Capítulo de Jesús Núñez publicado (págs. 103-108) en el libro "CUADERNOS DE UNIFORMES. II REPÚBLICA ESPAÑOLA (1931-1936). LA GUARDIA CIVIL" cuyo autor es Francisco Camas Sánchez.
La proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931 conllevó
entre otros muchos cambios, la desaparición o modificación de los emblemas
usados por las Armas, Cuerpos e Institutos del Ejército, al que
entonces pertenecía el de la Guardia Civil.
Así, por Orden Circular de 16 de abril de 1931, dimanante del Ministerio
de la Guerra, cuyo nuevo titular era Manuel Azaña Díaz, publicada al día
siguiente en su Diario Oficial nº 85, y reproducida en el Boletín Oficial de la
Guardia Civil nº 12, de fecha 20 de dicho mes, se mandó lo siguiente:
“Excmo. Sr.: He dispuesto, según
participé a V.E. por telegrama de esta fecha, que desaparezcan de los
uniformes, emblemas, material y atributos militares, todas las insignias reales
y representaciones de la Monarquía.”
Si bien se dictó el 7 de mayo siguiente por dicho ministerio otra orden
circular, publicada dos días después en su Diario Oficial nº 102, relativa a
las modificaciones concretas que habían de introducirse en la uniformidad del
Ejército, se necesitó una norma específica para la Guardia Civil, habida cuenta
que tenía sus propias peculiaridades al respecto.
Consecuente con lo inicialmente ordenado, el general subdirector de la
Guardia Civil, Benito Pardo González, que desempeñaba interinamente el mando de
la Dirección General de la Guardia Civil, propuso al ministro de la Guerra, en
escrito de 11 de mayo siguiente, un nuevo emblema en sustitución del que hasta
entonces se venía usando.
Aunque el director general del benemérito Instituto continuaba siendo el
teniente general José Sanjurjo Sacanell, el presidente del gobierno provisional
de la República, Niceto Alcalá-Zamora Torres, lo había nombrado también, por
Decreto de 22 de abril anterior, Alto Comisario de España en Marruecos y Jefe
Superior de las Fuerzas Militares, cargos que desempeñaría en Tetuán hasta su
cese a petición propia, el 5 de junio de 1931.
El emblema que hasta entonces se venía usando había sido aprobado por Real
Orden Circular de 11 de junio de 1908 y consistía en las
iniciales G y C entrelazadas en plata y timbrado por la corona real. Al ordenarse
la desaparición de ésta, habían quedado solas ambas letras, surgiendo entonces
la idea, por razones de estética, de diseñar un emblema nuevo para el
benemérito Instituto.
Aprobada la propuesta presentada, se dispuso por Orden Circular de 20 de
mayo de 1931, dimanante del Ministerio de la Guerra y publicada al día
siguiente en su Diario Oficial nº 110, que fue reproducida en el Boletín
Oficial de la Guardia Civil nº 16, de 1º de junio siguiente, que se sustituyera
el emblema que hasta entonces venía usando:
“He tenido a bien disponer que el
emblema que se viene usando en el uniforme sea sustituido por las mismas letras
dentro de una orla, en la forma que indica el unido diseño y de 30 milímetros
de altura y 20 de anchura; emblema que se llevara en un tresillo de color grana
como el de la guerrera actual, de la altura del cuello y de 35 milímetros de anchura.
Este emblema se llevará también en los cuellos de la casaca y levita, con las
mismas dimensiones antes marcadas, según dibujo unido.
En los cuellos de las
capotas y capotes de montar de Jefes y Oficiales y para lo sucesivo, llevarán
también este emblema con una altura de siete centímetros y con la anchura
proporcionada a la misma, bastando en los actuales hacer desaparecer la corona
que hoy tiene bordada. En las galas de los caballos de Jefes, Oficiales y tropa
se hará hoy exactamente igual, y para lo sucesivo se bordará también el
referido emblema con la altura que hoy tiene y la anchura proporcionada.
El mismo emblema
sustituirá al actual y con las dimensiones que hoy tiene en las cartucheras de
diario y gala.
En las bandoleras de gala
de Jefes, Oficiales y tropa, bastará hacer desaparecer la corona que hoy tiene.
Los botones de los
distintos uniformes serán de la misma forma y dimensiones que los actuales,
sustituyendo su grabado por las letras G. C., enlazadas, dentro de una orla en
relieve análoga a la anteriormente descrita, según dibujo unido.
