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domingo, 26 de enero de 2014

EL LARGO CAMINO HACIA UNA PISTOLA REGLAMENTARIA PARA LA GUARDIA CIVIL.




Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en la Revista "ARMAS", nº 198, correspondiente al mes de noviembre de 1998, págs. 60-67. 
El original está ilustrado con veinte fotografías en color y dos en blanco y negro.

 "El 29 de marzo de 1921 el Teniente General Juan Zubia Bassecourt, Director General de la Guardia Civil, comunicaba en su Circular número 11, la adquisición por el Estado de las 9.017 primeras pistolas marca STAR destinadas al personal de tropa del Benemérito Instituto".

Introducción.

En el número 164 de esta Revista correspondiente al mes de enero de 1996, se publicó un magnífico artículo de Antonio Miranda dedicado a las primeras pistolas de la Guardia Civil: los modelos 1920, 1921 y 1922, realizando una detallada semblanza sobre su evolución, mecanismos, diferencias y funcionamiento.

Ahora desde estas líneas nos sumergiremos en su apasionante Historia, que también lo es de la Benemérita y por lo tanto de España. "Caminante, se hace camino al andar", ¡cuanto sabe de ello la Guardia Civil!.

La Guardia Civil.

Bajo el reinado de Isabel II se dictaba el Decreto de 13 de mayo de 1844 mediante el que se creaba la Guardia Civil como Cuerpo de naturaleza militar. Para organizarla sería elegido el Mariscal de Campo Francisco Javier Girón y Ezpeleta de las Casas y Enrile, V Marqués de las Amarillas y II Duque de Ahumada.

Su principal misión sería combatir al bandolerismo rural de la época. En poco tiempo los 3.250 efectivos iniciales asentarían con su bien saber hacer los cimientos de la Institución más sólida y de mayor prestigio de España, además de convertirse en un instrumento clave en la construcción del Estado Moderno.

Su organización centralista, potenciada con sucesivos aumentos de plantilla por los diferentes gobiernos de la nación, harían que se fuera extendiendo por todo el territorio nacional.

Estructurada por orden descendente desde la Dirección General en Tercios, Comandancias, Compañías, Líneas y Puestos, llegaría a todos los rincones de la Patria, incluidas las posesiones de Marruecos y de Ultramar como Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guinea.

A lo largo de su Historia, que como ya hemos dicho es la de España, no habría un conflicto bélico o insurrección armada donde la Guardia Civil no interviniese como una fuerza más del Ejército.

Su participación en las guerras carlistas, las campañas de Marruecos, el "Desastre del 98" o con la División Azul en Rusia durante la 2ª Guerra Mundial, serían firme prueba de ello.

Bajo la protección de la Virgen del Pilar, declarada su patrona por Real Orden de 8 de febrero de 1913 seguiría velando por el Orden y la Ley, haciendo del Honor su principal divisa tal y como reza su Cartilla que data de 1845.

Por Decreto de 4 de octubre de 1929 se le otorgaría la Gran Cruz de la Beneficencia en reconocimiento por su labor humanitaria en pos de la Sociedad.

Hoy, 154 años después de su fundación y con una plantilla que se proyecta para alcanzar los 80.000 hombres y mujeres sigue siendo un Instituto Armado de naturaleza militar que conforme a la legislación vigente depende del Ministro del Interior en el cumplimiento de misiones de carácter policial y del Ministro de Defensa en las de carácter militar.

Antecedentes históricos.

A finales del siglo XIX y primeros del XX numerosos países se lanzaron a diseñar y fabricar un nuevo concepto de arma corta: la pistola semiautomática, convirtiéndose en un formidable competidor del revólver.

El Ejército español que se encontraba constantemente en campaña en el norte de Africa no quiso quedarse atrás e inició la búsqueda de una pistola reglamentaria.

Así por Real Orden Circular (R.O.C.) de 5 de septiembre de 1905 se declaraba reglamentaria la pistola de origen belga, Bergman modelo 1903, calibre 9 milímetros, siendo adquirida posteriormente en mayor cantidad el modelo 1908.

Sin embargo su deficiente resultado en combate y el hecho de que tuviera que ser importada daría paso a la primera pistola netamente española: la "Campo-Giro" modelo 1912 declarada reglamentaria por R.O.C., de 24 de septiembre de ese mismo año.

