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viernes, 15 de marzo de 2024

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCXII). LA REORGANIZACIÓN EN LA POSGUERRA CIVIL (31).


Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR el 26 de febrero de 2024", pág. 12.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.



Cuando se publicó en el BOE la ley de 15 de marzo de 1940, “reorganizando el benemérito Cuerpo de la Guardia Civil”, quedó definitivamente escrito en beneficio de dicha institución militar, el final del Cuerpo de Carabineros. Éste había sido inicialmente creado por real decreto de 9 de marzo de 1829, siendo objeto de diferentes y posteriores reajustes legislativos y normativos que ya fueron expuestos en artículos anteriores. 

La Guardia Civil inició por lo tanto, a partir de 1940, un laborioso proceso de absorción de las funciones encomendadas a los Carabineros e integró entre sus filas al personal de dicho Cuerpo. Tal y como dispuso la nueva ley en su artículo 5º, le correspondió a la Guardia Civil, “la vigilancia y guarda de los campos, pueblos, aglomeraciones rurales, factorías, centros industriales y mineros aislados de las poblaciones, la de costas y fronteras, la persecución del contrabando y fraude, la previsión y represión de cualquier movimiento subversivo, y, en todo momento y lugar, la persecución de delincuentes”. Era entonces una España diferente de la actual.

Evidentemente, la absorción del Cuerpo de Carabineros no fue un proceso fácil ni por supuesto sencillo. La provincia de Cádiz en general, y el Campo de Gibraltar en particular, sabe mucho de ello. Por otra parte, se publicó posteriormente en el BOE la ley de 4 de junio de 1940, sobre concesión de créditos para el Ministerio de la Gobernación. 

Como ya se dijo en el capítulo anterior, la 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras), tomó inicial y seguidamente la denominación de la 66ª Comandancia Administrativa de la Guardia Civil (Algeciras). Al resto de las otras diecinueve comandancias de Carabineros entonces existentes, que terminarían desapareciendo, se le asignó la numeración correspondiente. Así, a la que tenía su residencia en la capital gaditana y cuya demarcación era la otra parte de la provincia que no ocupaba la comandancia campogibraltareña, es decir, la 11ª Comandancia de Carabineros (Cádiz), le fue asignada la denominación de la 67ª Comandancia Administrativa de la Guardia Civil (Cádiz). 

Una vez dicho esto hay que recordar al lector que la configuración geográfica y administrativa del Campo de Gibraltar, dentro de la provincia de Cádiz, era entonces diferente de la actual. Con la entrada en vigor del Decreto 3.223/1965, de 28 de octubre, esta comarca quedaría integrada por los términos municipales de Algeciras, San Roque, La Línea de la Concepción, Los Barrios, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera y Tarifa. A ello hay que añadir, desde la entrada en vigor del Decreto 181/2018, de 2 de octubre, publicado en el BOE de 23 de enero siguiente, la creación del octavo municipio del Campo de Gibraltar, llamado San Martín del Tesorillo, por segregación del término municipal de Jimena de la Frontera.

Sin embargo, en 1940, año del que ahora estamos hablando, la realidad y la situación eran muy diferentes. Por Decreto de 17 de agosto de 1939, publicado en el BOE del día siguiente y dictado desde Burgos, se había restituido oficialmente, “para bien del servicio e interés nacional”, el cargo de gobernador militar del Campo de Gibraltar, con residencia en Algeciras, que con la Segunda República se había suprimido. Se concretó entonces que sería desempeñado por quien ejerciese la jefatura de la 22ª División del Ejército de Tierra.

Hay que significar que tras la finalización de la guerra civil se había procedido, mediante decreto del Ministerio de Defensa Nacional de 24 de julio de 1939, a la reorganización del Ejército. Así, en el caso que nos ocupa, la 21ª División (Sevilla), la 22ª División (Algeciras) y la 23ª División (Granada), pasaron entonces a constituir el nuevo II Cuerpo de Ejército, con cabecera en la capital hispalense. Su general jefe lo sería, al mismo tiempo, de la Segunda Región Militar. 

Al nuevo gobernador militar del Campo de Gibraltar, por lo tanto, le fueron restituidas las facultades que en relación con “los servicios de Orden Público, Vigilancia y Policía”, le asignaba el real decreto de 21 de septiembre de 1880 y las que sobre “las fuerzas de Resguardo de Mar y de Tierra”, determinaba la real orden de 21 de diciembre de 1877. Es decir, que a dicha autoridad militar pasó a corresponderle la dirección de todos esos servicios, así como las atribuciones propias de los jefes de Hacienda sobre dichas fuerzas de resguardo, en cuanto se refería a la represión del fraude y el contrabando. Finalmente, se determinaba que su jurisdicción territorial se extendía sobre los partidos judiciales completos de Algeciras y San Roque.

Para asumir dicho cometido de gobernador militar del Campo de Gibraltar sería nombrado por decreto de 24 de agosto de 1939, el general de brigada Francisco Martín Moreno. Éste cesaría en el cargo que tenía hasta entonces en Burgos de “Jefe de Estado Mayor del Cuartel General del Generalísimo”. Cinco días después dicho general sería nombrado también jefe de la mentada División núm. 22 de Infantería. 

Sobre dicho general hay que decir que en la guerra civil había sido durante más de dos años el redactor del “Parte Oficial de Guerra” del bando sublevado, razón por la cual fue nombrado “periodista honorario”, por orden de 28 de mayo de 1939, dimanante del Ministerio de la Gobernación. Su titular era Ramón Serrano Suñer, abogado y cuñado del jefe de Estado, al estar casado con una hermana de su esposa. Por la Jefatura del Servicio Nacional de Prensa se expidió seguidamente el correspondiente diploma y se notificó dicha concesión para conocimiento a las asociaciones de periodistas de la época.

Tras su ascenso el 12 de abril de 1940 a general de división fue confirmado en ambos cargos campogibraltareños por decreto del día 26 de ese mismo mes. No obstante, apenas continuó aquí, encontrándose ya Europa inmersa en la Segunda Guerra Mundial. Por decreto de 12 de julio siguiente fue nombrado “Jefe del Alto Estado Mayor”, cesando por lo tanto en los cargos que ostentaba en Algeciras. Su antecesor en Madrid, el general de división Juan Vigón Suerodíaz, había sido nombrado ministro del Aire el 27 de junio anterior, tras ser cesado en dicha responsabilidad el también general de división Juan Yagüe Blanco.

Mientras tanto, el teniente coronel de Carabineros Joaquín Moreno Lara, jefe de la 10ª Comandancia de dicho Cuerpo en el Campo de Gibraltar, continuaba los pasos previstos en la mentada ley de 15 de marzo de 1940, que lo integrarían a él y a su unidad en la Guardia Civil.

Hay que decir que la situación que se estaba viviendo por parte de los procedentes del antiguo y ya declarado a extinguir Cuerpo de Carabineros no era fácil, aunque pasasen a integrarse en un Cuerpo de prestigio como era el de la Guardia Civil.

Cuando se estaban realizando los primeros pasos internos pertinentes para poder llevar a cabo dicha integración se publicó la ley de 12 de julio de 1940, disponiendo los organismos que habían de formar parte del Ministerio del Ejército y las funciones de cada uno. Así, el décimo organismo que pasaba a constituirlo era la Dirección General de la Guardia Civil.

(Continuará)