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miércoles, 19 de marzo de 2014

TENIENTE GENERAL ENRIQUE SERRA ALGARRA, LAUREADO DE LA GUARDIA CIVIL.



Artículo escrito por Jesús Núñez y publicado en el nº 249 correspondiente al mes de febrero de 2003, de la Revista "ARMAS", págs. 58-64.  
El original está ilustrado por ocho fotografías en color y cinco en blanco y negro.


Ingresó en la milicia con tan sólo 14 años de edad, participó en las Campañas de Marruecos, Guerra Civil y 2ª Guerra Mundial, fue recompensado con la Cruz Laureada de San Fernando y ha sido el único Teniente General en el benemérito Instituto.


Hijo del comandante de Infantería Julio Serra Puyol y de Ana Algarra Navarro, nuestro excepcional protagonista nació el 27 de diciembre de 1907 en Castellón de la Plana, decidiendo cuando todavía era casi un niño seguir la tradición familiar de la carrera de las armas.

Así el 20 de diciembre de 1922 ingresó como cadete de la 31ª promoción en la Academia de Infantería, sita en el histórico alcázar toledano, en donde cursó sus estudios hasta que el 18 de mayo de 1925, con tan sólo 17 años de edad, recibió su despacho de alférez, siendo destinado al Regimiento de Infantería "Gerona nº 22", de guarnición en Zaragoza.

Con motivo de las operaciones militares que se estaban llevando a cabo en nuestro Protectorado de Marruecos tras el desembarco de Alhucemas, formó parte del batallón expedicionario que marchó para Málaga al objeto de embarcar con rumbo a Africa aunque finalmente el mando ordenó su regreso.


Marruecos y La Legión.


Deseando servir a su patria en los puestos de mayor riesgo y fatiga, solicitó destino al Tercio de Extranjeros -La Legión- siéndole concedido el 5 de enero de 1926, presentándose en Ceuta e incorporándose al campamento legionario de Riffien, quedando encuadrado en la 8ª Bandera.

Pronto empezó a participar y destacar en diversas operaciones, recibiendo el 4 de febrero su bautismo de fuego cuando formaba parte de la vanguardia de la columna mandada por el legendario fundador de La Legión, el coronel José Millán Astray.

Desde entonces no dejó de participar en todas las acciones de guerra de su unidad. Su impresionante hoja de servicios fue reflejando entre combates y protecciones de convoyes o fortificaciones, nombres de posiciones que hoy forman parte de la gloriosa historia de nuestro Ejército.

El 31 de mayo de 1927 ascendió a teniente continuando en la misma bandera y combatiendo en las últimas operaciones de las campañas de Marruecos. El 5 de octubre y al frente de su sección participó en la histórica revista del Rey Alfonso XIII en el campamento de Riffien a las fuerzas de La Legión así como a la entrega de una enseña nacional por la Reina Victoria Eugenia.


Guardia Civil y Guerra Civil.


Pacificado el Protectorado nuestro joven teniente continuó en Marruecos hasta que al igual que otros destacados oficiales de la época, decidió solicitar su ingreso en la Guardia Civil, obligada protagonista ante las constantes agitaciones sociales que se vivían en la península.

Tras superar las correspondientes pruebas ingresó en el benemérito y sufrido Instituto el 7 de octubre de 1930, en pleno periodo de convulsión revolucionaria. Destinado a la Comandancia de Valencia, se le confió el mando de la línea de Onteniente, siendo felicitado por su "disciplina, lealtad y abnegación evidenciadas en cuantas ocasiones tuvo que intervenir al frente de sus hombres para restablecer el orden público".

El 20 de febrero de 1931 pasó destinado al 3º escuadrón de la comandancia de caballería de su Tercio, siéndole adjudicada la sección montada de Castellón de la Plana y la línea de la capital en donde le sorprendió la proclamación de la 2ª República. En 1933 como consecuencia de una de las numerosas reorganizaciones de la época, su unidad se reconvirtió en la 9ª compañía de la Comandancia de Valencia, pasando a mandar la línea de Oliva.

