Translate

domingo, 12 de noviembre de 2017

LOS EMBLEMAS DE LA GUARDIA CIVIL DURANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA (1931-1936).

Capítulo de Jesús Núñez publicado (págs. 103-108) en el libro "CUADERNOS DE UNIFORMES. II REPÚBLICA ESPAÑOLA (1931-1936). LA GUARDIA CIVIL" cuyo autor es Francisco Camas Sánchez.

La proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931 conllevó entre otros muchos cambios, la desaparición o modificación de los emblemas usados por las Armas, Cuerpos e Institutos del Ejército, al que entonces pertenecía el de la Guardia Civil.

Así, por Orden Circular de 16 de abril de 1931, dimanante del Ministerio de la Guerra, cuyo nuevo titular era Manuel Azaña Díaz, publicada al día siguiente en su Diario Oficial nº 85, y reproducida en el Boletín Oficial de la Guardia Civil nº 12, de fecha 20 de dicho mes, se mandó lo siguiente:

Excmo. Sr.: He dispuesto, según participé a V.E. por telegrama de esta fecha, que desaparezcan de los uniformes, emblemas, material y atributos militares, todas las insignias reales y representaciones de la Monarquía.”

Si bien se dictó el 7 de mayo siguiente por dicho ministerio otra orden circular, publicada dos días después en su Diario Oficial nº 102, relativa a las modificaciones concretas que habían de introducirse en la uniformidad del Ejército, se necesitó una norma específica para la Guardia Civil, habida cuenta que tenía sus propias peculiaridades al respecto.

Consecuente con lo inicialmente ordenado, el general subdirector de la Guardia Civil, Benito Pardo González, que desempeñaba interinamente el mando de la Dirección General de la Guardia Civil, propuso al ministro de la Guerra, en escrito de 11 de mayo siguiente, un nuevo emblema en sustitución del que hasta entonces se venía usando.

Aunque el director general del benemérito Instituto continuaba siendo el teniente general José Sanjurjo Sacanell, el presidente del gobierno provisional de la República, Niceto Alcalá-Zamora Torres, lo había nombrado también, por Decreto de 22 de abril anterior, Alto Comisario de España en Marruecos y Jefe Superior de las Fuerzas Militares, cargos que desempeñaría en Tetuán hasta su cese a petición propia, el 5 de junio de 1931.

El emblema que hasta entonces se venía usando había sido aprobado por Real Orden Circular de 11 de junio de 1908 y consistía en las iniciales G y C entrelazadas en plata y timbrado por la corona real. Al ordenarse la desaparición de ésta, habían quedado solas ambas letras, surgiendo entonces la idea, por razones de estética, de diseñar un emblema nuevo para el benemérito Instituto.

Aprobada la propuesta presentada, se dispuso por Orden Circular de 20 de mayo de 1931, dimanante del Ministerio de la Guerra y publicada al día siguiente en su Diario Oficial nº 110, que fue reproducida en el Boletín Oficial de la Guardia Civil nº 16, de 1º de junio siguiente, que se sustituyera el emblema que hasta entonces venía usando:

He tenido a bien disponer que el emblema que se viene usando en el uniforme sea sustituido por las mismas letras dentro de una orla, en la forma que indica el unido diseño y de 30 milímetros de altura y 20 de anchura; emblema que se llevara en un tresillo de color grana como el de la guerrera actual, de la altura del cuello y de 35 milímetros de anchura. Este emblema se llevará también en los cuellos de la casaca y levita, con las mismas dimensiones antes marcadas, según dibujo unido.

En los cuellos de las capotas y capotes de montar de Jefes y Oficiales y para lo sucesivo, llevarán también este emblema con una altura de siete centímetros y con la anchura proporcionada a la misma, bastando en los actuales hacer desaparecer la corona que hoy tiene bordada. En las galas de los caballos de Jefes, Oficiales y tropa se hará hoy exactamente igual, y para lo sucesivo se bordará también el referido emblema con la altura que hoy tiene y la anchura proporcionada.

El mismo emblema sustituirá al actual y con las dimensiones que hoy tiene en las cartucheras de diario y gala.

En las bandoleras de gala de Jefes, Oficiales y tropa, bastará hacer desaparecer la corona que hoy tiene.