La chapa de los correajes
será de la misma forma y dimensiones y su grabado sustituido por análoga orla e
iniciales, cuya orla tendrá 42 milímetros de alto y 46 de ancho por su parte
mayor, desapareciendo, por consiguiente, el número que hoy lleva.
Los Jefes y Oficiales
harán desaparecer de sus espadas la corona y atributos de la Monarquía y, en lo
sucesivo, serán sustituidas por las de la República.
Las escarapelas de los
tricornios sin funda, serán sustituidas por las declaradas reglamentarias en el
Decreto de 27 del mes próximo pasado (D.O. número 94), y el galón presilla en
los de Jefes y Oficiales, que hasta ahora llevaban la “flor de Lis”, será de
pan de plata como hasta hoy, pero liso y análogamente a los que lleva la tropa.”
El citado Decreto de 27 de abril de 1931, dimanante de la Presidencia
del Gobierno provisional de la República, establecía, entre otras cuestiones,
que las escarapelas militares que ostentasen los colores nacionales, debían
ajustarse en lo sucesivo a los tres colores de la nueva bandera adoptada, es
decir, rojo, amarillo y morado oscuro.
Al final de la mentada Orden Circular de 20 de mayo se añadía una breve nota
donde se informaba que los emblemas referenciados, serían publicados en la
Colección Legislativa del Ejército.
Sin embargo, al retrasarse en el tiempo, dado que dicha Colección
llevaba un riguroso turno para la publicación de la normativa de interés, el
general Pardo tuvo que terminar por anticiparla en una Disposición, de 26 de
junio de 1931, dimanante de la Sección 2ª del Negociado 2º de la Dirección
General de la Guardia Civil.
Así fueron publicados en el Boletín Oficial del Cuerpo nº 19, de 1º de
julio siguiente, los diseños de los nuevos emblemas y botones que sustituían a
los anteriores. Todo ello sin perjuicio de que en su momento se reprodujeran en
la mentada Colección, lo cual sucedió finalmente en el nº 272 de la misma.
Lo que también se había preocupado con anterioridad el general Pardo,
era de dictar el 25 de mayo una Disposición, dimanante de la 3ª Sección del 2º
Negociado de la Dirección General, ordenando a los primeros jefes de
Comandancia y jefes de Tercio, que se proveyera por los correspondientes
contratistas, a los individuos de nuevo ingreso en el Cuerpo, de todas las
prendas y efectos modificados por la nueva normativa.
Dicho emblema estuvo en vigor hasta que fue sustituido por Orden
Circular de 30 de julio de 1935, dimanante esta vez del Ministerio de la
Gobernación y publicada en la Gaceta de Madrid nº 213, de 1º de agosto
siguiente, que fue reproducida en el Boletín Oficial de la Guardia Civil nº 22,
de fecha 5 de dicho mes (correspondiente al día 1º).
Hay que significar que en ese periodo de poco más de cuatro años que
había mediado entre ambas órdenes circulares, la Guardia Civil había sufrido
una importante reorganización como consecuencia del intento frustrado de golpe
de Estado encabezado el 10 de agosto de 1932 por el general Sanjurjo, que
entonces era director general de Carabineros.
Tan sólo seis días
después se dictó un decreto, elevado el 8 de septiembre siguiente a rango de ley, suprimiendo la Dirección General de la
Guardia Civil en el Ministerio de la Guerra y creando la Inspección General del
Instituto en el Ministerio de la Gobernación.
Con esta medida,
también adoptada respecto al de Carabineros, el gobierno de la República quiso
alejar de la jerarquía y subordinación directa castrense a los dos institutos
militares que contaban con mayor número de efectivos, todos ellos
profesionales, pasando a depender en lo sucesivo sólo de autoridades civiles
como eran los ministros de Gobernación y Hacienda respectivamente.
Es por ello, que a diferencia de la del año 1931, quien dictó la Orden
Circular de 20 de mayo de 1935 fue el ministro de la Gobernación, Manuel
Portela Valladares, y no el de la Guerra, José María Gil-Robles Quiñones de
León.
Conforme a la misma, se declaraba reglamentario para el personal de la
Guardia Civil, el uso de las prendas y efectos que se detallaban, tales como el
impermeable, el correaje, la guerrera de oficina, el gorro de cuartel, las
divisas de las distintas jerarquías en las prendas de abrigo, así como el nuevo
emblema y los nuevos modelos de botones.
