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sábado, 22 de marzo de 2014

NOVENTA AÑOS VELANDO POR LA GUARDIA CIVIL.



Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en "DIARIO DE CADIZ" el 8 de febrero de 2003, pág. 14. 
El original está ilustrado con una fotografías en blanco y negro.


La Virgen del Pilar fue oficialmente declarada su Patrona
el 8 de febrero de 1913

"El Rey (q.D.g.), se ha servido declarar patrona de la Guardia Civil a Nuestra Señora la Virgen del Pilar". Así rezaba la real orden circular del Ministerio de la Guerra dictada el 8 de febrero de 1913, previo informe favorable del provicario general castrense.

De esta forma los guardias civiles veían satisfechas sus aspiraciones en tal sentido al igual que había ido sucediendo con otras armas, cuerpos e institutos del Ejército que ya tenían su propia patrona. 

Realmente con ello se oficializaba y daba carta de naturaleza a un sentir iniciado un ya lejano 19 de agosto de 1864, cuando el sacerdote Miguel Moreno, primer capellán castrense del Colegio de Guardias Jóvenes "Duque de Ahumada", sito en la localidad madrileña de Valdemoro, colocó en su capilla una imagen de la Virgen del Pilar de Zaragoza.

Sobre los orígenes de esta devoción mariana y tan española del Pilar, cuenta la tradición que el día 2 de enero del año 40 d.C., la Virgen se apareció en carne mortal al apóstol Santiago y a un grupo de convertidos que se hallaban orando a orillas del río Ebro y les manifestó su deseo de que se le diese culto para siempre en aquel lugar. 

El apóstol y sus compañeros construyeron una capilla, que a través de los tiempos ha llegado a convertirse en la actual basílica aragonesa donde permanece su imagen, venerándose la columna -Pilar- sobre la cual se apareció la Virgen.

Volviendo al centro de Valdemoro, el 24 de septiembre de 1865 se declaró de una forma un tanto espontánea, su patrona. Desde entonces y durante los siguientes años, las diferentes promociones de "colegiales", a la par que iban diseminándose por todos las casas-cuarteles de España y de sus posesiones en Ultramar, fueron difundiendo su fe en dicha advocación protectora.

Fruto de la labor desarrollada por esos guardias civiles a lo largo de casi medio siglo y haciéndose portavoz de la tan ya extendida tradición mariana, el entonces teniente general Angel Aznar Butigieg, director general del benemérito Instituto, elevó el 7 de enero de 1913 un escrito al ministro de la Guerra, Agustín Luque y Coca, solicitando que la Virgen del Pilar fuera declarada oficialmente la patrona del Cuerpo, accediendo el rey Alfonso XIII a ello.


Primera orden general.


Diez días después de la proclamación oficial, el teniente general Aznar, dictaba con tal ocasión la primera orden general relacionada con el nuevo patronazgo mariano del Instituto, en la que terminaba arengando:


"La Guardia Civil, compuesta por los soldados más veteranos del Ejército, satisfizo siempre á las esperanzas de la Nación y respondió a la confianza de los Gobiernos porque sois valientes, firmes en la fatiga y abnegados en el peligro. Este año, al solemnizar el día de la Patrona, celebraremos en la Guardia Civil la primera fiesta de compañerismo. Cuando os congreguéis para ello en cada Puesto, dedicad una oración a nuestros compañeros que sacrificaron la vida en el cumplimiento del deber y al inolvidable Duque de Ahumada, organizador del Cuerpo; y antes de separaros, terminad nuestra fiesta diciendo; ¡Viva España!, ¡Viva el Rey! ".


La primera celebración del Día del Pilar.


Respecto a la celebración de su festividad el 12 de octubre de cada año, Día de la Hispanidad, mención especial merece la Orden General del Cuerpo dictada en Madrid el 3 de octubre de 1913 y cuyo texto bien merece también ser recuperado para la curiosidad de los lectores, ya que fue la primera disposición oficial dictada a tal efecto:

"Este es el primer año que va a solemnizarse el día de la Santísima Virgen del Pilar de Zaragoza, y lo haríamos con todo el esplendor propio del entusiasmo con que esa designación fue recibida en el Instituto, de nuestros sentimientos religiosos y del espíritu del Cuerpo, a no tener en cuenta que no es ocasión propia de celebrar festejos en momentos en que nuestros compañeros sufren penalidades y arrostran peligros en la campaña de Marruecos".


En este aspecto ha de significarse que las fuerzas de la Guardia Civil destacadas en Ceuta, Tetuán y Larache, pertenecían y dependían por aquel entonces de la Comandancia de Cádiz, prestando su servicio de campaña en el Protectorado de España en Marruecos, razón por la cual dicha instrucción tuvo en nuestra ciudad un mayor sentimiento.


Placa en la Basílica y Cruz de Oro para la Virgen.


El 13 de mayo de 1917, siendo director general del Instituto el teniente general Antonio Tovar Marcoleta y coincidiendo con la celebración del LXXIII aniversario de la fundación de la Guardia Civil, se ofrendó una placa en la basílica zaragozana del Pilar que hoy día se sigue conservando en el mismo lugar en que fue colocada, la parte izquierda del arco que da acceso a la capilla de la Virgen, por el lado de la sacristía.

En ella se puede leer por todos los visitantes la siguiente inscripción: "Los Generales, Jefes, Oficiales y personal de Tropa del Instituto de la Guardia Civil como homenaje a Nuestra Señora la Virgen del Pilar declarada su Excelsa Patrona por Real Orden de 8 de febrero de 1913".

Pero ello no ha sido lo único ofrendado por los guardias civiles a su venerada protectora, pues además de un hermoso manto bordado en oro finísimo con el antiguo emblema del Instituto, el 11 de octubre de 1994, con ocasión de conmemorarse el CL aniversario de la fundación de la Benemérita y celebrarse el día de la patrona en Zaragoza se procedió por el ministro del Interior, Juan Alberto Belloch, acompañado del director general Ferrán Cardenal y sendas comisiones de guardias civiles, a imponer a la Virgen del Pilar la Cruz de Oro del Mérito de la Guardia Civil, la más alta y preciada condecoración del Instituto.

Fruto del cariño y devoción mariana por su Virgen, los guardias civiles no se contentaron con ello y al año siguiente procedieron a ofrendar nuevamente dicha condecoración, pero labrada esta vez en oro verdadero y embellecida con esmeraldas verdes y rubíes rojos, acompañada de un pergamino policromado, cuyo coste fue sufragado en una colecta interna por ellos mismos y sus familiares.

Noventa años después de aquel reconocimiento oficial de 1913, los guardias civiles y sus familias se siguen encomendando a su gran protectora, la Virgen del Pilar, una arraigada tradición que en la comandancia gaditana renuevan diariamente antes de salir de servicio todos sus hombres y mujeres.

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