Translate

viernes, 30 de agosto de 2024

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCXXXVI). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (20).


Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 12 de agosto de 2024, pág. 12.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.


 

Si en el artículo anterior se expuso quienes eran y dónde estaban destinados los suboficiales procedentes del Cuerpo de la Guardia Civil en la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras), tal y como figuraban en el “Escalafón General” de noviembre de 1944, ahora procede, dado además su mayor número, citar a los procedentes del antiguo Cuerpo de Carabineros, así como sus destinos en dicha unidad, pertenecientes a la Benemérita desde la entrada en vigor de la ley de 15 de marzo de 1940.

Durante la Segunda Guerra Mundial, se encuadró en “Costas y Fronteras”, al personal que procedía de Carabineros y fue incorporado en la Guardia Civil, al igual que los pertenecientes a la Benemérita desde su ingreso, lo fueron a “Rural y Móviles”. En el caso que nos ocupa, los antiguos suboficiales y cabos de Carabineros se encontraban al mando de buena parte de los puestos territoriales ubicados en la nueva comandancia campogibraltareña. 

Es importante significar, pues dicho despliegue es historiográficamente muy poco conocido, que dichas unidades estaban desplegadas no sólo en lo que desde el año 1965 conocemos como Comarca del Campo de Gibraltar, sino también sobre otras partes de las provincias de Cádiz y Málaga que desde 1944 hasta 1948 estuvieron anexionadas a la mentada comandancia.

Por lo tanto, los brigadas del “Escalafón General” de noviembre de 1944, destinados en la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras) y procedentes del antiguo Cuerpo de Carabineros, eran por antigüedad, Manuel Zapata Lopera (El Zabal/La Línea de la Concepción/Cádiz), José Gutiérrez Jiménez (El Toril/San Roque/Cádiz), Alfonso García García (Benaoján/Málaga), Juan Corona Merina (Algeciras/Cádiz), Mariano López Carrero (Estación de San Roque/Cádiz), Juan Fernández Valero (Tarifa/Cádiz), Joaquín Frutos Márquez (Alcalá de los Gazules/Cádiz), Sixto Marcos Caro (Ronda/Málaga), Antonio Domínguez Jiménez (Algeciras/Cádiz), Juan González Rey (Casares/Málaga), Agustín Pérez Cintrano (Ronda/Málaga), Miguel Gaona Pacheco (Algeciras/Cádiz), Agustín Pantojo Lasso (La Línea de la Concepción/Cádiz), Perfecto Otero Batalla (La Línea de la Concepción/Cádiz), Antonio Gaona Pacheco (Algeciras/Cádiz), Juan Vélez Vidal (San Enrique de Guadiaro/Jimena de la Frontera/Cádiz), Quiterio Cordero Vázquez (La Barca/Vejer de la Frontera/Cádiz), Juan Simal Morgado (plana mayor de la 4ª Compañía de La Atunara/La Línea de la Concepción/Cádiz), Lorenzo Manzorro Periñán (plana mayor de la 8ª Compañía de Barbate/Cádiz), Manuel Silvo Jorge (Barbate/Cádiz), José Conde Agut (plana mayor de la 7ª Compañía de Tarifa/Cádiz), Pedro Moreno Cabezas (jefe de la 2ª Línea en Carboneras/San Roque de la 4ª Compañía de La Atunara/La Línea de la Concepción/Cádiz), José Sánchez Romero-Sánchez (jefe de la 1ª Línea en Río Manilva/Málaga de la 4ª Compañía de La Atunara/La Línea de la Concepción/Cádiz), Juan Sánchez Sánchez-Ruano (jefe de la 2ª línea en Bolonia de la 7ª Compañía de Tarifa/Cádiz), Francisco Rodríguez Cano (plana mayor de la 5ª Compañía de La Línea de la Concepción/Cádiz), José Tejada Carrión (Gaucín/Málaga), Tomás Holgado Peral (jefe de la 1ª Línea en Puente Mayorga/San Roque de la 5ª Compañía de La Línea de la Concepción/Cádiz) y Antonio Daza Gutiérrez (Barbate/Cádiz). 

Respecto a los sargentos del antiguo Cuerpo de Carabineros, eran por antigüedad, José Díaz Atienza (Río Manilva/Málaga), Eduardo González Oyarzábal (La Línea de la Concepción/Cádiz), Matías Montes Campos (Carboneras/San Roque/Cádiz), Rodrigo Cañamaque Sánchez (San Luis de Sabinillas/Manilva/Málaga), Francisco Freniche Sánchez (Espigón/La Línea de la Concepción/Cádiz), José Blasco Fontanal (Atunara/La Línea de la Concepción/Cádiz), Urbano López Márquez (Paredones/Algeciras/Cádiz), Eduardo Romero Macías (Oliveros/Tarifa/Cádiz), José Vargas Guerrero (Algeciras/Cádiz), José Saura Rodríguez (Las Barcas/Algeciras/Cádiz), Manuel Jiménez Ramírez (Palmones/Los Barrios/Cádiz), Ignacio Sanz Ruiz (Guadarranque/San Roque/Cádiz), Pedro Estévez Sánchez (Torreguadiaro/San Roque/Cádiz), Francisco Lucía India (Cachón de Jimena/La Línea de la Concepción/Cádiz), Juan González Ramírez (Guadalmesí/Tarifa/Cádiz), Rafael Guerrero Rebollo (Algeciras/Cádiz), Blas Bermeli Expósito (San García/Algeciras/Cádiz), Nicanor González Díez (Conil de la Frontera/Cádiz) y José Cruz Pinto (Los Lances/Tarifa/Cádiz). 

En relación a los cabos que procedían de la Guardia Civil, cuya pertenencia a la Benemérita era anterior a la mentada ley de 15 de marzo de 1940, y se encontraban destinados en noviembre de 1944 en la nueva comandancia campogibraltareña, hay que significar diversas y muy singulares circunstancias. 