Los botones de los distintos uniformes serán de la misma forma y dimensiones que los actuales, sustituyendo su grabado por las letras G. C., enlazadas, dentro de una orla en relieve análoga a la anteriormente descrita, según dibujo unido.

La chapa de los correajes será de la misma forma y dimensiones y su grabado sustituido por análoga orla e iniciales, cuya orla tendrá 42 milímetros de alto y 46 de ancho por su parte mayor, desapareciendo, por consiguiente, el número que hoy lleva.

Los Jefes y Oficiales harán desaparecer de sus espadas la corona y atributos de la Monarquía y, en lo sucesivo, serán sustituidas por las de la República.

Las escarapelas de los tricornios sin funda, serán sustituidas por las declaradas reglamentarias en el Decreto de 27 del mes próximo pasado (D.O. número 94), y el galón presilla en los de Jefes y Oficiales, que hasta ahora llevaban la “flor de Lis”, será de pan de plata como hasta hoy, pero liso y análogamente a los que lleva la tropa.

El citado Decreto de 27 de abril de 1931, dimanante de la Presidencia del Gobierno provisional de la República, establecía, entre otras cuestiones, que las escarapelas militares que ostentasen los colores nacionales, debían ajustarse en lo sucesivo a los tres colores de la nueva bandera adoptada, es decir, rojo, amarillo y morado oscuro.

Al final de la mentada Orden Circular de 20 de mayo se añadía una breve nota donde se informaba que los emblemas referenciados, serían publicados en la Colección Legislativa del Ejército.

Sin embargo, al retrasarse en el tiempo, dado que dicha Colección llevaba un riguroso turno para la publicación de la normativa de interés, el general Pardo tuvo que terminar por anticiparla en una Disposición, de 26 de junio de 1931, dimanante de la Sección 2ª del Negociado 2º de la Dirección General de la Guardia Civil.

Así fueron publicados en el Boletín Oficial del Cuerpo nº 19, de 1º de julio siguiente, los diseños de los nuevos emblemas y botones que sustituían a los anteriores. Todo ello sin perjuicio de que en su momento se reprodujeran en la mentada Colección, lo cual sucedió finalmente en el nº 272 de la misma.

Lo que también se había preocupado con anterioridad el general Pardo, era de dictar el 25 de mayo una Disposición, dimanante de la 3ª Sección del 2º Negociado de la Dirección General, ordenando a los primeros jefes de Comandancia y jefes de Tercio, que se proveyera por los correspondientes contratistas, a los individuos de nuevo ingreso en el Cuerpo, de todas las prendas y efectos modificados por la nueva normativa.

Dicho emblema estuvo en vigor hasta que fue sustituido por Orden Circular de 30 de julio de 1935, dimanante esta vez del Ministerio de la Gobernación y publicada en la Gaceta de Madrid nº 213, de 1º de agosto siguiente, que fue reproducida en el Boletín Oficial de la Guardia Civil nº 22, de fecha 5 de dicho mes (correspondiente al día 1º).

Hay que significar que en ese periodo de poco más de cuatro años que había mediado entre ambas órdenes circulares, la Guardia Civil había sufrido una importante reorganización como consecuencia del intento frustrado de golpe de Estado encabezado el 10 de agosto de 1932 por el general Sanjurjo, que entonces era director general de Carabineros.

Tan sólo seis días después se dictó un decreto, elevado el 8 de septiembre siguiente a rango de ley, suprimiendo la Dirección General de la Guardia Civil en el Ministerio de la Guerra y creando la Inspección General del Instituto en el Ministerio de la Gobernación.

Con esta medida, también adoptada respecto al de Carabineros, el gobierno de la República quiso alejar de la jerarquía y subordinación directa castrense a los dos institutos militares que contaban con mayor número de efectivos, todos ellos profesionales, pasando a depender en lo sucesivo sólo de autoridades civiles como eran los ministros de Gobernación y Hacienda respectivamente.

Es por ello, que a diferencia de la del año 1931, quien dictó la Orden Circular de 20 de mayo de 1935 fue el ministro de la Gobernación, Manuel Portela Valladares, y no el de la Guerra, José María Gil-Robles Quiñones de León.