Una R.O.C. de 5 de enero de 1914 aprobaría su modificación convirtiéndola en el modelo 1913. Poco después ya con todos sus materiales de procedencia nacional, otra R.O.C. de 16 de septiembre de 1916 declararía como reglamentario el modelo denominado "1913-16" que por aquel entonces se vendía al precio de 61 pesetas.

Todas esas pistolas habían sido declaradas reglamentarias para los Jefes, Oficiales y Tropa del Ejército, del que la Guardia Civil formaba parte como un Cuerpo más desde la promulgación de la Ley de Constitución del Ejército de 1878.

Sin embargo su presencia en la Benemérita puede valorarse casi como anecdótica y casi siempre de propiedad particular.
La mayoría de los Guardias Civiles que disponían de un arma corta utilizaban el revólver tipo Smith-Wesson, modelo nº 7, de 11 milímetros de calibre, fabricado por la empresa "Orbea Hermanos" de Eibar (Guipúzcoa), que dadas sus excelentes propiedades y ventajoso precio de 40 pesetas era recomendado en una R.O.C., de 6 de octubre de 1884.

Una R.O.C., de 27 de junio de 1924 dispondría que fuesen entregados en los Parques de Artillería los todavía existentes.

Las primeras normativas.

El Teniente General Zubia, considerado como uno de los mejores Directores Generales de la Guardia Civil a la que dirigiría con excepcional eficacia desde el 6 de diciembre de 1918 hasta el 26 de marzo de 1925, tenía bien claro la necesidad de dotar a sus hombres de una nueva arma corta de fuego.

Nacido en Sevilla en 1855 e hijo de un Comisario de Policía, inició su carrera militar a los 18 años, habiendo tomado parte en la tercera guerra carlista y en las Campañas de Cuba y Marruecos.

Prueba de su magnífica dirección es que fue confirmado en el puesto durante once gobiernos sucesivos. Bajo su mando se procedió al esclarecimiento del asesinato de Eduardo Dato Iradier, Presidente del Gobierno, cometido el 8 de marzo de 1921 así como la detención de dos de los autores del tristemente célebre crimen del Expreso de Andalucía ocurrido el 10 de abril de 1924.

El 14 de abril de 1921 elevaría un escrito al Ministro de la Guerra, Luis Marichalar y Monreal, Vizconde de Eza, solicitando que se declara el reglamentario para las clases e individuos de tropa el uso de revólver o pistola automática, al objeto de regular su utilización en determinados momentos dentro y fuera del servicio.

Tan sólo cuatro días después una R.O.C., declaraba reglamentario dicho uso, siempre que se fuera en traje de paseo y para el servicio de vigilante en las puertas de las Casas Cuarteles.

Debía llevarse pendiente del cinturón en el costado derecho, en funda estuche de baquetilla negra con cordón de pelo de cabra y sujeto al cuello, en la misma forma que la establecida para la oficialidad del Instituto.

Sin embargo al usarse la pistola con la guerrera se observó que resultaba moleta debido a las dimensiones de la correa que llevaba la funda para sujetarla al cinturón. 

Por tal motivo en una disposición publicada en el Boletín Oficial del Cuerpo de fecha 24 de agosto de 1922 se modificaría el modelo reglamentario al objeto de que la lazada que formaba para dar paso al cinturón, sobresaliera por la parte superior cuatro centímetros a fin de facilitar su uso.

Hacia la pistola reglamentaria.

El Ministro de la Guerra convocaría a través de una R.O.C., de fecha 9 de febrero de 1921 un concurso para adoptar una nueva pistola reglamentaria para el Ejército.

Pero ya para entonces el Teniente General Zubia estaba convencido de que sus Guardias Civiles necesitaban estar dotados de un arma corta eficaz sin tener que estar pendientes de las cantidades fabricadas, los órdenes de prelación en su distribución y sobre todo las lentas adopciones reglamentarias.

Los continuos conflictos de orden público tanto en el ámbito rural como en las principales ciudades así como los enfrentamientos armados con delincuentes, exigían que no se pudiese esperar más tiempo.

Por ello se habían iniciado negociaciones con Bonifacio Echeverría Orbea, dueño de la fábrica de pistolas STAR sita en Eibar. Este armero vasco llevaba tiempo acariciando la idea de que alguno de su modelos fuese declarado reglamentario para las Fuerzas Armadas, principal cliente potencial de la época.