De hecho, constituye un significativo ejemplo práctico más, de lo complicada que fue la integración en un mismo Cuerpo, de quienes con anterioridad a dicha ley, procedían tanto de Carabineros como de la Guardia Civil. Por tal motivo fue necesaria la orden del Ministerio del Ejército de fecha 14 de octubre de 1944.

No fue desde luego una integración sencilla. Resultó que en cumplimiento de la citada ley se había establecido en la orden del Ministerio del Ejército de 27 de mayo de 1944, “que los cabos promovidos a este empleo con posterioridad a la citada ley, constituirían un escalafón único, quedando subsistente en cambio, el escalafonamiento independiente de los restantes cabos y de los suboficiales de los antiguos Institutos de la Guardia Civil y Carabineros.”

Pero por otra parte, existía “gran número de vacantes de sargentos en el escalafón independiente de Carabineros (hoy Costas-Fronteras) que por falta de cabos de dicha procedencia habrían de ser cubiertas con cabos del escalafón único, quienes obtendrían así el ascenso a sargento, con notoria injusticia, antes que los cabos más antiguos que aún existen en el escalafón independiente de la Guardia Civil (rurales-móviles).”

Dicha anomalía, “podría igualmente producirse, de no remediarla, en un porvenir más o menos remoto, con relación a otros empleos superiores”. Es por ello que, “para evitarla y acelerar la unificación conforme al espíritu de la ley de 15 de marzo de 1940”, el entonces ministro del Ejército, general de división Carlos Asensio Cabanillas, dispuso en la mentada orden de 14 de octubre de 1944, que cuando se extinguieran los cabos de uno de los escalafones independientes (Carabineros y Guardia Civil antes de la entrada en vigor de la ley de 15 de marzo de 1940), todos los cabos del otro se colocarían a la cabeza del escalafón único y ascenderían a sargentos del escalafón único en las vacantes de este empleo que se produjeran, “tanto en su escalafón de procedencia como en el otro escalón independiente”.

Es bastante significativo que de los 875 cabos de Infantería de la Guardia Civil (Rurales y Móviles), cuyos datos constaban en el mentado “Escalafón General” de noviembre de 1944 y que habían alcanzado dicho empleo con antigüedad anterior a la entrada en vigor de la ley citada, sólo se hallaba destinado en la mentada 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras), un único cabo. 

Se trataba de Miguel Borrego Domínguez, destinado en Ronda. Éste procedía a su vez, según el “Escalafón de Suboficiales y Cabos”, editado en 1943, por el Negociado Segundo de la Sección de Personal de la Dirección General de la Guardia Civil, del mismo destino pero encuadrado en la entonces ya desaparecida 116ª Comandancia Rural de la Guardia Civil (Málaga). 

Era por lo tanto el único cabo de dicha procedencia, a quien comprendía la mentada orden del Ministerio del Ejército de 14 de octubre de 1944, así como la norma 1ª de la Orden General de la Guardia Civil núm. 28, de 31 de dicho mes y año, destinado en la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras).

(Continuará).



domingo, 25 de agosto de 2024

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCXXXV). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (19).


Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 5 de agosto de 2024, pág. 9.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.


 

En el artículo de la semana pasada se citaban los jefes y oficiales destinados en mayo de 1944 en la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras), la cual, excepcionalmente, estaba dotada de diez compañías enclavadas en las provincias de Cádiz y Málaga. Su importante extensión geográfica por lo tanto era muy superior a lo que desde el año 1965 conocemos como el Campo de Gibraltar, ya que la evolución de la Segunda Guerra Mundial así lo requirió. 

Ahora es necesario mencionar a los suboficiales y cabos de dicha comandancia, muchos de los cuales fueron entonces los comandantes de los puestos territoriales desplegados en ambas provincias. Nunca antes, ni después, la comandancia campogibraltareña tuvo semejante despliegue, el cual se mantendría hasta 1948.

También hay que precisar que en dicha comandancia, mandada por el teniente coronel Manuel Sanmartín Rives, el mayor porcentaje de cuadros de mando, tanto jefes, oficiales, como suboficiales y cabos, procedían del desaparecido Cuerpo de Carabineros que había sido absorbido tras la aplicación de la ley de 15 de marzo de 1940, por el de la Guardia Civil. De hecho, en esta comarca más que en ninguna otra, no puede entenderse ni explicarse la razón de ser y estar de la actual Benemérita, si no se asume aquella histórica institución de Carabineros que nació para combatir el contrabando y ser el resguardo fiscal del Estado.

Tampoco, centrándonos ya en España durante ese periodo de la Segunda Guerra Mundial, hay que olvidar que fue necesario anexionar y encuadrar unidades en la nueva comandancia campogibraltareña que hasta entonces habían estado ubicadas en las Comandancias de la Guardia Civil de Cádiz y Málaga, incluidas las procedentes del desaparecido Cuerpo de Carabineros. Es decir, las antiguas 216ª Comandancia Rural (Cádiz) y 234ª Comandancia de Costas (Cádiz), reconvertidas desde el 1 de marzo de 1944, en buena parte, en la nueva 237ª Comandancia Mixta (Cádiz), así como las antiguas 116ª Comandancia Rural (Málaga) y 133ª Comandancia de Costas (Málaga), reconvertidas, también en buena parte, en la nueva 137ª Comandancia Mixta (Málaga). Recordar que las dos nuevas comandancias citadas, junto a la 337ª Comandancia Mixta (Algeciras), habían pasado a encuadrarse en el nuevo 37º Tercio Mixto (Málaga). 

