Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en el Suplemento Semanal "LA PRENSA" del Periódico "EL DIA" el 19 de septiembre de 1998, pág. 17.
Por una Real Orden del Ministerio de la Guerra de fecha 6 de julio de 1898 se designaba al Comandante Don FRANCISCO FENECH Y CORDONIE para el mando de la recién creada Comandancia de la Guardia Civil de Canarias con residencia en Santa Cruz de Tenerife, entonces capital de la provincia.
Se trataba de un militar de reconocido prestigio y perfecto conocedor de la realidad insular como consecuencia de sus ocho años de permanencia anterior en la Milicia de Canarias.
Hijo del que llegara a ser Intendente de División de la Administración Militar, Don DEMETRIO FENECH Y HEREDIA y de Doña MARIA DE LA VICTORIA CORDONIE Y CORTES, había nacido en Gerona el 30 de diciembre de 1850.
Al frente de 6 Oficiales y 140 Guardias Civiles se le confió por el Teniente General Don ROMUALDO PALACIO Y GONZALEZ, Director General de la Guardia Civil, la misión de implantar y desplegar a la Benemérita en la única provincia del Reino en que todavía no se había hecho desde su fundación en 1844.
En las Milicias de Canarias.
El 1 de febrero de 1867, con tan sólo 16 años es nombrado por gracia especial del Capitán General del Distrito, Subteniente del Batallón Ligero Provisional de la Orotava nº 2 de las Milicias de Canarias.
La revolución de 1868, que supondría el fin del reinado de Isabel II, conllevaría como gracia general al adherirse las unidades militares al alzamiento nacional su ascenso al grado de Teniente de Milicias con antigüedad del 29 de septiembre de 1868.
Pero no sería hasta cuatro meses después cuando empezaría a percibir su primer sueldo regular. Como consecuencia del aumento de dos Compañías en el Batallón en que servía ocupó plaza efectiva del Alférez con el haber líquido mensual de 50 escudos.
El 19 de enero de 1870 ascendería por antigüedad al empleo de Teniente de Milicias de la 1ª Compañía, pasando al año siguiente destinado al Batallón Provincial de Guía nº 4 en la isla de Gran Canaria.
El 29 de diciembre de 1871 ascendería por antigüedad al empleo de Capitán de Milicias siendo destinado ochos meses después a Santa Cruz de Tenerife como Jefe del Depósito de prisioneros carlistas con un sueldo de 25 pesetas mensuales.
Cuando en octubre de 1873 se disuelve el Depósito pasó agregado sin sueldo al Batallón Provisional de Guía nº 1. A mediados del años siguiente y a petición propia pasa al Batallón Provincial de La Laguna nº 1 en clase de supernumerario, continuando no obstante como agregado sirviendo en el Provisional de Guía sin sueldo.
El 18 de febrero de 1875 alcanza por gracia especial el empleo de Teniente de Infantería pasando destinado al Regimiento de Infantería de Luchana.
Su ingreso en la Guardia Civil.
La Guardia Civil se había convertido ya en el Cuerpo militar de mayor prestigio del Ejército, cubriéndose sus cuadros de mandos con los mejores oficiales que solicitaban su pase voluntario.
El 1 de octubre de 1875 el Teniente FENECH, con 25 años de edad y 8 de experiencia militar consigue ingresar con el mismo empleo en el Benemérito Instituto siendo destinado al 9º Tercio (Valladolid).
El 23 de enero de 1878 alcanzaría el grado de Capitán del Ejército por gracia general, continuando en el empleo de Teniente de la Guardia Civil ocupando diferentes destinos en el 8º Tercio (Granada) y 16ª Tercio (Málaga) hasta finales de 1885.
Durante ese periodo compaginaría su mando de Jefe de Línea con las labores de Habilitado del 16º Tercio y Cajero de la Comandancia de Málaga.
El ascenso a Capitán de la Guardia Civil le llegaría el 1 de octubre de 1885 cuando mandaba la Línea de la capital de Málaga.
Capitán de Vélez-Málaga.
Destinado inicialmente a la Comandancia de Lérida no llegó a incorporarse a la misma ya que pocos días después era destinado nuevamente a la de Málaga.
A partir del 1 de enero de 1886 se hacía cargo del mando de la 3ª Compañía situada en Vélez-Málaga, en donde desarrollaría una notoria e importante labor de persecución del bandolerismo.
Se distinguiría por dirigir con gran eficacia las operaciones llevadas a cabo ante la banda del tristemente célebre MANUEL MELGAREZ.
En reconocimiento a sus éxitos contra dicha cuadrilla, la Reina Regente María Cristina, le recompensaría por Real Orden de 9 de febrero de 1887 con el empleo de Comandante del Ejército.
La ciudad de Vélez-Málaga, blanco principal de las fechorías de esos bandidos le ofreció como muestra de agradecimiento una espada de honor que por decisión de la Reina Regente fue autorizado para admitirla y usarla.
Durante los diez años que permanecería al mando de esa Compañía recibiría numerosas felicitaciones por culminar con éxito brillantes servicios.