En este aspecto hay que significar que la plantilla de armamento de las fuerzas orgánicas del Ejército para tiempos de paz, aprobada por R.O.C. de 2 de julio de 1920 suponía sólo un total de 3.333 pistolas para la dotación de suboficiales y clase de tropa. El de la Marina de Guerra era mucho menor. 

El armamento de los Jefes y Oficiales tenía un tratamiento distinto ya que las adquirían directamente en los Parques de Artillería o en comercios especializados.

Pero si bien el número de pistolas no parecía ser en principio especialmente significativo, su adopción reglamentaria implicaba "arrastrar" a los Cuerpos de la Guardia Civil y de Carabineros del Reino.

En este punto es importante resaltar que conforme al cuadro orgánico de la fuerza de la Benemérita aprobado por R.O.C., de 22 de julio de 1920, suponía por si sola una plantilla de 24.345 hombres entre Sargentos, Cabos y Guardias.

La diferencia principal entre unos y otros era que en los Cuerpos de Seguridad la pistola empezaba a ser complemento reglamentario del arma larga y en las Fuerzas Armadas la dotación individual estaba constituida principalmente por el fusil Máuser en sus diferentes versiones y modelos. Con el tiempo el Ejército iría ampliando su dotación de pistolas.

En aquella época la firma eibarresa había conseguido ya algunos pequeños reconocimientos como por ejemplo la adopción de su pistola STAR de calibre 7'65 milímetros por el Cuerpo de Miñones de Vizcaya. 

Una R.O.C., de fecha 24 de diciembre de 1920 autorizaba como consecuencia de una petición elevada por el Presidente de la Diputación Provincial al Ministro de la Guerra, a su uso por los Miñones cuando prestasen servicio con motocicleta o fueran en traje de paseo.

Pero Bonifacio Echeverría tenía fijadas sus verdaderas esperanzas en sus autodenominados modelos militares en calibre 9 milímetros para cartucho largo.

Al fin las negociaciones con la Dirección General de la Guardia Civil darían sus frutos y se autorizaría la adquisición por cuenta del Estado de las primeras 9.017 pistolas inicialmente citadas.

Tras los primeros meses de uso en las Comandancias durante los que se realizaron también numerosas pruebas por la Comisión de compra y recepción de los modelos 1920 y 1921 presentados, se solicitó a la firma STAR que introdujera diversas modificaciones. 

El objeto de ello era simplificar especialmente los mecanismos de seguridad para rebajar costes y facilitar su mantenimiento, naciendo así el denominado modelo "1922".

Por entonces ya se habían distribuido por las Comandancias los primeros centenares de los modelos 1920 y 1921. El anagrama de la Guardia Civil estaba estampado en el lateral izquierdo de sus correderas y en las tapas de sus cargadores.

La adopción oficial.

Cuando se estaba en plena fase de concurso de la nueva pistola reglamentaria para el Ejército, la Dirección General de la Guardia Civil publicaba su ya citada circular número 11 de 29 de marzo de 1921 en donde se comunicaba la adquisición de las pistolas marca STAR.

Dado que el número de ellas no permitía dotar simultáneamente a todo el personal de tropa del Cuerpo se fueron distribuyendo por un orden de prelación establecido.

Las referidas pistolas pasaron a ser propiedad del Instituto y los Coroneles Jefes de los Tercios dispusieron su reparto entre los Sargentos, Cabos y Guardias que no tuvieran ya alguna de su propiedad. 

Se significa que en aquella época, dadas las carencias presupuestarias, era bastante habitual y así estaba oficialmente autorizado, a que los servidores del orden y la ley comprasenla pistola o revolver con su propio dinero.

Cada Coronel iría nombrando a un Sargento o Cabo para que junto a dos Guardias se desplazasen hasta la fábrica de Eibar, en donde recogerían el cupo de pistolas asignado.

Asimismo se designó a un Oficial voluntario de cada Tercio a fin de que se personara en la sede de la Dirección General en Madrid y aprendiera el funcionamiento de la nueva pistola para difundir así su manejo al resto de la oficialidad y tropa.

Para ejercitarse en el tiro al blanco se autorizó a extraer de los Parques de Artillería respectivos una caja de 50 cartuchos por cada individuo.

La Circular del Cuerpo número 14 de 20 de junio de 1921 disponía mientras tanto que los Primeros Jefes de cada Comandancia verificasen los pedidos de aquellos componentes que quisieran adquirir la nueva pistola ya que como se ha dicho la compra inicial no permitía dotar siquiera a la mitad de la plantilla.