Tras diversas vicisitudes y cambios de mando y destino, siempre en la misma provincia, le sorprendió el 18 de julio de 1936 -inicio de la Guerra Civil- en el escuadrón de caballería de la Comandancia de Valencia-Interior, que permaneció al lado del gobierno del Frente Popular.

El 2 de agosto ascendió a capitán -con antigüedad del 15 de julio- siendo destinado como jefe de la 2ª compañía de su comandancia. Sin embargo el corazón de Serra estaba al otro lado del frente y mientras un decreto del Ministerio de la Guerra de fecha 30 de agosto, cambiaba a la Guardia Civil su tradicional denominación por la de Guardia Nacional Republicana, solicitó el mando de una de las columnas expedicionarias que debían marchar a Madrid para reforzar su defensa.

El 3 de septiembre partió por fin para la capital "para combatir a las facciones de la rebelión militar fascista", según consta textualmente en su expediente personal redactado en zona republicana, pero la realidad es que veinte días después se pasaba a las filas nacionales con su compañía de guardias civiles, donde tras el correspondiente procedimiento de investigación interna fue destinado a la Comandancia de Cáceres.

Dado que aquello le pareció demasiado tranquilo, solicitó ser comisionado a La Legión, necesitada entonces de oficiales por el aumento de nuevas unidades y las numerosas bajas sufridas en primera línea. Enviado al frente de Madrid se hizo cargo el 8 de noviembre del mando de la 13ª compañía de la 1ª Bandera, participando desde entonces en numerosos combates en la zona de la Ciudad Universitaria, resultando herido en el pecho y brazo derecho, lo cual obligó a su evacuación.


La Laureada de Cerro Gordo.


Dado de alta el 23 de diciembre de 1936 se incorporó a su unidad participando sucesivamente a lo largo de 1937 en las operaciones acontecidas en los frentes de Jarama, Brunete y del Ebro, para dirigirse finalmente hacia Teruel al frente de la 50ª compañía de la 13ª Bandera de La Legión -a donde había sido destinado el 7 de agosto- para participar en su liberación.

Allí, el 29 de diciembre -y transcribimos textualmente su hoja de servicios- "se ordenó el asalto a la posición enemiga de Cerro Gordo, lo que efectuó la Bandera con el cuchillo armado, por la fuerte resistencia del enemigo que hace un fuego encarnizado, sembrando de bajas el camino lo que no impidió llegar a la alambrada con un puñado de legionarios siendo el primero en pasar esta y llegar al parapeto, sosteniendo luchas de pistola y bombas de mano hasta hacerles huir. En aquel momento se hizo cargo de la Bandera, por haber sido herido el Comandante, organizando la defensa en la posición conquistada y organizando el resto de la Bandera, rechazando los contraataques hasta ser herido. En esta operación tuvo la Bandera 460 bajas de tropa y 20 oficiales, siendo evacuado al Hospital Costa de Zaragoza".

El capitán Serra permaneció al mando de esa posición, combatiendo pistola en mano y arengando a sus hombres a pesar de estar gravemente herido, negándose a ser evacuado hasta que la pérdida de sangre le hizo perder el conocimiento.

Por tan bizarro comportamiento -que facilitó la victoria de las fuerzas nacionales en esa zona- se le concedió el 24 de marzo de 1944, tras resolución satisfactoria del expediente contradictorio, la Cruz Laureada de San Fernando individual, máxima recompensa militar española en tiempos de guerra. Dicha condecoración le fue impuesta personalmente por el entonces Jefe del Estado, Generalísimo Francisco Franco Bahamonde.

Repuesto de sus heridas el 1 de febrero de 1938 se incorporó nuevamente al frente participando en sucesivas acciones en las provincias de Teruel, Huesca, Lérida y singularmente en el frente de Gandesa, pasando el 28 de agosto a mandar la 64ª compañía de la 16ª Bandera de La Legión, en donde permaneció hasta que el 27 de noviembre resultó herido de gravedad cuando se encontraba realizando un reconocimiento a vanguardia, teniendo que ser evacuado a Huesca.


