Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 27 de diciembre de 2021, pág. 12.
El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.
Finalizada la Guerra Civil se procedió a una profunda reorganización de las principales instituciones del Estado y la Guardia Civil no fue una excepción. La reforma comenzó con la entrada en vigor de la ley de 15 de marzo de 1940. San Roque se vio directamente afectado ya que además en su término municipal se hallaban varias unidades de dicho Cuerpo y del de Carabineros que iba a desaparecer.
En 1936 la Guardia Civil tenía establecido un puesto en la ciudad de San Roque y otro en la barriada de Campamento de Benalife. El primero contaba con una plantilla de once hombres, compuesta por un brigada, un cabo, un guardia 1º y ocho guardias 2º. Todos eran de infantería a excepción del cabo y dos de los guardias 2º que eran de caballería. Tenía a su cargo la vigilancia en materia de lo que hoy día se denomina seguridad ciudadana, de todo el municipio a excepción de las barriadas de Campamento y Puente Mayorga. Estaba encuadrado junto a los puestos de Algeciras y Almoraima, en la línea (sección) de San Roque, mandada por un teniente.
En cambio, por razón de servicio, el puesto de Campamento, a pesar de estar enclavado en el municipio sanroqueño, dependía, junto al de Atunara y La Línea de la Concepción, del teniente que residía en esta última localidad. Su plantilla de siete hombres estaba integrada por un cabo y seis guardias 2º, todos de infantería. Además de la seguridad ciudadana de la barriada de Campamento donde estaban ubicados tenían también asignada la vecina de Puente Mayorga.
Todo ello, junto a la línea de Tarifa, mandada por un alférez, con sus puestos de Facinas y de la residencia, así como la línea de Jimena de la Frontera, mandada por un teniente, con sus puestos de San Pablo de Buceite, San Martín del Tesorillo y de la residencia, estaban a su vez, encuadrados en la 2ª Compañía de Algeciras. Al frente de la misma se encontraba un capitán cuya demarcación territorial comprendía todo el Campo de Gibraltar y dependía de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz.
Por otra parte, en el término municipal de San Roque el despliegue territorial del Cuerpo de Carabineros era mucho más potente y numeroso como consecuencia de tener por finalidad la prevención, persecución y represión del grave problema del contrabando procedente de la colonia británica de Gibraltar.
De máxima utilidad para conocer dicho despliegue es la consulta del “Escalafón General del Cuerpo de Carabineros”, editado en 1936 por el brigada Eusebio Fernández Chimeno, justo antes del inicio de la contienda, así como el “Escalafón de los Señores Generales, Jefes y Oficiales del Instituto de Carabineros”, publicado el año anterior por el propio Cuerpo.
A diferencia de la Guardia Civil que tenía una única Comandancia para toda la provincia gaditana, el Cuerpo de Carabineros tenía dos desde el año 1878, una con cabecera en la ciudad de Cádiz y otra en la de Algeciras. La razón principal de ello era el intenso contrabando procedente de la colonia británica de Gibraltar. Entonces no había ni problemas de inmigración irregular ni de narcotráfico.
La Comandancia de Carabineros de Algeciras, cuya demarcación era el Campo de Gibraltar y estaba mandada por un teniente coronel, tenía en 1936 cinco compañías de infantería desplegadas territorialmente, apoyadas por algunos puestos de mar, así como una sección de caballería. La 1ª compañía con cabecera en Atunara, la 2ª en La Línea de la Concepción, la 3ª en Puente Mayorga, la 4ª en Algeciras y la 5ª en Tarifa. La cabecera de la sección de caballería estaba fijada en San Roque. El Cuerpo de Carabineros tenía la sana y eficaz costumbre de que los mandos de sus principales unidades se ubicaban en los lugares de mayor complejidad y conflictividad para su servicio peculiar.
Esa era la razón de que en La Línea de la Concepción hubiera dos compañías. Una para atender la Verja con la colonia británica al objeto de impedir el contrabando vía terrestre. Y la otra en la barriada de La Atunara, con la misión del evitar y aprehender en su caso, los alijos marítimos en la playa. El segundo jefe de la Comandancia de Algeciras era un comandante y tenía establecida su residencia oficial en La Línea de la Concepción.
El siguiente municipio en complejidad y conflictividad era el de San Roque y el lugar más complicado y de mayor intensidad del mismo era la barriada de Puente Mayorga, razón por la cual el capitán jefe de la 3ª Compañía tenía fijada su residencia oficial allí y no en la ciudad que daba nombre al término municipal.
Esta compañía tenía cuatro secciones mandadas por oficiales subalternos, es decir, tenientes y alféreces, estando ubicadas sus cabeceras en Puente Mayorga, Palmones, Jimena de la Frontera y San Roque. La 1ª tenía puestos en la propia barriada de Puente Mayorga, su aduana y su rada, así como en el caserío de Guadarranque y en el río que le da nombre. La 2ª tenía puestos en Palmones, su poblado y el río que le da nombre, enclavados en el municipio limítrofe de Los Barrios, así como en la barriada algecireña de Rinconcillo y en el enclave sanroqueño de El Toril. La 3ª tenía puestos en Jimena de la Frontera, Castellar de la Frontera y San Martín del Tesorillo. Y la 4ª los tenían en las estaciones ferroviarias de Los Barrios, San Roque, Almoraima, Castellar de la Frontera y San Pablo de Buceite.
La sección de caballería tenía puestos en Algeciras, San Roque, La Línea de la Concepción y Tarifa. Si bien por decreto de 28 de septiembre de 1935 se había dispuesto la supresión de las unidades montadas de Carabineros, reconvirtiéndolas en fuerza de infantería, la orden ministerial dictada el 9 de noviembre siguiente para su desarrollo, estableció que: “Los Suboficiales y Clases de tropa que hasta el presente pertenecían a la fuerza montada del Instituto seguirán prestando el servicio como actualmente, hasta el momento en que se les ordene la entrega de caballos y monturas. Desde ese momento, y mientras otra cosa no se disponga, actuarán pie a tierra, en el mismo distrito que hoy tienen”.
Por lo tanto, conforme a todo lo expuesto había ocho puestos de Carabineros ubicados en el municipio de San Roque. Enclavado en plena barriada de Puente Mayorga, el puesto estaba integrado por dieciseis hombres: un brigada, un cabo, un corneta y trece carabineros, todos de infantería. Su misión principal era vigilancia de la costa, por levante, desde Punta Mala hasta el antiguo almacén de Juan Pino, y por poniente, desde el “Almacén Central” hasta los Junquillos. En total era poco más de dos kilómetros lineales de costa. Hay que significar que además se encontraba en dicha barriada, la residencia oficial del capitán jefe de la compañía, auxiliado por una pequeña plana mayor, formada por un brigada y un carabinero como escribiente. La casa-cuartel, además de las oficinas, tenía un pabellón para un casado y un alojamiento colectivo para siete solteros. El resto vivía de alquiler en casas particulares.
(Continuará).