Conforme a la misma, se declaraba reglamentario para el personal de la Guardia Civil, el uso de las prendas y efectos que se detallaban, tales como el impermeable, el correaje, la guerrera de oficina, el gorro de cuartel, las divisas de las distintas jerarquías en las prendas de abrigo, así como el nuevo emblema y los nuevos modelos de botones.

A tal efecto, se disponía en su punto 7º:

Reconocida la necesidad de que las fuerzas de ese Instituto ostenten el emblema que exprese el régimen republicano a que sirve, será obligatorio dentro del plazo que determine, la sustitución del actual por el de las iniciales G.C., enlazadas, bajo la corona mural”.

Y conforme a lo anterior, en el punto 8º se establecía que:

Se sustituye el actual botón semiesférico, rebordeado, de uso en todas las prendas de uniforme, por el de botón plano, de cascarilla de plata, sin reborde, que llevará en relieve el nuevo emblema de la Institución”.

Dicha Orden Circular, aprendida la lección de 1931 respecto al tiempo de demora para la publicación de los nuevos diseños en la Colección Legislativa del Ejército, finalizaba disponiendo que:

Por la Inspección general de la Guardia Civil se dará a conocer en el Boletín Oficial del Instituto los modelos, dimensiones, colores y características de las prendas y efectos cuyo uso se declara reglamentario o sufre modificación, autorizándole para variar en este sentido la Cartilla de uniformidad que en su día someterá a la aprobación este Ministerio”.

Así, en cumplimiento de lo establecido en la mentada Orden Circular del Ministerio de la Gobernación, se publicó en el Boletín Oficial de la Guardia Civil nº 24, de 23 de agosto de 1935 (correspondiente al día 20), la Circular nº 43, de fecha 21 de dicho mes, dimanante de la Inspección General, a cuyo frente se encontraba entonces el general de división Miguel Cabanellas Ferrer.

En dicha Circular se describieron los modelos, dimensiones, colores y características de las prendas y efectos que se detallaban, cuyo uso se declaraba reglamentario para el personal del Instituto, tales como los impermeables para sus fuerzas de infantería y caballería, la guerrera de oficina, la bandolera para el servicio ordinario de la tropa de infantería, el nuevo material de correajes, el gorro de cuartel, la colocación de divisas en las prendas de abrigo o impermeables y la supresión de la mochila-morral.

Sin embargo, otra vez hubo problemas para incorporar a tiempo los nuevos diseños, por lo que la mentada Circular concluía con una nota donde se informaba que:

"Por haber resultado imperfectos determinados dibujos que se referían al nuevo botón, en sus dos tamaños, y a los distintos tamaños de emblemas, no se insertan en el presente número las características, cosa que se publicará en el próximo, con otros dibujos más".

Por tal motivo, en una disposición del Negociado Segundo de la Secretaría de la Inspección General de la Guardia Civil, de 31 de agosto de 1935, suscrita por el general Cabanellas, se publicó en el Boletín Oficial nº 25, de 4 de septiembre siguiente (correspondiente al día 1º), el "Complemento y aclaraciones" a dicha Circular nº 43.

La Circular estaba ilustrada por nueve figuras, tratándose de los dibujos que al haber resultado imperfectos en su primer boceto no había sido posible su publicación en tiempo. Cinco de ellas representaban los diferentes modelos y tamaños del nuevo emblema adoptado, mientras que las cuatro restantes ilustraban las aclaraciones sobre el impermeable, el gorro de cuartel y la colocación de divisas en las prendas de abrigo o impermeable.

En relación a la incorporación del nuevo emblema en el botón reglamentario de tamaño grande, se describía:

De 24 milímetros de diámetro, plano, sin reborde. Será de cascarilla de plata o de metal blanco con baño de plata, o de metal blanco con baño de níquel. El emblema, o sean las iniciales G.C., enlazadas bajo la corona mural, irá en relieve, sobre el botón con la forma y dimensiones que tiene en el diseño que se inserta. (Figura número 1).

Sobre el botón reglamentario pequeño se detallaba:

"Del mismo metal y características que el reseñado anteriormente, de 16 milímetros de diámetro, y con las dimensiones de emblema iguales a las que se determinan en el dibujo. (Figura número 2)."

