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martes, 18 de febrero de 2014

ESPECIAL ARGENTINA: LA FABRICA MILITAR " FRAY LUIS BELTRAN".

Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en el nº 220 correspondiente al mes de septiembre de 2000 de la Revista "ARMAS", págs. 42-48. 
El original está ilustrado por quince fotografías en color.

El 3 de octubre de 1904 se inauguraba en Argentina la Fábrica de Aceros y Proyectiles de Artillería que había sido construida sobre el denominado Campo de Granaderos por iniciativa del teniente general Pablo C. Ricchieri, autor también del Arsenal Regional del Litoral. Noventa y seis años después, su espíritu y labor continúa en la Fábrica Militar Fray Luis Beltrán.

Introducción.

Existen muchos países en el mundo que por razones económicas, tecnológicas e incluso políticas, carecen de fábricas propias de armas y municiones. Ello les obliga a tener que depender, y nunca mejor dicho, de costosas y controladísimas adquisiciones en el extranjero, al objeto de poder dotar a sus Fuerzas Armadas y de Seguridad.

Esto constituye una "hipoteca" cuyas consecuencias y riesgos son fáciles de imaginar y valorar. Tan maravilloso como utópico sería que las armas y municiones sólo tuvieran que emplearse para la práctica del tiro deportivo. 

Sin embargo la cruda realidad es bien diferente y obliga a los gobiernos de las naciones a estar debidamente capacitados para ejercer el legítimo derecho de velar por la defensa de su territorio y de sus ciudadanos.

Por eso, aquellos países que sin ser las principales potencias mundiales pueden permitírselo, se esfuerzan por lograr mantener, desarrollar, perfeccionar y promocionar su industria de armamento. Un claro y muy digno ejemplo es la República de Argentina, nación con tradición centenaria en la materia.

Aunque las armas y municiones argentinas en absoluto me eran desconocidas, me llevé una muy grata sorpresa, hace pocos años, cuando con ocasión de una visita en Santa Cruz de Tenerife a la fragata Libertad, buque escuela de la Armada argentina, pude contemplar en la cámara de Guardias Marinas, sendos expositores con una amplia muestra de armas cortas y municiones procedentes respectivamente de las fábricas militares Domingo Matheu y Fray Luis Beltrán.

El velero argentino se transformaba así no sólo en embajada flotante de su patria, sino también en digno representante de su industria armera nacional por todos los puertos del mundo.

Domingo Matheu y Fray Luis Beltrán.

Ambos nombres guardan una muy singular relación no sólo ya con Argentina, en donde son recordados como héroes de su guerra de independencia, sino también con el mundo de las armas.

Domingo Matheu (1765-1837), fue director general de la antigua Fábrica de Fusiles de Buenos Aires y miembro de la Junta Gubernativa que se estableció el 25 de mayo de 1810 con el espíritu de obtener la independencia de las incipientes Provincias Unidas del Sur respecto de España, lo cual terminaría haciéndose realidad pocos años después tras sufrir una sangrienta guerra.

Fray Luis Beltrán (1784-1827), en cuyo recuerdo y honor se denomina la fabrica de armamento objeto del presente artículo, es tal vez uno de los mejores ejemplos del hombre mitad soldado, mitad monje.

Hijo de padre francés y madre sanjuanina, llamada Manuela Bustos, fue bautizado con el nombre de José Luis Marcelo Beltrán el mismo día de su nacimiento, un 10 de septiembre, en la iglesia de San Nicolás de la ciudad de Mendoza. Con tan sólo 16 años entró en el convento de San Francisco, siendo posteriormente trasladado a Chile.

En 1812 fue nombrado capellán del ejército independentista, obteniendo poco más tarde el grado de teniente de Artillería como recompensa a la gran capacidad que demostró al recomponer el material dañado en la derrota de Hierbas Buenas. 

Incorporado al denominado "Ejército de los Andes", organizado por el general José de San Martín, se convirtió en el responsable de dirigir la preparación de todo el equipo que necesitaban las tropas, desde uniformes hasta cañones.