Al igual que poco antes había sucedido con los jefes y oficiales de la “nueva” Benemérita, se publicó en noviembre de 1944 por el Negociado 2º de la Sección de Personal de la Dirección General de la Guardia Civil, el “Escalafón Oficial”, editado por el Taller-Imprenta de Artes Gráficas de Huérfanos de la Guardia Civil, “de Brigadas, Sargentos, Cabos, Guardias elegibles para Cabos del Cuerpo de la Guardia Civil, y destinados en el C.A.S.E. que presta servicio en las diferentes Unidades del Cuerpo”.

Lo mismo que ocurrió con los jefes y oficiales procedentes del antiguo Cuerpo de Carabineros, tras la entrada en vigor de la mentada ley de 1940, sucedió también a sus suboficiales y cabos, encuadrándoles en unidades de costas y fronteras, mientras que los procedentes originariamente de la Guardia Civil fueron destinados a unidades rurales y móviles.

También es importante recordar, expuesta en un capítulo anterior, la ley de 25 de septiembre de 1941, por la que se dispuso la fusión, en una sola escala, de las de Infantería y Caballería, de los suboficiales y cabos existentes hasta entonces en la Benemérita. No obstante, como también seguía en vigor la ley de 24 de julio de 1918, que estableció “la separación de las escalas de la Guardia Civil en dos Armas: Infantería y Caballería”, se decidió que continuaran existiendo separadamente si bien se declaró a extinguir la de Caballería.

A partir de la entrada en vigor de la citada ley de 1941, los guardias civiles que ascendieron a cabos ingresaron en una escala única, sin distinción de procedencia de Infantería o Caballería. Respecto a los brigadas, sargentos y cabos que entonces pertenecían a Caballería, se dispuso que pudieran “prestar servicio en Unidades que no sean montadas”. Es decir, comenzó entonces en la Guardia Civil la desaparición de la mentada escala de Caballería.

Centrándonos ya en el Campo de Gibraltar, hay que significar que en el citado escalafón de noviembre de 1944 sólo figuraba entre los 126 brigadas de Infantería y los 31 de Caballería de la Guardia Civil, ascendidos a dicho empleo antes de la entrada en vigor de la mentada ley de 1941 y procedentes del Cuerpo fundado por el duque de Ahumada, un único suboficial perteneciente entonces a la nueva 337ª Comandancia Mixta (Algeciras).

Se trataba de José Castro Navarro, brigada desde octubre de 1940 y comandante de puesto en Vejer de la Frontera. Hasta el 1 de marzo de 1944 dicha unidad estaba encuadrada en la 216ª Comandancia Rural (Cádiz), pasando a partir de entonces a formar parte de la nueva comandancia campogibraltareña, haciéndose así constar en el mentado escalafón de 1944.

El resto de brigadas de Infantería pertenecientes igualmente a la nueva 337ª Comandancia Mixta (Algeciras), procedentes de la Guardia Civil antes de la absorción del Cuerpo de Carabineros pero ascendidos tras la entrada en vigor de la citada ley de 1941, eran Rafael Ródenas López (Jimena de la Frontera/Cádiz) y José Armiñana Pérez (Alcalá de los Gazules/Cádiz). 

También, según el citado escalafón de 1944, estaban destinados en la nueva comandancia campogibraltareña, pero pendientes de asignación de destino interno concreto, los brigadas de Infantería Antonio Noguera Cano (procedente por ascenso de la 200ª Comandancia Exenta de Ceuta), Luis Cañón Pedrero (nacido en San Roque, anteriormente había sido sargento de Caballería y comandante de puesto en La Almoraima, ubicado en el término municipal de Castellar de la Frontera, que perteneció al escuadrón de Caballería del entonces 16º Tercio cuya cabecera estuvo ubicada en la ciudad de Cádiz), Ángel Arévalo García (procedente por ascenso de la entonces 118ª Comandacia Rural de Córdoba) y Pedro Durán Rivero (procedente por ascenso de la entonces 211ª Comandancia Rural de Cáceres).

Como sargentos de Infantería de la nueva comandancia campogibraltareña, igualmente procedentes de la Guardia Civil con anterioridad a la mentada ley de 1940, se encontraban Pedro Salvo Pérez (al mando del puesto de Algeciras/Cádiz y superviviente del ataque anarquista a la casa-cuartel de Casas Viejas/Cádiz en enero de 1933) así como Domingo Vera Fernández (al mando del puesto de San Roque/Cádiz).

El resto de sargentos de dicha comandancia, igualmente procedentes de la Guardia Civil, habían ascendido a dicho empleo con posterioridad a la entrada en vigor de la mentada ley de 1941, tratándose de Juan Navarro Mayo (Casares/Málaga), Juan Sánchez Barea (Alcalá de los Gazules/Cádiz), Manuel Quintana Sánchez (Cortes de la Frontera/Málaga), Mariano Sánchez Martín (Jimena de la Frontera/Cádiz), Marcelino Manzaneque Gómez (Buceite/Jimena de la Frontera/Cádiz), Antonio Prieto Flores (Los Barrios/Cádiz), José Corbacho Franco (San Roque/Cádiz) y José Rodríguez Pérez-Palomo (Buceite/Jimena de la Frontera/Cádiz).

Continuando con los suboficiales de la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras), que figuran en el mentado “Escalafón General” de noviembre de 1944, es muy importante, dado además su número mucho mayor, citar a los procedentes del antiguo Cuerpo de Carabineros así como sus destinos, ahora todos pertenecientes a la Benemérita.

(Continuará).

 

jueves, 22 de agosto de 2024

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCXXXIV) LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (18)


Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 29 de julio de 2024, pág. 12.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.



 

Una vez nombrados y publicados en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército que el jefe de la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras) era el teniente coronel Manuel Sanmartín Rives (procedente de Carabineros) así como que sus comandantes eran Ignacio Molina Pérez (procedente de Carabineros) y Juan del Río Fernández (procedente de la Guardia Civil), es importante citar a sus oficiales, suboficiales y cabos comandantes de puesto en aquel aciago año de 1944.

