Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en el "DIARIO DE CADIZ" del 12 de octubre de 2002, pág. 16.
El original tiene una fotografía en blanco y negro.
Cada 12 de octubre, y desde hace casi 90 años, el
benemérito Instituto de la Guardia Civil celebra la festividad de su excelsa
Patrona, la Virgen del Pilar.
Para encontrar el origen mariano de dicho
patronazgo hay que remontarse hasta un ya lejano 19 de agosto de 1864, cuando
el sacerdote Miguel Moreno, primer capellán castrense del Colegio de Guardias
Jóvenes "Duque de Ahumada", colocó en su pequeña capilla una
imagen de la Virgen del Pilar de Zaragoza.
Un año después, el 24 de septiembre
de 1865, fue declarada, de una forma un tanto espontánea, Patrona del Colegio
en donde estudiaban los huérfanos de los guardias civiles muertos en acto de
servicio, "para premiar en los hijos los méritos de los padres".
Desde entonces, y durante las décadas siguientes, las diferentes promociones de
Acolegiales, a la par que iban diseminándose por todos los Puestos de España y
de sus posesiones de Ultramar, fueron difundiendo su fe en dicha advocación
protectora.
El 7 de enero de 1913, fruto de la labor desarrollada por varias
generaciones de aquellos guardias civiles a lo largo de casi cincuenta años, y
haciéndose eco de la tan ya extendida tradición mariana, el entonces teniente
general Angel Aznar Butigieg, Director General del Instituto, elevó un escrito
al ministro de la Guerra, Agustín Luque y Coca, solicitando que la Virgen del
Pilar fuera declarada oficialmente la Patrona del Cuerpo.
Realizados los
trámites oportunos y previo informe favorable del provicario general castrense,
el Rey Alfonso XIII accedió a ello mediante real orden circular del día 8 de
febrero de 1913: "El Rey (q.D.g.), se ha servido declarar patrona de la
Guardia Civil a Nuestra Señora la Virgen del Pilar".
Diez días después,
el Director General del benemérito Instituto dictó al respecto una orden
-publicada en su boletín oficial- relacionada con dicho acontecimiento, que
finalizaba diciendo:
"Este año, al solemnizar el día de la Patrona,
celebraremos en la Guardia Civil la primera fiesta de compañerismo. Cuando os
congreguéis para ello en cada Puesto, dedicad una oración a nuestros compañeros
que sacrificaron la vida en el cumplimiento del deber y al inolvidable Duque de
Ahumada, organizador del Cuerpo; y antes de separamos, terminad nuestra fiesta
diciendo; !Viva España!, ¡Viva el Rey!".
En relación a la celebración
de su festividad el 12 de octubre de cada año, mención especial merece la
correspondiente orden general dictada en Madrid el 3 de octubre de 1913 y cuyo
prólogo bien merece ser recuperado para la curiosidad de los lectores, ya que
fue la primera disposición oficial dictada a tal efecto:
"Este es el
primer año que va a solemnizarse el día de la Santísima Virgen del Pilar de
Zaragoza, y lo haríamos con todo el esplendor propio del entusiasmo con que esa
designación fue recibida en el Instituto, de nuestros sentimientos religiosos y
del espíritu del Cuerpo, a no tener en cuenta que no es ocasión propia de
celebrar festejos en momentos en que nuestros compañeros sufren penalidades y
arrostran peligros en la campaña de Marruecos".
Han transcurrido desde
entonces casi nueve décadas y desgraciadamente se sucedieron otros 12 de
octubre en que tampoco se celebraron festejos acordes a la solemnidad de la
fecha, si bien en las últimas ocasiones no se debían a las antiguas campañas
militares en las que también participaban fuerzas del Instituto, sino a viles y
sangrientos atentados terroristas perpetrados contra guardias civiles en fechas
inmediatas, enlutando así las casas-cuarteles del benemérito Cuerpo.
"La
Virgen del Pilar en la mar".
En 1945, con ocasión de los actos
conmemorativos del cuarto centenario de la primera edición de la obra "Breve
compendio de la Esfera y de la Carta de Navegar" -catalogada en su época
como trascendental, siendo durante mucho tiempo referencia obligada para los
navegantes de medio mundo y traducida a diversos idiomas- que había sido
publicada en Cádiz por el científico, cosmógrafo y matemático Martín Cortés de
Albacar, el almirante Francisco Bastarreche y Díaz de Bulnes contó que cuando
el teniente de navío Isaac Peral Caballero se sumergió el 26 de agosto de 1889
por primera vez con su prototipo de submarino en el fondo de la bahía gaditana,
se encomendó a una imagen de la Virgen del Pilar presente a bordo y que le
había regalado un matrimonio zaragozano amigo suyo.
Aquel relato tuvo su
repercusión y la Diputación Provincial de Zaragoza, impactada por el hecho de
que el primer submarino español se había sumergido en la mar con una imagen de
la Virgen del Pilar, velando por sus tripulantes, aprobó por unanimidad en
pleno celebrado en sesión extraordinaria el 15 de enero de 1946, "ofrendar
una imagen de la Virgen del Pilar a las fuerzas submarinistas de la Armada,
dado que éstas se han acogido bajo el Patronazgo de la Virgen".
Entregada la sagrada imagen fue
depositada en la Base de Submarinos de Cartagena donde todavía permanece
ocupando un lugar preferente.
Con la creación por real decreto de 22 de febrero
de 1991 del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y la posterior entrega de sus
primeras unidades navales de superficie, la Virgen del Pilar completó su
patronazgo sobre y bajo la mar entre quienes visten el uniforme azul o verde.
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