El 9 de julio de 1816, el Congreso General de Tucumán, proclamó la independencia de Argentina, entonces llamada Las Provincias Unidas del Plata.

En 1817, durante la campaña de la independencia de Chile y tras la derrota sufrida en la batalla de Cancha Rayada, destacó nuevamente por su capacidad de recomponer, trabajando día y noche durante los 17 días siguientes, todo el material dañado, lo que permitió la victoria independentista de Maipú acontecida el 5 de abril.

El 20 de agosto de 1820 acompañó, en calidad de Director de la Maestranza, al general San Martín en la expedición argentino-chilena que zarpó de Valparaíso para emancipar Perú. 

En 1825 participó en la guerra que se originó entre Argentina y Brasil como consecuencia de la insurrección de Uruguay, pero al contraer una enfermedad se retiró del ejercito, en donde había alcanzado el grado de teniente coronel ingeniero, volviendo a vestir los hábitos franciscanos. 

Falleció el 8 de diciembre de 1827, siendo enterrado en el cementerio de La Recoleta.

Evolución histórica.

Como ya hemos mencionado al principio, la Fábrica Militar "Fray Luis Beltrán", es la continuación de la primitiva Fábrica de Aceros y Proyectiles, cuyas bases correspondieron a la iniciativa del teniente general Pablo C. Ricchieri, autor también del proyecto del antiguo Arsenal Regional del Litoral, ubicado en Puerto Borghi, provincia de Santa Fe.

Este había sido creado mediante un decreto de 13 de enero de 1898 como consecuencia de la reorganización que experimentó el Servicio de Arsenales del Ejército Argentino.

Tras su apertura en 1904, se dispuso como anexo, el establecimiento de una planta para producir, en pequeña escala, municiones, espoletas y otros elementos como herraduras, pinturas y lubricantes. En 1917 como consecuencia de un decreto de fecha 10 de febrero su nombre fue sustituido por el de Arsenal "San Lorenzo".

En 1923, ante la necesidad de satisfacer la demanda de materiales destinados a la defensa nacional y dado que no existía en el país industria privada que pudiera atenderla, se proyectó crear fábricas militares de propiedad estatal.

Ello se hizo por fin realidad en las décadas de los años 30 y especialmente en las de los 40, cuando de la mano del general Manuel Nicolás Savio, se creó el 8 de octubre de 1941,la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM).

La idea del general Savio era crear un sistema de producción para la defensa que permitiera a Argentina tener absoluta independencia en la fabricación de pertrechos militares.

El camino no fue fácil y hubo que vencer numerosas dificultades, tanto de orden económico como técnico. El 27 de septiembre de 1933, el Poder Ejecutivo Nacional, bajo el mando del general Agustín P. Justo, aprobó los planos y demás documentación para la instalación de la llamada Fábrica de Munición para Armas Portátiles, en terrenos ubicados dentro del área del Arsenal "San Lorenzo". La maquinaria y los equipos necesarios fueron adquiridos a la firma alemana de Fritz Werner.

En diciembre de 1935 finalizaron por fin las obras, inaugurándose seguidamente bajo la dirección del teniente coronel Rodolfo Jackeln. 

El primer tipo y modelo de cartucho fabricado sería para el fusil máuser reglamentario por aquella época en sus fuerzas armadas. Se trataba del cartucho de 7,65 mm. (vaina 7,65 x 54) que montaba la bala tipo "S". Casi un año después, el 24 de diciembre de 1936, dejó de constituir un anexo del arsenal para integrarse orgánicamente en la Dirección de Fábricas Militares del Ejército Argentino.

En 1937 al nombre de la institución le fue intercalada la palabra Militar, adoptando por lo tanto la nueva denominación de Fábrica Militar de Municiones para Armas Portátiles. En 1950 volvió a cambiar su nombre y se sustituyó por el de Fábrica Militar de Cartuchos "San Lorenzo".