Para ello hay que partir primero de la “Escaleta de Generales, Jefes y Oficiales en 1º de mayo de 1944”, publicada por el madrileño Taller-Escuela de Artes Gráficas de Huérfanos de la Guardia Civil y donde se advertía que cualquier error que se observase fuera comunicado para su futura subsanación al jefe del Parque Móvil del Cuerpo en Madrid, teniente coronel Juan de la Peña Caballero. 

Hay que recordar que la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras) había crecido y adaptado a la nueva dimensión de mando que tenía el gobernador militar del Campo de Gibraltar. También hay que tener presente que se había sobredimensionado su demarcación territorial debido a la situación planteada como consecuencia de la evolución que estaba tomando la Segunda Guerra Mundial. 

Por decreto de 11 de julio de 1941 se había nombrado al entonces general de brigada Fernando Barrón Ortíz, procedente del Arma de Caballería, como jefe de la División núm. 22 y gobernador militar del Campo de Gibraltar, siendo promovido al empleo de general de división por otro decreto de 18 de junio del año siguiente y continuando al frente de ambos destinos. Sin embargo, por otro decreto de 24 de septiembre de 1943, se le nombró, en comisión, y en Madrid, subsecretario del Ministerio del Ejército, pero continuando ejerciendo también y expresamente los cargos citados anteriormente. No hay que olvidar que se estaba librando la Segunda Guerra Mundial y que teníamos en nuestra demarcación la colonia británica de el Peñón, con todo lo que ello implicaba. Que desempeñase simultáneamente todos esos cargos, en Madrid y en Algeciras, no fue ni un hecho fortuito ni una casualidad.

Por lo tanto, los desempeñó conjuntamente hasta que por decreto de 8 de julio de 1944 fue confirmado en el citado cargo de subsecretario y cesado expresamente en los mandos citados del Campo de Gibraltar. Mientras tanto, los Aliados habían comenzado a desembarcar el 6 de junio anterior en las playas francesas de Normandía y su avance estaba siendo  imparable. A su vez, y por decreto de misma fecha que el nuevo destino del general Barrón, sería nombrado para desempeñar esos mismos cometidos en Algeciras, el general de división Eduardo Sáenz de Buruaga Polanco.

Prosiguiendo con nuestro relato hay que precisar que los oficiales destinados inicialmente en aquella nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras), suma parcial de todas las comandancias gaditanas y malagueñas citadas en el capítulo anterior, procedían en su mayor parte del antiguo Cuerpo de Carabineros, si bien también los había pertenecientes desde su ingreso, a la Benemérita. 

Procedentes de esta última estaban entonces los capitanes Domingo Oliva Quirós (Algeciras), Francisco Lafuente Gonzalo (Ronda) y Antonio Martínez Martínez (Jimena de la Frontera), así como los tenientes Juan Casillas Aguilera (Ronda), Juan Sánchez Vergara (Cortes de la Frontera) y Juan Cruz Martínez Otaola (Casares). También figuraba en Algeciras, si bien en la situación militar de “disponible”, el teniente Ángel Pérez González, así como igualmente en dicha Comandancia, el teniente Antonio Liñán Bernal, recién ascendido pero sin destino todavía.

Procedentes del antiguo Cuerpo de Carabineros, y prestando servicio activo en dicha 337ª Comandancia Mixta (Algeciras), estaban los capitanes Manuel López Benítez (Atunara),  Manuel Roza Gálvez (Algeciras), Antonio Ciro Morcillo (Ronda), José Gallego Bregante (Algeciras), Ángel Gil Sánchez (Barbate), Dámaso González Sáchez (La Línea de la Concepción) y José González Cantón (Tarifa). Igualmente figuraban destinados en dicha Comandancia los tenientes Arturo Santano Armida (La Línea de la Concepción), Francisco Parralo González (Algeciras), Crisanto Alcocébar Delplán (Jimena de la Frontera), Miguel Trujillano Iglesias (Manilva), Ángel del Yelmo Gamino (Cortes de la Frontera), Nicolás Bozal Bernal (Tarifa), Facundo Elvira Parpal (Carbonera), Francisco Martínez García (San García), Manuel Martín Hernández (Cañada Peral) y Crescencio Torés Pérez, que acababa de ascender si bien, aunque encuadrado en la mentada 337ª Comandancia Mixta, no le figuraba todavía destino alguno en la citada escaleta de 1º de mayo de 1944. También se ha observado el error en dicha documento que figura el teniente Santos Reguera Baguer con residencia en Palma de Mallorca cuando realmente se trataba de Santos Rivera Baguer, destinado realmente en la mentada 337ª Comandancia Mixta (Algeciras).

Llama también la atención que al final de dicha escaleta figura una extensa relación de más de noventa generales, jefes y oficiales (en su inmensa mayoría capitanes y tenientes), que hasta fin de diciembre de 1944, y en el día que se indicaba, cesarían, por razón de edad, en la situación de activo, pasando entonces a la de reserva o retirado. Es significativo que ni uno de ellos estaba destinado en la 337ª Comandancia Mixta (Algeciras), pero en cambio varios de ellos se encontraban en la 137ª Comandancia Mixta (Málaga) y 237ª Comandancia Mixta (Cádiz). 

La vida profesional y personal en aquella extensa comandancia, realmente más que campogibraltareña, era en esa época, así como en las anteriores y posteriores, muy dura y salvo algunas muy contadas excepciones, la mayor parte de sus componentes, cuando cumplía el periodo que estaba obligado a estar, solicitaba cambio de destino. 

