González, Carlos Guerra González, Evaristo Vico Expósito. José Peláez Romero, Luis Ligero Vázquez, Juan Mora Moya, Francisco Trujillo Muñoz, Ángel Trujillo Osuna y Ramón Marabel Mata.
Estaba entonces encuadrado en la Línea de La Atunara junto a los puestos de La Atunara y de Marinos, perteneciente a la 2ª Compañía de La Línea de la Concepción, en la 337ª Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras.
Las reorganizaciones de la 262ª Comandancia de Algeciras, dispuestas el 25 de octubre de 1968 y el 9 de junio de 1970, supusieron desde el 1º de julio siguiente, la supresión definitiva del puesto de Castillo de España, cuya demarcación junto la del también suprimido de Torrenueva pasó a ser asumida por el de La Atunara. Éste se hizo entonces cargo de la vigilancia de los 8.675 metros de costa comprendidos desde “Punta Mala” a “Nueva Alambrada”.