A tal efecto, se disponía en su punto 7º:
“Reconocida la necesidad de que
las fuerzas de ese Instituto ostenten el emblema que exprese el régimen
republicano a que sirve, será obligatorio dentro del plazo que determine, la
sustitución del actual por el de las iniciales G.C., enlazadas, bajo la corona
mural”.
Y conforme a lo anterior, en el punto 8º se establecía que:
“Se sustituye el actual botón
semiesférico, rebordeado, de uso en todas las prendas de uniforme, por el de
botón plano, de cascarilla de plata, sin reborde, que llevará en relieve el
nuevo emblema de la Institución”.
Dicha Orden Circular, aprendida la lección de 1931 respecto al tiempo de
demora para la publicación de los nuevos diseños en la Colección Legislativa
del Ejército, finalizaba disponiendo que:
“Por la Inspección general de la
Guardia Civil se dará a conocer en el Boletín Oficial del Instituto los
modelos, dimensiones, colores y características de las prendas y efectos cuyo
uso se declara reglamentario o sufre modificación, autorizándole para variar en
este sentido la Cartilla de uniformidad que en su día someterá a la aprobación
este Ministerio”.
Así, en cumplimiento de lo establecido en la mentada Orden Circular del
Ministerio de la Gobernación, se publicó en el Boletín Oficial de la Guardia
Civil nº 24, de 23 de agosto de 1935 (correspondiente al día 20), la Circular
nº 43, de fecha 21 de dicho mes, dimanante de la Inspección General, a cuyo
frente se encontraba entonces el general de división Miguel Cabanellas Ferrer.
En dicha Circular se describieron los modelos, dimensiones, colores y
características de las prendas y efectos que se detallaban, cuyo uso se
declaraba reglamentario para el personal del Instituto, tales como los
impermeables para sus fuerzas de infantería y caballería, la guerrera de
oficina, la bandolera para el servicio ordinario de la tropa de infantería, el
nuevo material de correajes, el gorro de cuartel, la colocación de divisas en
las prendas de abrigo o impermeables y la supresión de la mochila-morral.
Sin embargo, otra vez hubo problemas para incorporar a tiempo los nuevos
diseños, por lo que la mentada Circular concluía con una nota donde se
informaba que:
"Por haber resultado
imperfectos determinados dibujos que se referían al nuevo botón, en sus dos
tamaños, y a los distintos tamaños de emblemas, no se insertan en el presente
número las características, cosa que se publicará en el próximo, con otros
dibujos más".
Por tal motivo, en una disposición del Negociado Segundo de la
Secretaría de la Inspección General de la Guardia Civil, de 31 de agosto de
1935, suscrita por el general Cabanellas, se publicó en el Boletín Oficial nº
25, de 4 de septiembre siguiente (correspondiente al día 1º), el "Complemento y aclaraciones" a dicha
Circular nº 43.
La Circular estaba ilustrada por nueve figuras, tratándose de los
dibujos que al haber resultado imperfectos en su primer boceto no había sido
posible su publicación en tiempo. Cinco de ellas representaban los diferentes
modelos y tamaños del nuevo emblema adoptado, mientras que las cuatro restantes
ilustraban las aclaraciones sobre el impermeable, el gorro de cuartel y la
colocación de divisas en las prendas de abrigo o impermeable.
En relación a la incorporación del nuevo emblema en el botón
reglamentario de tamaño grande, se describía:
“De 24 milímetros de diámetro,
plano, sin reborde. Será de
cascarilla de plata o de metal blanco con baño de plata, o de metal blanco con
baño de níquel. El emblema, o sean las iniciales G.C., enlazadas bajo la corona
mural, irá en relieve, sobre el botón con la forma y dimensiones que tiene en
el diseño que se inserta. (Figura número 1).”
Sobre el botón reglamentario pequeño se detallaba:
"Del mismo metal y
características que el reseñado anteriormente, de 16 milímetros de diámetro, y
con las dimensiones de emblema iguales a las que se determinan en el dibujo.
(Figura número 2)."