No hay que olvidar, y es buen ejemplo de ello, que tal y como se relató en su momento, de las 31 Comandancias que tenía en 1908 el Cuerpo de Carabineros, la de Algeciras, junto a las de Estepona, Málaga y Mallorca, así como la primera línea de la de Cádiz, primera y segunda compañía de la de Gerona, la compañía del Bidasoa en la de Guipúzcoa, la cuarta compañía de Huelva y la primera de Lérida, estaban consideradas, como de “servicio de fatiga”. Las penalidades que se sufrían durante la prestación del servicio eran tales, que transcurrido cierto tiempo, sus componentes tenían derecho preferente en las solicitudes de traslados a otros destinos.

Tampoco debe olvidarse la Circular núm. 158, de 12 de noviembre de 1931, citada también en su momento y dictada por la entonces Dirección General de Carabineros, sobre traslados de las clases e individuos de tropa de dicho Instituto, incluidas las matronas. En ella se disponía que todos, incluidas ellas, al cumplir un año de servicio en las Comandancias de Algeciras (excepto el personal de Ceuta que entonces estaba encuadrado en la comandancia campogibraltareña), Barcelona, primera línea de Estepona, Figueras, Ripoll, Valencia y compañía de la ría del Bidasoa en Guipúzcoa, “descontando el que permanezcan con licencia, permiso y de baja por enfermo”, podían solicitar traslado a cualquier otra Comandancia, “y hasta ocho”, lo mismo que los jefes y oficiales. 

La principal diferencia en 1944 era que estar destinado en la comandancia campogibraltareña, al contrario que en el pasado, no constituía privilegio ni prioridad alguna para pasar destinado a otra comandancia.

(Continuará).


domingo, 18 de agosto de 2024

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCXXXIII). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (17).



Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 22 de julio de 2024, pág. 12.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.

 



Por una u otra razón no siempre se cuenta la historia de las cosas como realmente fueron. Y nuestro Campo de Gibraltar, que tuvo en su histórico haber diferentes composiciones y extensiones, es uno de esos lugares sobre los que tanto queda por aprender y saber. 

Tal y como se viene exponiendo, ahora nos situamos dos décadas antes de que entrase en vigor el Decreto 3.223/1965, de 28 de octubre, que configuró la Comarca del Campo de Gibraltar con los términos municipales de Algeciras, San Roque, La Línea de la Concepción, Los Barrios, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera y Tarifa. Muy posteriormente, como ya se dijo, por Decreto 181/2018, de 2 de octubre, se aprobó la creación del municipio de San Martín del Tesorillo, por segregación de Jimena de la Frontera.

En los dos capítulos anteriores se ha expuesto resumidamente la configuración de las diez compañías territoriales mandadas por capitanes y las diecinueve secciones mandadas por tenientes, tanto en la provincia de Cádiz como en la de Málaga. Por supuesto hubo algunas secciones mandadas por suboficiales, concretamente entonces con el empleo de brigada, y por supuesto un número muy superior de puestos de la Guardia Civil. 

No hay que olvidar que las unidades del antiguo Cuerpo de Carabineros habían pasado a integrarse en el de la Guardia Civil y que como consecuencia de la evolución de la Segunda Guerra Mundial, concretamente a partir del 1 de marzo de 1944, la hasta entonces 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras), antigua 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras), se había visto ampliada y fortalecida con unidades territoriales que hasta entonces había estado encuadradas en la 216ª Comandancia Rural de la Guardia Civil (Cádiz), en la 234ª Comandancia de Costas (Cádiz) que era la heredera de la antigua 11ª Comandancia de Carabineros (Cádiz), así como en la 116ª Comandancia Rural (Málaga) y en la 333ª Comandancia de Costas (Málaga), heredera de la antigua 9ª Comandancia de Carabineros (Málaga). Todo ello había dado lugar a la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras).

Como jefe de dicha unidad fue nombrado el teniente coronel Manuel Sanmartín Rives, titular hasta entonces de la mentada 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras), siendo sus dos comandantes, conforme la “Escaleta de Generales, Jefes y Oficiales en 1º de mayo de 1944”, Ignacio Molina Pérez y Juan del Río Fernández. De éstos, el primero procedía del Cuerpo de Carabineros y el segundo del de la Guardia Civil. 

Hay que significar que de Molina, del cual se han reproducido sus fotografías en capítulos anteriores, se podría escribir un libro muy interesante, en especial para la historia del Campo de Gibraltar en las décadas de los años 30 y 40 del siglo XX, y no sólo de los dos Cuerpos beneméritos a los que perteneció. También sería interesante tratar la ayuda que prestó a algunas familias judias de otros países de la Europa continental para que pudieran entrar en la colonia británica de Gibraltar. 

El comandante Molina había nacido el 31 de julio de 1897 en la cercana población malagueña de Casares. Cursó sus estudios militares en la Academia de Infantería ubicada en el alcazar de Toledo, perteneciendo a la promoción que ingresó el 27 de abril de 1916. Obtuvo el empleo de alférez con antigüedad del 27 de junio de 1919 y tras finalizar sus estudios castrenses fue destinado al Regimiento de Infantería Extremadura núm. 15, donde permaneció hasta fin de mayo de 1922. El día 17 de dicho mes contrajo matrimonio canónico en Algeciras con la joven Ramona López Riquelme, natural de dicha ciudad.

Tras prestar activo servicio en las Campañas de Marruecos y estando destinado en el Batallón de Cazadores de Figueras núm. 6, fue destinado por real orden de 5 de junio de 1923 al Instituto de Carabineros. Causó alta en la revista del mes siguiente en la Comandancia de Málaga, si bien, a partir de octubre de ese mismo año, salvo el breve periodo acaecido entre abril y noviembre de 1934, que prestó servicio en la Comandancia de Huesca, estuvo destinado en la Comandancia de Algeciras en diferentes empleos y destinos.