Fábrica de munición de artillería.

Si bien las necesidades de munición para las armas ligeras habían quedado suficientemente cubiertas a partir de diciembre de 1935, todavía quedaban pendientes las destinadas para su empleo en las piezas de artillería.

En 1939, con idea de darle la solución se creó también en el Arsenal "San Lorenzo", la Planta Experimental de Munición de Artillería, designándose como director de la misma al teniente coronel Raúl Speroni, quien cuatro años después, el 8 de octubre de 1943, sería el primero en dirigir la recién creada y bautizada Fabrica Militar de Municiones de Artillería "Borghi".

En 1950 y bajo la jefatura del teniente coronel Héctor Suárez sufrió diversas modificaciones de índole orgánica y operativa, denominándose a partir de entonces Fábrica Militar de Munición de Artillería "San Lorenzo".

Al encontrarse dicho centro de producción en el mismo recinto que la Fábrica Militar de Cartuchos "San Lorenzo", y por razones principalmente de orden económico, se decidió el 1 de abril de 1955, la fusión de sus órganos directivos bajo el mando del teniente coronel José Blanco, adoptándose la única denominación de Fábrica Militar "San Lorenzo".

El 21 de abril de 1961, volvió a sustituirse su nombre por el que hasta hoy día viene siendo utilizado: Fábrica Militar "Fray Luis Beltrán". 

Ésta, al igual que la Fábrica Militar de Armas Portátiles "Domingo Matheu", ubicada también en la provincia de Santa Fe, era propiedad del gobierno argentino y pertenecía a la Dirección General de Fabricaciones Militares.

La reorganización.

Fruto del proyecto del general Savio, la DGFM llegó a contar con cerca de 14.000 personas especializadas en la producción de material para la defensa, que trabajaban, entre otras, en los siguientes centros de fabricación de pertrechos militares:

Plantas químicas para fabricar las materias primas para la posterior producción de pólvoras y explosivos (Río Tercero); Plantas para la fabricación de acero (Altos Hornos de Zapla-Somisa); Fábrica de pólvoras y explosivos (Villa María-Azul); Fábricas de material pirotécnico (Pilar); Fábricas de latón militar (ECA); Fábrica de armas portátiles (Domingo Matheu); Fábrica de munición de artillería y armamento pesado (Río Tercero); Fábrica de cartuchos, espoletería y cohetes (Fray Luis Beltrán) y la Fábrica de munición de 9 mm. (San Francisco).

Sin embargo, y al igual que ha ido ocurriendo en España y otros países, como consecuencia de la disminución de riesgos de conflicto armado y consecuentemente de efectivos militares y de presupuestos cada vez más austeros para la defensa, se fue procediendo en los últimos años a reorganizar todo el sistema de producción bélica argentino.

Así las plantas de fabricación de acero y de latón militar pasaron a manos privadas mientras que las de material pirotécnico, armas portátiles y de munición de 9 mm., se cerraron.

La actualidad.

A raíz del cierre, en 1997, de la Fábrica "Domingo Matheu", una parte importante de su equipamiento y personal fue trasladado a la Fábrica "Fray Luis Beltrán", abriéndose así una cadena de producción de armamento portátil (carabinas, fusiles y pistolas). 

El cierre de la Fábrica "Pilar" motivó también el inicio de la fabricación en la "Fray Luis Beltrán", de disuasivos químicos (granadas y cartuchos lacrimógenos). Por último el cierre de la Fábrica "San Francisco" obligó a incorporar a la "Fray Luis Beltrán", las líneas de fabricación de munición de 9 mm.

De esta forma la industria militar argentina ha evitado que se pierda la capacidad y autonomía de producción nacional de armamento, constituyéndose la Fábrica "Fray Luis Beltrán" en el principal polo de fabricación de los más diversos materiales de uso militar y policial.