La División Azul.


Dado de alta el 8 de mayo de 1939, un mes después de finalizar la guerra, volvió a la 16ª Bandera hasta que transcurridos dos meses se reintegró a la Guardia Civil, cuerpo al que no había dejado de pertenecer, siendo destinado a la Comandancia de Valencia y pasando a mandar su 1º escuadrón de caballería.

A partir de entonces y mientras en Europa comenzaba la 2ª Guerra Mundial, su carrera militar transcurrió por sucesivos destinos entre los que destacó en marzo de 1941 el mando de la compañía de ametralladoras de la 3ª Comandancia Móvil del 2º Tercio Móvil.


Poco después, cuando el 22 de junio de 1941 las tropas alemanas penetraron en territorio soviético y el gobierno español decidió organizar una División de Voluntarios -conocida como División Azul- para marchar al frente ruso, la Guardia Civil organizó una unidad expedicionaria para acompañarla como policía militar o gendarmería de campaña.

Las peticiones de voluntarios del benemérito Instituto desbordaron las previsiones iniciales y el capitán Serra logró ser seleccionado y encabezar un contingente compuesto por 7 tenientes, 7 sargentos, 14 cabos y 40 guardias civiles, que marchó de España el 8 de abril de 1942. Como había dicho su Director, el general de división Eliseo Alvarez Arenas, "en esta Dirección General y fuerzas dependientes de la misma, son voluntarios para servicios tan honrosos, desde el Director General, Jefes y Oficiales de las Armas y Cuerpos del Ejército y de la Guardia Civil, hasta el Guardia 2º más moderno".


Organizado a partir del 4 de agosto el Servicio de Policía Militar de la División Azul, se establecieron las zonas de vanguardia y retaguardia, correspondiéndole esta última al capitán Serra, quien al frente de 6 tenientes, 6 sargentos, 11 cabos, 29 guardias y 10 intérpretes, se responsabilizó de misiones tales como las de vigilancia en estaciones de ferrocarril, establecimiento de patrullas de vigilancia, auxilio a divisionarios, constitución de un retén permanente y labores de investigación e información, así como de la constitución de puestos de gendarmería española en Berlín, Hof, Koenigsberg, Riga y Vilna.

Al ascender a comandante el 31 de marzo de 1943, por méritos de guerra contraídos en la campaña anterior, tuvo que regresar a España tres meses después para incorporarse a su nuevo destino como 2º jefe de la 212ª Comandancia de Logroño.


Subdirector General de la Guardia Civil.


En años sucesivos fue obteniendo diferentes destinos tales como los de Plana Mayor del 33º Tercio mixto y el Centro de Instrucción, habiendo mandado también el sector Madrid-Segovia, dedicado a la persecución del maquis.

El 14 de junio de 1949 ascendió a teniente coronel y una semana después se le confirió el mando de la 242ª Comandancia de Vizcaya en donde permaneció hasta que el 9 de mayo de 1951 se hizo cargo del mando de la 243ª Comandancia de Alava. 

Un año después, el 16 de marzo de 1952, fue nombrado ayudante de campo del Director General, el teniente general Camilo Alonso Vega, uno de los más ilustres que ha tenido el benemérito Instituto a lo largo de su más que centenaria historia.

Tras el cese en el cargo del anterior en junio de 1955, el nuevo Director, teniente general Pablo Martín Alonso, lo nombró también su ayudante de campo, desempeñando el mismo hasta que el 22 de marzo del año siguiente ascendió a coronel, siéndole concedido dos meses después el mando del 38º Tercio de Sevilla a cuyo frente estuvo hasta el 30 de noviembre de 1957, fecha en la que se le destinó al 1º Tercio de Madrid, si bien no llegó a ejercerlo mucho tiempo ya que por decreto de 19 de diciembre de 1958, "en consideración a los servicios y circunstancias que concurren en el comprendido en la presente", fue ascendido a general de brigada.