Como su biografía militar sería larga de relatar y su historia merecería un libro, decir tan sólo que comenzó el año 1944 como segundo jefe de la todavía 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras). Pero es que además, y ello era inusual, era el jefe del “Destacamento Algeciras-Málaga” de la 2ª Sección Bis del Estado Mayor Central del Ejército y jefe de la Secretaría de Información del Gobierno Militar del Campo de Gibraltar. Es decir, era el responsable en la Comarca de lo que hoy día llamaríamos inteligencia militar.

Como hecho curioso, y no suficientemente aclarado, a pesar de que llevaba tiempo desempeñando esos tres cometidos, hay que decir que fue destinado el 28 de febrero de dicho año, por orden del general de división Carlos Asensio Cabanillas, ministro del Ejército, “en concepto de forzoso a la Plana Mayor del 21 Tercio de Fronteras (Cáceres)”. Se ignoran las razones reales de dicha disposición, dados los cometidos tan singulares que dicho comandante venía desempeñando así como su profundo conocimiento del Campo de Gibraltar. Conocía muy bien, y tenía buenos contactos desde su etapa en el Cuerpo de Carabineros, en la colonia británica asentada en el Peñón, máxime cuando se estaba librando la Segunda Guerra Mundial y se iba a potenciar el despliegue defensivo militar español. No parecía lógico dicho cambio de destino, salvo razones desconocidas.

El caso es que en dicha orden ministerial, “como consecuencia de la reorganización dada al Cuerpo de la Guardia Civil”, que supuso a partir del 1 de marzo de 1944, entre otras cosas, el acoplamiento definitivo de las antiguas comandancias de Carabineros, a excepción de la de Algeciras, fueron destinados numerosos jefes y oficiales procedentes de ambos Institutos. Entre ellos, además del también mentado comandante del Río, que fue destinado con carácter forzoso a la comandancia campogibraltareña, se encontraba en idéntica situación el ya citado comandante Molina, pero a Extremadura. 

Esto no parecía en principio lógico, pero no por su destino en la Comandancia de Algeciras, donde era el oficial que más tiempo llevaba destinado en tres empleos diferentes, sino por la responsabilidad que ostentaba al frente de la inteligencia militar del Ejército en el Campo de Gibraltar. Se estaba en plena Segunda Guerra Mundial y la situación internacional no era precisamente buena para España.

La sorprendente decisión, tal vez no para la Dirección General de la Guardia Civil, pero sí para el subsecretario, en comisión, del Ministerio del Ejército, y gobernador militar del Campo de Gibraltar, general de división Fernando Barrón Ortiz, fue modificada el 3 de marzo siguiente. El ministro firmó otra orden, publicada al día siguiente en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército, relativa al comandante Molina: “se rectifica en el sentido de que su destino es a la 337ª Comandancia mixta, en comisión, forzoso”. Se había reorganizado la Comandancia de Algeciras y Molina continuaría desempeñando los antiguos cometidos encomendados.

(Continuará).

 

lunes, 12 de agosto de 2024

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCXXXII). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (16).



Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 15 de julio de 2024, pág. 14.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.


 

No es posible relatar una parte de la historia contemporánea del Campo de Gibraltar sin hacer expresa referencia a su gobierno militar, sus unidades militares y en especial las Comandancias de Carabineros y de la Guardia Civil, que entonces dependían del general gobernador militar.

Tal y como se mencionó en el anterior capítulo, con los antiguos miembros del Cuerpo de Carabineros ya perfectamente integrados en el Cuerpo de la Guardia Civil, que se vio con ello renovado y fortalecido, comenzó el 1º de marzo de 1944 la 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras).

Ésta comenzó sus primeros pasos en un contexto histórico muy diferente de su antecesora, la breve 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras), que básicamente había nacido como consecuencia del desarrollo de la Ley de 15 de marzo de 1940, al reconvertir la antigua 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras). 

Es importante no olvidar, por complicado que parezca, que la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras) integró también, pero no únicamente, la antigua 2ª Compañía (Algeciras) de la Comandancia de la Guardia Civil (Cádiz), reconvertida en el año 1941 en la 216ª Comandancia Rural de la Guardia Civil (Cádiz).

La Segunda Guerra Mundial, y su evolución en beneficio de los Aliados, tuvo un innegable peso específico en la reorganización militar española del Campo de Gibraltar. Una de sus consecuencias directas fue la necesidad de organizar y poner en funcionamiento en 1944 la mentada 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras). Ésta se forjó con todas las fuerzas de la Guardia Civil existentes en el Campo de Gibraltar, pertenecientes a las dos comandancias citadas, más las que hubo que anexionar de las Comandancias de la Guardia Civil de Cádiz y Málaga que se habían creado en 1941, tras la absorción del Cuerpo de Carabineros. 

Nunca antes, ni después, la Comandancia de la Guardia Civil del Campo de Gibraltar tuvo tan extensa demarcación. Ello fue debido a la necesidad de extender la acción de mando del gobernador militar asentado en Algeciras.

El Campo de Gibraltar, desde que a principios del siglo XVIII se había producido la usurpación e ilegítima ocupación militar británica del Peñón de Gibraltar, había ido evolucionando a lo largo del tiempo, así como la competencia y responsabilidad de su comandante general, reconvertido con el paso del tiempo a la figura del gobernador militar.

La evolución militar de la Segunda Guerra Mundial en la zona del Estrecho de Gibraltar obligó temporalmente a readaptar el despliegue militar español existente así como el propio espacio de responsabilidad del mentado gobernador militar.

En el ámbito de la Benemérita se produjeron durante ese periodo una serie de cambios estructurales y organizativos importantes que tuvieron su mayor expresión operativa en la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras). 

Así, fueron integradas en la nueva unidad de la Benemérita, que comenzó a ser oficialmente operativa el 1 de marzo de 1944, la citada 134ª Comandancia de Costas (Algeciras) y diversas unidades territoriales de la mentada 216ª Comandancia Rural (Cádiz) y de la 234ª Comandancia de Costas (Cádiz), heredera de la antigua 11ª Comandancia de Carabineros (Cádiz); así como de la 116ª Comandancia Rural (Málaga) y de la 333ª Comandancia de Costas (Málaga), heredera de la antigua 9ª Comandancia de Carabineros (Málaga).