Actualmente se fabrican en sus instalaciones la pistola FM de 9 mm. parabellum, modelo M-90 en sus versiones militar, deportiva, Detective, Comando y M-95; el subfusil FMK-5 y la pistola ametralladora FMK-3; un modelo de carabina deportiva en calibre .22 y diversos accesorios y repuestos para todas esas armas y para los fusiles FAL, FAP y FSL.

Respecto a la munición de armas portátiles fabrican cartuchería del .22 LR (6 versiones diferentes); del .32 corto y largo; del .38 corto y especial; del .357 magnum; del .380 ACP; de 9 mm. parabellum, versiones común, deportivo y subsónico-bala troncocónica; de 11,25 x 23 mm. (.45 ACP); de caza en calibres 12, 16 y 20; del 7,62 x 51 mm., versiones común, punta blanda (caza) y fogueo; y por último los de uso policial en 12/70, modelos "AT" y "PG".

Además fabrican munición para uso aéreo y antiaéreo (12,7 x 99 mm., 20 x 110 mm., 20 x 139 mm. y 30 x 113 mm.); espoletas para munición de artillería y blindados de 75 a 203 mm.; espoletas para morteros de 60, 81 y 120 mm.; espoletas para cohetes de 57, 105 y 127 mm.; cohetes, lanzadores y bombas aéreas de diversos tipos; granadas de mano, vainas de artillería y cargas huecas así como disuasivos químicos.

Por último en sus instalaciones se llevan a cabo desarrollos y producciones especiales como por ejemplo de sectores de combate y elementos de protección para lanzamiento de cohetes de largo alcance, sistemas pirotécnicos-mecánicos para aeronaves o bombas de generación avanzada tipo prefragmentadas, con submuniciones explosivas, incendiarias, perforantes y de interdicción.

Presencia española.

Hay un hecho, posiblemente desconocido por la mayoría de los lectores, y es que en la Fábrica "Fray Luis Beltrán" , se fabrican cartuchos de caza mediante un convenio con la empresa española CTL-ACTIV. 

Dicha empresa trajo el equipamiento (máquinas empistonadoras y cargadoras) que fue instalado en la planta argentina, desde donde se fabrican cartuchos para ambas partes. Estos, que se comercializan con los nombres de ACTIV y FLB, han captado una importante porción del mercado nacional.

Internet.

La Fábrica Militar "Fray Luis Beltrán", sita en kilómetro 323 de la Ruta 11, provincia de Santa Fe, dispone de una interesantísima página web en donde se puede consultar una amplia información sobre la misma y sus productos. Su dirección es "http//www.myaflb.com.ar".

Agradecimientos.

La confección de este artículo no hubiese sido posible sin la grata y atenta colaboración e información proporcionada por el teniente coronel, ingeniero militar de armamento, Juan Carlos Villanueva, director de la Fábrica Militar "Fray Luis Beltrán".

1 comentario:

  1. Es una pena que se haya perdido la capacidad tecnica y profesional de tantos trabajadores, trabaje en una empresa metalurgica en Rosario, que tomabamos a los magnificos obreros que qudaban cesantes por reduccion de la produccion, eran los mejores y los que mas rapido se adaptaban dada la formacion rigurosa que habian tenido en la DGFM, y en la fabrica Luis Beltran, F.M siempre ha sido una empresa que sus productos no tenian nada que envidiar a los norteamericanos como ser la pistola 11,25 "Sistema Colt" que es la unica que lleva esa mencion fabricada fuera de los EEUU, como los productos con licencia de la FN de belgica, pistola Browning 9mm y el fusisl FAL y sus deribados, que no tienen nada que envidiarles a las producidas en Europa, como tambien las licencias de Bereta para la fabricacion de la carabina 22 "Islera" y escopeta de combate....lo inconcebible, es la perdida de ese patrimonio tecnico y tegnologico que da la sensacion se perdio para siempre. Es hora que reconstruyamos lo que se ha perdido., la democracia esta en deuda con muchos sectores, la seguridad y la defensa nacional es uno de ellos.

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