Respecto al emblema de cuello se especificaba que:
“Será del mismo metal que el
descrito para los botones, con brillo, y sus dimensiones habrán de ser iguales
a las que tiene el dibujo que se inserta. (Figura número 3). Este emblema se
llevará en la guerrera de servicio, levita y casaca, en el mismo lugar que se
ostenta actualmente. Los Jefes, Oficiales, Subtenientes y Brigadas podrán
llevar este emblema bordado con hilo de plata, requisito que será obligatorio
en la prenda de casaca”.
En relación al emblema para el cuello del capote de jefes, oficiales,
subtenientes y brigadas:
“Tendrá las mismas características
que el reseñado anteriormente, con las dimensiones que se determinan en el
dibujo que se inserta. (Figura número 4). Este emblema irá bordado con hilo de
plata, y en la misma posición que en la actualidad tiene”.
La chapa para el cinturón:
“Tendrá las mismas dimensiones que
la actual, con baño de níquel y el emblema que se declara reglamentario situado
en el centro de la chapa. Este emblema tendrá en conjunto, es decir, las
iniciales enlazadas y la corona mural, una altura de 50 milímetros, debiendo
existir la debida separación entre las letras enlazadas y dicha corona”.
Sobre la cartuchera de gala de jefes, oficiales, subtenientes y
brigadas:
"Será de las mismas
dimensiones que la actual y en el centro colocado en sentido vertical, se
fijará el nuevo emblema (figura número 3) con las dimensiones ya determinadas.
Este emblema será de metal. (Figura número 5).
Y en relación a la mantilla de gala para el caballo:
“Al emblema actual se le pondrá
encima, bordada, la corona mural, de dimensiones proporcionadas a las iniciales
que se usan actualmente”.
Finalmente, sobre la chapa para la bandolera de Caballería, cuando se
vistiese de gala:
"De las mismas
características y dimensiones que la actual, solamente que habrá de unirse a
ella la corona mural, en la parte superior, que tendrá dimensiones
proporcionadas a las iniciales".
La disposición, que estaba suscrita también por el Inspector General,
concluía en la parte que afectaba al nuevo emblema que se había declarado
reglamentario, que en un plazo máximo de dos años debían estar totalmente
sustituidos los antiguos.
Igualmente, se disponía que el personal de nuevo ingreso, debía ostentar
el nuevo emblema en todas cuantas prendas reglamentarias hubieran de adquirir.
A este respecto hay que tener presente que entonces toda la uniformidad de uso
individual era adquirida directa y personalmente por los interesados con cargo
a su propio peculio.
El inicio de la Guerra Civil el 17 de julio de 1936 en Melilla, que se
fue extendiendo rápidamente por todo el territorio español a partir del día
siguiente, impidió que pudiera cumplirse el plazo máximo de dos años fijados
para que el nuevo emblema reglamentario de 1935 reemplazara al adoptado en
1931, razón por la cual coexistieron ambos emblemas.
Dividida España en dos, también lo hizo el Cuerpo que fundara el Duque
de Ahumada. En la zona gubernamental se procedió por Decreto de 30 de agosto de 1936, publicado al día
siguiente en la Gaceta de Madrid nº 244, a reorganizar “el Instituto de la
Guardia Civil, que en lo sucesivo se denominará Guardia Nacional Republicana”.
Ésta adoptaría un nuevo emblema basado en las tres iniciales G.N.R., bajo la
corona mural, dejando de estar en vigor el adoptado en 1935.
Realmente aquello
supuso la extinción del benemérito Instituto en dicha zona. Cuatro meses
después, por Decreto de 26 de diciembre, publicado al día siguiente en la
Gaceta de Madrid nº 362, se creó un nuevo Cuerpo de Seguridad.
Concretamente se dispuso la disolución de los Cuerpos de la Guardia Nacional
Republicana, Seguridad y Asalto, Vigilancia e Investigación así como de las “Milicias
de retaguardia, cualquiera que fuese su nombre y la entidad que las hubiese
organizado”, es decir, las de carácter político o sindical
frentepopulista creadas tras el alzamiento militar.
En cambio, en la zona sublevada el Instituto de
la Guardia Civil se mantuvo intacto y sus miembros finalizaron 1936 manteniendo
el emblema reglamentario creado el año anterior, si bien muchos de sus
componentes portarían todavía el adoptado en 1931 que no había dado tiempo a
ser sustituido.
En 1937 el emblema de la Guardia Civil volvió a
sufrir otra modificación pero eso es ya otra historia, …
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