De esta forma, y por las necesidades surgidas como consecuencia de la evolución de la Segunda Guerra Mundial en la zona del Estrecho de Gibraltar, la organización de la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras), publicada en su escalafón oficial de 1944, quedó estructurada en las diez compañías citadas en el artículo anterior, desplegadas en buena parte de las provincias de Cádiz y de Málaga. Esa decena de unidades estaban mandadas por capitanes y estaban integradas por las siguientes cabeceras de sección, a cuyo frente se encontraban oficiales subalternos:

1ª Compañía Rural (Algeciras), con secciones en Algeciras y La Línea de la Concepción; 2ª Compañía Rural (Ronda), con secciones en Ronda y Cortes de la Frontera; 3ª Compañía Rural (Jimena de la Frontera), con sección en Casares; 4ª Compañía de Costas (Atunara), con secciones en Río Manilva y Carboneras; 5ª Compañía de Costas (La Línea de la Concepción), con secciones en Puente Mayorga y Palmones; 6ª Compañía de Costas (Algeciras), con secciones en San García y Cañada Peral; 7ª Compañía de Costas (Tarifa), con secciones en Tarifa y Bolonia;  8ª Compañía de Costas (Barbate), con secciones en Barbate y Conil de la Frontera; 9ª Compañía de Especialistas (Algeciras), con secciones en Algeciras (puerto) y La Línea de la Concepción (en la aduana con la colonia británica de Gibraltar); y 10ª Compañía de Especialistas (Ronda), con secciones en Cortes de la Frontera y Jimena de la Frontera. 

Es importantente recordar que dichas secciones se referían sólo a las que se hallaban consignadas el mando de sus residencias a los tenientes, no figurando por lo tanto aquellas unidades de dicha entidad cuyo mando titular correspondía a suboficiales, concretamente a brigadas. Todas las “secciones” de la nueva 337ª Comandancia Mixta (Algeciras), pues temporalmente como consecuencia de la absorción del Cuerpo de Carabineros se había abandonado el concepto de “línea”, propio de la Guardia Civil, estaban integradas a su vez por los correspondientes puestos territoriales u orgánicos cuyos comandantes eran suboficiales y cabos, procedentes de las antiguas comandancias citadas. 

En el escalafón del Cuerpo, mandado por el entonces general de división del Ejército Camilo Alonso Vega, siendo subdirector general el general de división de la Guardia Civil Pedro Romero Basart, correspondiente al 1º de mayo de 1944, figuraban como jefe de la 1ª Zona (Sevilla) el general de brigada Joaquín García de Diego, como jefe del 37ª Tercio Mixto (Málaga) el coronel Andrés García Pérez, y como jefes de la 137ª Comandancia Mixta (Málaga), 237ª Comandancia Mixta (Cádiz) y 337ª Comandancia Mixta (Algeciras), los tenientes coroneles Francisco Rodríguez de Hinojosa, Federico Montero Lozano y Manuel Sanmartín Rives. De todos ellos, sólo el jefe de la comandancia campogibraltareña, procedía del desaparecido Cuerpo de Carabineros. Y así sería durante muchos años más.

En cambio, respecto al resto de empleos subordinados, dada la conjunción territorial de las antiguas comandancias de los Cuerpos de Carabineros y de la Guardia Civil que se había llevado definitivamente a cabo, a partir de 1944, el resto de jefes y oficiales de la 337ª Comandancia Mixta (Algeciras) procedían de ambos Cuerpos. Todo ello sin perjuicio de los de nuevo ingreso que seguirían procediendo de las Armas de Infantería y Caballería del Ejército, hasta que en la década siguiente, tal y como se expondrá oportunamente, se añadieran también los nuevos tenientes procedentes de la nueva Academia Especial de la Guardia Civil (Madrid). 

En el mentado escalafón de 1944 los comandantes de esta Comandancia eran Juan del Río Fernández e Ignacio Molina Pérez, procediendo el primero de la Guardia Civil y el segundo de Carabineros. Algunas de las vicisitudes de éste último fueron citadas en artículos anteriores pues, durante la guerra civil y la Segunda Guerra Mundial, había desempeñado cometidos especiales respecto a la colonia británica de Gibraltar.

(Continuará).

 

 

jueves, 1 de agosto de 2024

LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCXXXI). LA REORGANIZACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL (15).



Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "EUROPA SUR" el 8 de julio de 2024, pág. 10.


El original está ilustrado con una fotografía en blanco y negro.


  

El 1º de marzo de 1944 la primera comandancia benemérita del Campo de Gibraltar, nacida tres años antes, es decir, la 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras), procedente de la antigua 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras), incluidas sus matronas, que fueron las primeras mujeres en vestir el uniforme del Cuerpo, se transformó en la 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras). 

No fue un mero cambio de denominación, enmarcado en una novedosa normativa  de ámbito nacional, sino que fue fruto de una importante reorganización que lamentablemente apenas ha sido debidamente tratada por nuestra historiografía comarcal y provincial.

Hoy día la demarcación territorial en vigor de nuestra Comarca del Campo de Gibraltar fue definida inicialmente en el Decreto 3.223/1965, de 28 de octubre, publicado en el Boletín Oficial del Estado el 12 de noviembre siguiente. Quedó entonces integrada por los términos municipales de Algeciras, San Roque, La Línea de la Concepción, Los Barrios, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera y Tarifa. Muy posteriormente, transcurrido más de medio siglo, por Decreto 181/2018, de 2 de octubre, dimanante de la Junta de Andalucía, publicado en el BOE el 23 de enero del año siguiente, se aprobó la creación del municipio de San Martín del Tesorillo, por segregación del término municipal de Jimena de la Frontera.