Respecto al emblema de cuello se especificaba que:

Será del mismo metal que el descrito para los botones, con brillo, y sus dimensiones habrán de ser iguales a las que tiene el dibujo que se inserta. (Figura número 3). Este emblema se llevará en la guerrera de servicio, levita y casaca, en el mismo lugar que se ostenta actualmente. Los Jefes, Oficiales, Subtenientes y Brigadas podrán llevar este emblema bordado con hilo de plata, requisito que será obligatorio en la prenda de casaca”.

En relación al emblema para el cuello del capote de jefes, oficiales, subtenientes y brigadas:

Tendrá las mismas características que el reseñado anteriormente, con las dimensiones que se determinan en el dibujo que se inserta. (Figura número 4). Este emblema irá bordado con hilo de plata, y en la misma posición que en la actualidad tiene”.

La chapa para el cinturón:

Tendrá las mismas dimensiones que la actual, con baño de níquel y el emblema que se declara reglamentario situado en el centro de la chapa. Este emblema tendrá en conjunto, es decir, las iniciales enlazadas y la corona mural, una altura de 50 milímetros, debiendo existir la debida separación entre las letras enlazadas y dicha corona”.

Sobre la cartuchera de gala de jefes, oficiales, subtenientes y brigadas:

"Será de las mismas dimensiones que la actual y en el centro colocado en sentido vertical, se fijará el nuevo emblema (figura número 3) con las dimensiones ya determinadas. Este emblema será de metal. (Figura número 5).

Y en relación a la mantilla de gala para el caballo:

Al emblema actual se le pondrá encima, bordada, la corona mural, de dimensiones proporcionadas a las iniciales que se usan actualmente”.

Finalmente, sobre la chapa para la bandolera de Caballería, cuando se vistiese de gala:

"De las mismas características y dimensiones que la actual, solamente que habrá de unirse a ella la corona mural, en la parte superior, que tendrá dimensiones proporcionadas a las iniciales".

La disposición, que estaba suscrita también por el Inspector General, concluía en la parte que afectaba al nuevo emblema que se había declarado reglamentario, que en un plazo máximo de dos años debían estar totalmente sustituidos los antiguos.

Igualmente, se disponía que el personal de nuevo ingreso, debía ostentar el nuevo emblema en todas cuantas prendas reglamentarias hubieran de adquirir. A este respecto hay que tener presente que entonces toda la uniformidad de uso individual era adquirida directa y personalmente por los interesados con cargo a su propio peculio.

El inicio de la Guerra Civil el 17 de julio de 1936 en Melilla, que se fue extendiendo rápidamente por todo el territorio español a partir del día siguiente, impidió que pudiera cumplirse el plazo máximo de dos años fijados para que el nuevo emblema reglamentario de 1935 reemplazara al adoptado en 1931, razón por la cual coexistieron ambos emblemas.

Dividida España en dos, también lo hizo el Cuerpo que fundara el Duque de Ahumada. En la zona gubernamental se procedió por Decreto de 30 de agosto de 1936, publicado al día siguiente en la Gaceta de Madrid nº 244, a reorganizar “el Instituto de la Guardia Civil, que en lo sucesivo se denominará Guardia Nacional Republicana”. Ésta adoptaría un nuevo emblema basado en las tres iniciales G.N.R., bajo la corona mural, dejando de estar en vigor el adoptado en 1935.

Realmente aquello supuso la extinción del benemérito Instituto en dicha zona. Cuatro meses después, por Decreto de 26 de diciembre, publicado al día siguiente en la Gaceta de Madrid nº 362, se creó un nuevo Cuerpo de Seguridad.

Concretamente se dispuso la disolución de los Cuerpos de la Guardia Nacional Republicana, Seguridad y Asalto, Vigilancia e Investigación así como de las Milicias de retaguardia, cualquiera que fuese su nombre y la entidad que las hubiese organizado”, es decir, las de carácter político o sindical frentepopulista creadas tras el alzamiento militar.

En cambio, en la zona sublevada el Instituto de la Guardia Civil se mantuvo intacto y sus miembros finalizaron 1936 manteniendo el emblema reglamentario creado el año anterior, si bien muchos de sus componentes portarían todavía el adoptado en 1931 que no había dado tiempo a ser sustituido.

En 1937 el emblema de la Guardia Civil volvió a sufrir otra modificación pero eso es ya otra historia, …


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.