Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 24 de febrero de 2025, pág. 9.
El original está ilustrado con dos fotografías en blanco y negro.
Tras ascender al empleo de coronel, con antigüedad del 8 de octubre de 1963, el teniente coronel Juan Salom Sánchez, jefe de la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), se cubrió su vacante un mes más tarde en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército núm. 255, de 12 de noviembre siguiente.
Se trataba del teniente coronel Juan Antonio Fajardo Quero, que estaba destinado en la plana mayor del 37º Tercio (Málaga). Con su nombramiento como jefe de la comandancia campogibraltareña, se rompió por primera vez la circunstancia de que el nuevo titular no procedía del Cuerpo de Carabineros. Pero tampoco procedía de aquellos cuadros de mando que habían pertenecido a la Benemérita desde antes del inicio de la guerra civil.
Fajardo, nacido el 12 de noviembre de 1920 en Granada y que había ingresado voluntariamente en el Ejército sublevado durante la guerra civil, se le asignó inicialmente su acceso cuando todavía tenía 17 años de edad, concretamente el 1 de julio de 1938. Pero posteriormente se le reconoció su verdadero ingreso al inicio de la contienda, con antiguedad del 20 de julio de 1936, cuando todavía tenía 15 años de edad. Cumplidos los 18 años obtuvo el empleo de alférez provisional de Infantería, tras haber finalizado el 28 de mayo de 1939 el correspondiente curso en la Academia Militar de Granada. Seguidamente fue destinado al Regimiento de Infantería Lepanto núm. 5, que el 12 de septiembre siguiente fue reorganizado con el nombre de Regimiento de Infantería núm. 45, con guarnición en Córdoba.
Por orden del Ministerio del Ejército, de 4 de enero de 1943, fue admitido al concurso-oposición anunciado en otra orden ministerial el 5 de noviembre anterior, para nutrir la escala profesional. El primer párrafo de la convocatoría no dejaba dudas al respecto:
“La mayoría de los oficiales provisionales y de complemento que todavía prestan servicio en las filas de nuestro Ejército vienen dando constantes pruebas de entusiasmo por la profesión y amor al estudio, como ha puesto de relieve la reciente convocatoria para ingreso en la Academia General Militar”.
Por lo tanto, y conforme al artículo 1º de dicha convocatoria, se anunció el correspondiente concurso-oposición en “las Academias Militares de Transformación de cada una de las Armas y del Cuerpo de Intendencia”, al que podían concurrir los oficiales citados.
Podían concurrir tanto los presentes en las filas del Ejército de Tierra como los que hubieran sido licenciados con carácter forzoso. Todos ellos debían estar en posesión del título de bachiller y “contar con un mínimo de seis meses de permanencia en los frentes de combate”. Evidentemente no se referían a los combatientes del bando republicano. Había acaecido una trágica e injusta guerra civil y poca excepción, salvo contados casos, para los que habían perdido la contienda.
Las plazas convocadas eran 600 de Infantería, 100 de Caballería, 250 de Artillería, 150 de Ingenieros y 100 de Intendencia. El periodo de transformación se fijaba en 18 meses, “transcurridos los cuales, si terminan con aprovechamiento los estudios, los Caballeros Oficiales Cadetes serán promovidos a alféreces profesionales, con antigüedad de 1 de marzo de 1945, escalafonándose a continuación de los caballeros alféreces cadetes pertenecientes a la primera convocatoria de la Academia General Militar”.
Encontrándose destinado ya como alférez en el Regimiento de Infanteria Covadonga núm. 5, de guarnición en Alcalá de Henares (Madrid), ascendió al empleo de teniente de Infantería, prosiguiendo en dicha unidad. Por orden de 5 de septiembre de 1946, publicada cuatro días más tarde en el Boletín Oficial del Estado núm. 252, fue designado junto a otros oficiales del mismo empleo para ocupar plaza en el Cuerpo de la Guardia Civil.
Ello fue como resultado parcial del concurso anunciado por orden de 6 de julio anterior, ampliada por otra de 20 de igual mes, para cubrir 50 vacantes de teniente en la Benemérita con oficiales pertenecientes a las Armas de Infantería y Caballería procedentes de las Academias de Transformación y Academias de dichas Armas.
Dichos oficiales causaron alta en la Guardia Civil y baja en su Arma de procedencia el 1º de octubre siguiente, realizando el correspondiente curso de información en el Centro de Instrucción del benemérito Cuerpo en Madrid.
En el empleo de teniente estuvo destinado en la 136ª Comandancia (Granada), ejerciendo el mando de la Línea de Herradura, que estaba encuadrada en la 7ª Compañía (Orjiva). Ascendido al empleo de capitán con antigüedad del 17 de julio de 1952 fue destinado a Palma de Mallorca, pasando a formar parte de la 144ª Comandancia. Encontrándose allí se le concedió licencia especial, por otra orden ministerial de 4 de marzo del año siguiente, para contraer matrimonio canónico con Trinidad Gómez Molina.
Por orden del Ministerio del Ejército, de 20 de abril de 1953, siendo su titular el teniente general Agustín Muñoz Grandes, que cuando era general de división había sido gobernador militar del Campo de Gibraltar, además de jefe de la División núm. 22, entre el 7 de febrero de 1941 y el 11 de julio siguiente, el capitán Fajardo volvió a ser destinado, en turno de provisión normal, a la 136ª Comandancia (Granada). Allí le fue adjudicado seguidamente el mando de la Compañía de Motril, donde permaneció hasta su ascenso al empleo de comandante por orden del Ministerio del Ejército, de 25 de febrero de 1957, concediéndosele la antigüedad de 1 de noviembre anterior.
Por orden fechada tan sólo dos días más tarde, publicada en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército núm. 53, de 3 de marzo de 1957, y suscrita por su titular, el teniente general Antonio Barroso Sánchez-Guerra, resultó que el comandante Fajardo fue destinado, en turno de provisión normal y carácter voluntario, a la 237ª Comandancia (Cádiz). Hay que significar que dicho ministro había sido también gobernador militar del Campo de Gibraltar, nombrado por decreto de 30 de marzo de 1951 y cesado por decreto de 23 de octubre de 1963, al ser designado como capitán general de la 9ª Región Militar (Granada) y jefe de la División núm. 23.
Respecto al comandante Fajardo hay que decir que fue destacado a Jerez de la Frontera, permaneciendo en la comandancia gaditana hasta que por orden ministerial de 25 de octubre de 1960, suscrita por el mentado ministro, fue destinado nuevamente a la 136ª Comandancia (Granada).
Con antigüedad de 2 de abril de 1962 fue ascendido cinco días más tarde al empleo de teniente coronel, quedando afecto para documentación y haberes al 36º Tercio (Granada). Posteriormente, por otra orden ministerial, de 4 de diciembre siguiente, fue destinado voluntariamente a la plana mayor del 37º Tercio (Málaga).
Incorporado a la capital malagueña en la revista de enero de 1963, se mantuvo desempeñando sus cometidos al frente de la “Mayoría”, pero sólo hasta el 15 de noviembre de dicho año. Ello fue debido a que por orden del Ministerio del Ejército, de fecha 8 de dicho mes, publicada cuatro días más tarde, fue destinado, con carácter voluntario, para el mando de la 337ª Comandancia (Algeciras), al igual que el ya coronel Salom lo era al 23º Tercio de Fronteras (Pamplona).
(Continuará).
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