Pero todo ello no fue siempre así. Remontándonos sólo al siglo XX, pues se podría escribir mucho más, hay que significar que por real decreto de 2 de noviembre de 1904, publicado diez días más tarde en la Gaceta de Madrid, se transformó la entonces comandancia general del Campo de Gibraltar, en el nuevo gobierno militar del Campo de Gibraltar. Estableció su jurisdicción territorial sobre los municipios gaditanos de Jimena de la Frontera, Castellar de la Frontera, Los Barrios, San Roque, La Línea de la Concepción, Algeciras, Tarifa, Vejer de la Frontera (con toda la laguna de la Janda incluido Barbate que entonces era una de sus pedanías) y Alcalá de los Gazules, así como los malagueños de Ronda, Arriate, Montejaque, Benaoján, Jimena de Líbar, Cortes de la Frontera y Gaucín.

Tras proclamarse la Segunda República, el decreto de 29 de abril de 1931, publicado al día siguiente en la Gaceta de Madrid, derogó el real decreto de 21 de septiembre de 1880 que concedía atribuciones gubernativas al comandante general del Campo de Gibraltar, ya “que han originado constantes rozamientos entre las autoridades civiles y la militar y disgusto contínuo entre los ciudadanos habitantes en dicha región”. 

Finalizada nuestra trágica guerra civil se restituyó por decreto de 17 de agosto de 1939, publicado al día siguiente en el BOE, “para bien del servicio e interés nacional”, al cargo de gobernador militar del Campo de Gibraltar, que la Segunda República había suprimido, la dirección de todos los servicios de “Vigilancia, Policía y Orden Público”, así como las atribuciones propias de los jefes de Hacienda sobre las “Fuerzas de los Resguardos de Mar y Tierra”, en cuanto se refería a la represión del fraude y el contrabando, “ya que la experiencia enseña, dada la característica especial de aquella Zona, que deben quedar bajo una sola Autoridad”. Pero su jurisdicción territorial quedó limitada a los partidos judiciales de Algeciras y San Roque.

Ahora, en la época objeto del presente artículo, cuando se estaba desarrollando la Segunda Guerra Mundial, el decreto de 24 de julio de 1942, publicado el día 6 del mes siguiente en el BOE, había restituido por “razones del mejor servicio”, la antigua delimitación territorial establecida en el citado real decreto de 1904, pero ampliándose con el término municipal gaditano de Conil de la Frontera y los malagueños de Casares y Manilva. Igualmente se le otorgó al gobernador militar del Campo de Gibraltar, sobre todos esos términos municipales, las mismas facultades que en relación con los servicios de “Orden Público, Vigilancia y Policía”, asignaba el mentado real decreto de 21 de septiembre de 1880, y las que sobre las “Fuerzas de los Resguardos de Mar y Tierra”, determinaba la real orden de 21 de diciembre de 1877.

Sin perjuicio del mentado decreto de 1942, mediante el cual se había ampliado la especial jurisdicción gubernativa del gobernador militar del Campo de Gibraltar, se adoptó el 21 de diciembre de 1943 el nuevo despliegue territorial de la hasta entonces 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras) que pasó a convertirse en la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras). Esa nueva reorganización, cuyo fin principal era asumir a nivel nacional, definitiva y corporativamante, la integración que se había llevado a cabo del antiguo Cuerpo de Carabineros, entraría en vigor el 1º de marzo de 1944. Todo ello bajo el impulso y mando del nuevo director general de la Guardia Civil, el general de división Camilo Alonso Vega, anterior subsecretario del Ministerio del Ejército, que había sido nombrado en plaza de superior categoría por decreto de 24 de julio de 1943.

Por lo tanto, la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras), asumiría e integraría no solo la demarcación que entonces tenía la mentada 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras), sino también parte de las unidades territoriales que hasta entonces habían estado encuadradas en la 216ª Comandancia Rural de la Guardia Civil (Cádiz) y de la 234ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Cádiz), que era la antigua 11ª Comandancia de Carabineros (Cádiz), así como de la 116ª Comandancia Rural de la Guardia Civil (Málaga) y la 333ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Málaga), antigua 9ª Comandancia de Carabineros (Málaga). 

La nueva comandancia campogibraltareña de la Guardia Civil nunca sería tan potente, tanto en número de efectivos y unidades, como en extensión territorial. Se estaba librando la Segunda Guerra Mundial y la colonia británica del Peñón limitaba por tierra y mar con los municipios de La Línea de la Concepción y San Roque.

La nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras), encuadrada en el nuevo 37º Tercio Mixto (Málaga), junto a la 137ª Comandancia Mixta (Málaga) y la 237ª Comandancia Mixta (Cádiz), pasó a estar integrada por un número realmente excepcional de unidades desplegadas en las provincias de Cádiz y de Málaga. En total pasaron a ser diez compañías, de las que tres eran “Rurales”, cinco de “Costas” y dos eran de “Especialistas”.

La jefatura de la nueva comandancia continuó ubicada en el mismo edificio de la calle Ancha que habían tenido la 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil, y anteriormente, la 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras). Sus tres compañías rurales tenían ubicadas sus cabeceras en las poblaciones gaditanas de Algeciras (1ª) y Jimena de la Fontera (3ª) así como en la malagueña de Ronda (2ª). Las cinco compañías de costas tenían sus jefaturas asentadas en la barriada linense de Atunara (4ª), La Línea de la Concepción (5ª), Algeciras (6ª), Tarifa (7ª) y Barbate (8ª), mientras que las dos compañías de especialistas tenían sus planas mayores sitas en la mentada ciudad gaditana de Algeciras (9ª), así como en la malagueña de Ronda (10ª).

(Continuará).