En el caso de adquisición particular se les expediría la correspondiente guía de pertenencia. Quedaba prohibido su cambio o enajenación mientras se estuviera en servicio activo. Caso de que se causara baja del Cuerpo con derechos pasivos se permitía que quedase en su poder la citada pistola y su guía.

Pero si el motivo de la baja era la expulsión o la licencia sin sueldo les era recogida inmediatamente por la Comandancia respectiva hasta su nueva legalización, caso que procediera, conforme a lo dispuesto en el Real Decreto de 15 de septiembre de 1920.

Una disposición publicada en el Boletín Oficial del Instituto el 24 de julio de 1921 recordaba a los Primeros Jefes de Comandancia que la munición de las nuevas pistolas del Cuerpo debía ser del mismo tipo que la utilizada por los modelos "Campo-Giro" o "Bergman", es decir de la Filiación 41, pero en manera alguna de la Filiación 40 Bis, por no estar suficientemente experimentada.

Una R.O.C., de 17 de septiembre de 1921 dispondría que la cartuchería para armas cortas asignadas por el Ministerio de la Gobernación a los individuos de la Guardia Civil se adquiriese en los Parques de Artillería en la cantidad que los Primeros Jefes de Comandancia estimasen necesaria, con cargo al expresado Ministerio.

Como consecuencia de ello el Boletín Oficial del Cuerpo de 24 de septiembre de 1921 dispondría que los citados Jefes debían adquirir tan sólo 24 cartuchos de dotación para cada pistola.

Dos días después, siendo ya Ministro de la Guerra Juan de la Cierva y Peñafiel, una R.O.C., que sería modificada por otra de fecha 6 de octubre, resolvería el concurso de la nueva pistola reglamentaria del Ejército. 

Ya para entonces la Guardia Civil había recorrido un corto pero fecundo camino.

La Comisión de Experiencias, proyectos y comprobación de material de guerra del Ejército se había decidido por la pistola de 9 milímetros modelo 1921 presentada con la marca ASTRA de la casa Esperanza y Unceta de Guernica (Vizcaya). 

En dicha R.O.C., se disponía que en lo sucesivo todas las pistolas que se construyesen o se adquirieran por el Estado para la dotación del Ejército sería del mencionado modelo.

Todo ello suponía un evidente problema: ¿Qué pasaba con las pistolas de la Guardia Civil?. Los contratos estaban firmados, se estaban abonando y ya se habían recepcionado y distribuido varios centenares.

Además se trataba de modelos que habían sido "vencidos" en el concurso del Ejército. La verdad es que el modelo Esperanza y Unceta, dado su triple seguro, dureza y calidad de sus materiales y facilidad de mantenimiento se convirtió en el justo vencedor para dotar al Ejército cuya gran parte de sus componentes no eran profesionales. Pero ello no restaba calidad y eficacia a los modelos de STAR.

No obstante la firma de Bonifacio Echeverría tomaría buena nota de ello. Veinticinco años después una Orden del Estado Mayor Central del Ejército de 24 de julio de 1946 declararía vencedora en el concurso convocado el año anterior al modelo SUPER de la marca STAR en calibre 9 milímetros largo.

El problema planteado se resolvería finalmente con la publicación en la R.O.C., de 5 de octubre de 1922, siendo Presidente del Gobierno y Ministro de la Guerra José Sánchez-Guerra Martínez, al declararla reglamentaria para el uso exclusivo de las clases e individuos de tropa de la Guardia Civil.

A partir de ese momento el Benemérito Instituto se haría cargo de todo lo que se refiriese a la dotación, recomposición y piezas de repuesto de la citada pistola. En cambio para los Jefes y Oficiales de la Guardia Civil, al igual que los del resto del Ejército, el arma corta reglamentaria sería la pistola ASTRA modelo 1921.

La pistola Star modelo 1922.

El tercer modelo "militar" 1922 de la firma STAR sería distribuido mayoritariamente en las Comandancias de la Guardia Civil, aunque la mencionada R.O.C., se cuidó muy mucho de definir el modelo concreto reglamentario. 

Una Circular del Instituto de 9 de julio de 1923, dispondría que cada pistola fuese municionada con 30 cartuchos, 16 como dotación permanente y 14 para ejercicios de tiro.

Las Comandancias recibirían 50 más de los correspondientes al número de pistolas que tuvieran asignadas. Con ellos se irían reponiendo los que fueran consumiendo en funciones del servicio.