Inicialmente fue nombrado jefe de la 4ª Zona de León y posteriormente de la 2ª Zona de Barcelona. Con motivo de un homenaje que la ciudad de Teruel rindió el 22 de febrero de 1966 a la heroica Compañía "La Calavera", que había sido mandada durante la Guerra Civil por el entonces general de división Roger Oliete Navarro, Subdirector General del Cuerpo, se le rindió también expreso reconocimiento al general Serra, nombrándosele hijo adoptivo de la ciudad.

Por decreto de 11 de noviembre de ese mismo año ascendió a general de división, siendo nombrado en igual fecha Subdirector General de la Guardia Civil, en cuyo cargo estuvo hasta el 27 de diciembre de 1971, día en que cumplió los 64 años de edad, pasando al "Grupo de Destinos de Arma o Cuerpo" hasta 1977, ocupando durante ese periodo la dirección de Patronato de Viviendas de la Guardia Civil.


Teniente General Honorario.


La singular figura del laureado general Serra y su excepcional personalidad y vitalidad propiciaron que el Instituto contara con él en estas dos últimas décadas en cuantos actos institucionales se celebraban, siendo constantes su presencia y su carismática simpatía.

El 31 de enero de 1984 fue ascendido a teniente general, con carácter honorífico y antigüedad de 27 de diciembre de 1977, siendo el primer y único miembro del Cuerpo en alcanzar hasta la fecha tal distinción ya que el empleo máximo en la Guardia Civil, es el de general de división.

Asimismo se le concedió la Cruz de Oro de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, máxima distinción del Instituto, que le rindió expreso y personal homenaje en un emotivo acto celebrado el 24 de enero de 1998 en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro.


El 7 de julio de 1999, tan insigne laureado falleció en el Hospital Militar "Gómez Ulla" de Madrid a los 91 años de edad, asistiendo a su entierro en el cementerio de San Isidro numerosos guardias civiles que quisieron rendirle el último homenaje.


Condecoraciones.


Además de la Cruz Laureada de San Fernando y la Cruz de Oro de la Guardia Civil, fue recompensado a lo largo de su dilatada carrera con la Cruz de la Orden de María Cristina, tres Cruces de Guerra, la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco, la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico con distintivo blanco, la Cruz de 1ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo, dos Cruces Rojas del Mérito Militar, la Medalla Militar de Marruecos con pasadores de Melilla y Tetuán, Medalla de la Campaña 1936-39, Medalla de Sufrimientos por la Patria, la Medalla de la Paz de Marruecos, la Medalla Conmemorativa de la Campaña de Rusia, la Cruz, Placa y Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, la Gran Cruz del Mérito Civil, la Medalla al Mérito de los Carabineros de Chile y la Placa al Mérito de la Guardia Civil del Perú.


Donaciones al Museo de la Guardia Civil.


El 15 de noviembre de 1999 en un breve pero emotivo acto presidido por el actual Director General de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, se procedió por Dolores Rosario Ortí, viuda del laureado general, a la donación perpetua y gratuita de la Cruz Laureada y diversas armas para "toda la Guardia Civil por el cariño, el respeto y la admiración que siempre tuvo con el general Serra", siendo recogidas por el coronel José Amiguetti Sánchez para su exposición en el museo madrileño del benemérito Instituto.

El Director General catalogó tan preciada condecoración -confeccionada con encastres de brillantes y rubíes- como "una de las piezas más importantes del museo". 

Las armas donadas fueron un revólver marca Beístegui Hermanos, calibre .32 largo, con cachas de nácar, número de fabricación 65.415; una pistola marca Walther, modelo PPK, calibre 7'65 mm. browning, número de fabricación 193.813 P con cuatro cargadores; así como una daga-espadín argentina para oficial general, modelo 1898, que le fue regalada en octubre de 1967 por la Gendarmería Nacional con motivo de una visita oficial que realizó a Buenos Aires.

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