En su Hoja de Servicios destacan felicitaciones del propio director General de la Guardia Civil por el descubrimiento y detención de los tres autores del robo de 2.225 pesetas de la época sufrido por un vecino de Vélez-Málaga llamado JUAN RAMOS así como por la captura de los autores del robo y asesinato de otra vecina llamada DOLORES MARIN.
En 1894 debido a la ausencia de sus superiores por diversas causas tuvo que marchar a la capital de Málaga como 2º Jefe Accidental de la Comandancia y poco después hacerse cargo de la mismo como Primer Jefe con idéntico carácter.
Por Real Orden de 8 de agosto de 1895 ascendería al empleo de Comandante de la Guardia Civil con la antigüedad del día 1 de julio anterior.
Jefe de las Comandancias de Guadalajara y Almería.
Tan solo nueve días después de salir publicado su ascenso en el Diario Oficial era destinado como Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara perteneciente al 1º Tercio (Madrid).
Sin embargo apenas estaría en la misma unos meses ya que el Director General lo mandaría a la Comandancia de Málaga en comisión de servicio.
A su finalización sería destinado con fecha 19 de marzo de 1896 a la de Almería como Jefe. Allí permanecería hasta diciembre del año siguiente en que se dispuso su pase a la situación de reemplazo en la 2ª Región Militar.
Primer Jefe de la Comandancia de Canarias.
Encontrándose en dicha situación se dispone por una Real Orden de 1 de junio de 1898 su ingreso en activo cuando por turno le correspondiese.
Transcurrido apenas un mes y por otra de fecha 6 de julio es destinado como Primer Jefe de la Comandancia de la provincia de Canarias, creada por otra Real Orden dictada tan solo seis días antes.
Durante los cuatro años que estaría al frente de la Guardia Civil canaria iría desplegando los primeros Puestos por las islas del archipiélago. Su Comandancia, considerada a efectos de organización interna del Cuerpo como de 3ª categoría contaría inicialmente con una única Compañía cuya cabecera estaría en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria así como con el apoyo de una Sección de caballería.
Durante su mando recibió numerosas felicitaciones destacando las del año 1901 procedentes de la Reina Regente por los servicios prestados con motivo de una huelga de obreros, cargadores de carbón y estibadores de frutas y las del Director General de la Guardia Civil, por su distinguido comportamiento y acertada dirección en la extinción de un gran incendio declarado en los muelles de carga del puerto de Santa Cruz de Tenerife.
Por Real Orden de 14 de febrero de 1902 sería promovido al empleo de Teniente Coronel de la Guardia Civil con antigüedad del 3 de enero anterior siendo destinado a la Comandancia de Cáceres.
Sin embargo por orden del Ministro de la Guerra remitida mediante telegrama al Capitán General de Canarias continuaría en Santa Cruz de Tenerife ejerciendo el mando de la Comandancia hasta que se incorporase el nuevo Comandante.
Jefe de las Comandancias de Cáceres y Tarragona.
El 1 de mayo de 1902 se incorporaría como Jefe de la Comandancia de Cáceres aunque también en este caso estuvo muy poco tiempo al frente de la misma.
Dos meses después se incorporaría a la de Tarragona como Jefe de la misma. Allí permanecería durante los seis años siguientes hasta que por una Real Orden de 4 de mayo de 1908 fue ascendido al empleo de Coronel de la Guardia Civil con antigüedad del 25 de abril anterior.
Jefe de los Tercios de Valladolid y Murcia.
Al ascender quedaría en situación de excedente en la 4ª Región Militar hasta que por una Real Orden de 29 de enero de 1909 fue destinado para mandar el 9º Tercio (Valladolid).
Por otra Real Orden de 9 de febrero de 1911 causó baja en el mismo y sería destinado al 15º Tercio (Murcia).
Ejerciendo el mando del mismo y por una Real Orden de 24 de abril de 1912 sería declarado apto para el ascenso a General aunque no llegaría a alcanzar tan merecido empleo.
El 30 de diciembre de 1912, al cumplir los 62 años de edad causaría baja en la Guardia Civil al pasar a la situación de retirado por alcanzar la edad reglamentaria.
El Consejo Supremo de Guerra y Marina, tras 45 años y 11 meses de servicio a España le fijaría una pensión mensual de 600 pesetas a percibir por la Delegación de Hacienda de Murcia, ciudad en la que fijaría su retiro.
Cien años después.
En el Centenario de la creación de la Guardia Civil de Canarias sería injusto no haber dedicado estas líneas a quien fuera su Primer Jefe.
Conceptuado por sus Superiores como militar de valor acreditado, aplicado, capaz y siempre dispuesto para el servicio, de conducta intachable y con un elevado conocimiento de su profesión sería condecorado en numerosas ocasiones.
En su Hoja de Servicios le constan dos Cruces Blancas de 1ª Clase del Mérito Militar, una Medalla de Alfonso XII, la Cruz de Carlos III, la Medalla Conmemorativa de la Jura del Rey Alfonso XIII, la Cruz y Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo así como el nombramiento de Benemérito de la Patria.
Hoy, cien años después, podemos leer encabezando la Orla de Honor situada en la 16ª Zona de la Guardia Civil de Canarias el nombre y apellidos de quien sería el primero de los Jefes del Benemérito Instituto que velaría por el Orden y la Ley en nuestro Archipiélago.
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