Las vainas de los cartuchos utilizados serían recogidas y entregadas en las cabeceras de las Comandancias al objeto de ser vendidas como tales o como chatarra. En dicha Circular se disponía la distribución de 647.300 cartuchos de 9 milímetros largo a recoger en los Parques de Artillería.

Los desperfectos que se originasen fuera de los actos del servicio serían satisfechos por quien tuviese adjudicada el arma, a cuyo fin se publicaba también en la citada Circular los precios de todas sus piezas y mecanismos, fijándose el precio de la pistola completa en 64 pesetas.

Conclusiones.

Los años irían pasando y se seguirían adquiriendo pistolas STAR del modelo militar 1922. El 18 de octubre de 1935 el Coronel Jefe de la Secretaría Militar de la Inspección General de la Guardia Civil certificaría, que hasta esa fecha se había comprado un total de 31.883 pistolas STAR.

La Benemérita seguiría siendo fiel casi ya por tradición a la firma eibarresa y los modelos 1920, 1921 y 1922 serían sustituidos en las siguientes décadas por los modelos "A" y "SUPER A" en 9 milímetros largo para las fuerzas del servicio rural. 

Las especialidades como el Servicio de Información, la Agrupación de Tráfico o las fuerzas del Resguardo Fiscal serían dotadas con el modelo "SUPER S" en 9 milímetros corto. También se adquirirían unidades del modelo "AS", de dispositivo ametrallador y con culatín de madera en calibre 7'63 milímetros.

Iniciados los años 70 todas ellas se irían cambiando por le modelo "BM" en 9 milímetros parabellum, que con sus pequeñas variantes sigue mayoritariamente de dotación.

La lucha antiterrorista haría necesario equipar a las unidades de la Benemérita encargadas de combatirlo del modelo de doble acción "30 M" en 9 milímetros parabellum. Por último desde 1997 los oficiales de Cuerpo están dotados del modelo "Firestar Plus M-243" también en 9 milímetros parabellum.

Ahora una comisión del Servicio de Armamento de la Dirección General de la Guardia Civil busca una nueva pistola que será la reglamentaria al inicio del siglo XXI. El más goloso de los contratos para cualquiera de las firmas nacionales y extranjeras interesadas en ello.

Es difícil aventurar que pasará y cual será la marca y modelo elegido máxima cuando el primer concurso en el que la firma STAR presentó su modelo 314 F ha sido declarado desierto.

Pero lo que si es cierto y eso ya forma parte de la Historia de la Guardia Civil, es que sus componentes han velado el Orden y la Ley durante los últimos 75 años portando pistolas de la españolísima firma eibarresa STAR.

Orden de prelación de las 9.017 primeras pistolas STAR de la Guardia Civil.

Centros y Comandancias           Nº de pistolas
Dirección general........................... 20
Este............................................... 264
Oeste............................................. 265
Caballería 21.º Tercio.................... 355
Barcelona...................................... 405
Valencia........................................ 517
Caballería 5.º Tercio...................... 229
Vizcaya......................................... 265
Zaragoza....................................... 331
Sevilla........................................... 528
Norte............................................ 322
Sur................................................ 329
Córdoba........................................ 357
Ciudad Real.................................. 351
Oviedo.......................................... 390
Caballería 10.º Tercio.................... 97
Tarragona..................................... 227
Murcia.......................................... 399
Coruña.......................................... 367
Málaga.......................................... 621
Cádiz............................................. 454
Jaén............................................... 391
Badajoz.......................................... 435
Cáceres.......................................... 164
Caballería 11.º Tercio.................... 216
Huelva........................................... 374
Santander...................................... 351

Bibliografía consultada.
  • Colección legislativa del Ejército de los años, 1884 -1946.
  • Boletines Oficiales de la Guardia Civil de los años, 1920 -1923.
  • Pistolas y Revólveres Reglamentarios en el Ejército y Armada Española, 1660-1940. Juan Calvó. Inédito. 1995.
  • Armamento reglamentario y auxiliar del Ejército Español. Juan Calvó. Barcelona. 1981.
  • 1840-1940, Cien años de Pistolas y Revólveres Españoles. Juan Calvó y Eduardo Jiménez. Barcelona. 1991.
  • Armamento Portátil Español, 1764 - 1939. Barceló Rubí. Editorial San Martín. Madrid. 1976.
  • Historia de la Guardia Civil. Francisco Aguado. Editorial Planeta. Barcelona. 1984.

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